ítu
ncia
y yo fui a la tarima al lado de la señora F
ora de baile durante estos 4 meses, claro que me gustaría que firmara un contrat
a, aunque la verdad no lo había h
jada, no comprendía, no
ada que se abrieron, dejando ver a Letwin pasar con tranquilidad, nadie
decisión muy seria que cambiará su vida. Espero que se esté si
dos emitieron un: "Aw..." y comenzaron a ap
bajé de la pequeña tarima y tomé asien
briría los gastos, me sorprendí un poco que nosotros organizaríamos los horarios con nuestro equipo y debíamos ensayar estas tres semanas y media muy fuerte, nadie se quejó, debí
patética
ró la mano intentando transmitirme fuerzas, me sorprendí un poco, nadie n
n las 12 pm, por lo que tendríamos que almorzar y luego dirigirnos a los autobuses que nos llev
narme de
ros leggins, talco... en cambio las muchachas apenas se colocaron una franelilla y pantalones cortos, yo tambien lo te
es toda una
e conc
n la discoteca, al parecer el sujeto que había sido empujado sobre la mesa era
nuestras distintas areas de entrenamiento, mi telefono se resbaló de mis manos, ahogué un g
od
¡MI TE
rma todavía faltaban algunos por abordar el autobús. Ágilmente agarré la pila, y caminé det
win hablando con Ch
etwin-, ¿no se das cuenta de
ores –le replicó Char
no lo ponen en pelig
de hablar, como si se tuvieran resp
muy
o Letwin giró su cabeza hacia mí com
er
ba como esta
na con los dino
bajando la mirada para encajar la pila y la tapa de mi celular, por suerte la pantalla de esta no se había estre
car
ntes evidentemente sin ver a nadie, y los miré
parecía realmente peligroso en ese momento y recordé el
o o d
taba
mi voz se escuchara firme, pero f
tados en sangre e hinchados como si tratara d
ra me hablab
da. Algo que me gustaba de mi, era que a pesar de que me emborrachab
o el leve dolor en mi cabeza, por un momento sentí que me desmayaría, hasta que comenzó a apaciguarse y atrajo cada recuerdo, eso fue
me había v
r completo en la cumbia y mi premio e
win alzó una ceja con una
rachan y no se acuerdan
y se miraron como si hubie
el ceño algo extrañada por su actitud, algo extraño estaba pasando... pasaron de casi pelearse a golpes a ser los
ajena a algo importante p
día evitar pensar que había algo que estaba pasando por alto, como si no pudiera reco
a
la tapa del váte
a se
an de parlotear distraídamente, como si ya estuvieran acostumbradas,
a manera graciosa, como si escuchar heavy metal, me ac
n e
talla del ordenador la cual tenía varias codificaciones de programas, é
mullo de la musica, se colocó de rodillas y se agarró de la mesa donde estaban los controles d
sastrosa atac
a vez porque no era una presentación, sino una disculpa, él me sig
el suyo bailar, si todos respetamos
sentí como si mi profesora me hub
illas rojas de vergüenza, me cambien a mis pantaloncillos de leggi y a mi camisa de tirantes, aquí había calefacción, p
profesora de baile anterior, era su amor o alma gemela como decía él, en
inaba que el chico amargado era Mathias-, cuando Sasha se comenzó a trastornar por completo, él siempre estuvo a su
ra,
con un c
cerrado porque comenzó a tener síntomas típicos de la esquizofre
gué mientras todas comenzabamos a tocarnos la
zó a ver cosas que no estaban allí.
recía doloroso pensar que aquella persona a la que amabas y confiabas plenamente, intentara clavarte un cuchillo en el pec
rte, donde comenzaban bajando de las telas de arriba, desarrollando la danza aerea, luego basada en una coreografía (que era una de mis favoritas en la academia de baile) les enseñé los movimientos, no nos tomó ni cinco minutos
ada, y las chicas estaban emocionadas porque era algo nue
fos, aunque no me atraía totalmente la idea, dejaba que ellas hablaran. Subimos a nuestra habitación, y Delia, Pau
ideraba mis amigos, me sentía parte del equipo, solo efectuando a una muchacha llamada Laura que era muy odiosa conmigo, era asistente de Rodo
upuesto me negué, porque, uno: Hacía un frío infernal por la tormenta de nieve, (aunque a la piscina le había
la so
leer hace meses pero que jamás lo hice, era interesante, trataba sobre un mundo fantasios
verdadero amor, y estaba segura que el supuesto amor que tenía la protagonista con el sexy vampiro misterioso que acababa de aparecer, no era más que sue
do de no tropezarme con nada, me dirigí a la ventana, arrimando las cortinas hacia lo
llo?, cerré la ventana para que no entrara el frio ni la nieve, caminé hacia el baño y descubrí que tampoco encendía la luz, ¿tal vez una fase se había caido?, tendría que salir a hablar co
achas entraba y darle un gran regaño, pero no había nadie, un escalofrío me recorrió cuando de repente la puerta se cerró con la misma fuerza, me senté en la cama que se encontraba a mis esp
uede estar p
bajé un poco la sabana y comencé a pasear mis ojos por la habitación, tuve un recuerdo de hace 14 años atrás donde hacía exactamente lo mismo cuando despertaba de una pesadill
ollar de buho que me había dado mi abuela, cuando me l
dad en cualquier momento me atraparía, mi collar de buho resbaló de mis manos, pero yo seguí corriendo hacia mi objetivo, impensadamente sentí como
ía la presencia de algo ahí queriéndome atrapar, me levanté y por su
si se gozara de que no tuviera escapatoria, besé mi búho y lo mostré a lo que venía hacia mi,