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Historia

Capítulo 3 Capitulo 3: Aventura de una noche

Palabras:3027    |    Actualizado en: 29/12/2022

ítu

nocidos hasta q

y todavía no había lla

do para hacer cosas arriesgadas, como para irme a un

, celebraban el hecho de que hubieran hecho seis operaciones en la clínica en tres día

la noche mientras yo terminaba d

uché que murmuraba una mujer, agarré el control de mando y le subí volumen, reconocí que era la señora McKlein, era la esposa del

lado de la ciudad y de los pueblos cercanos vinieron!, la gobernación debió sab

noche del viernes mientras pasaron un video de lo sucedido, fue grabado por la cámara de un

ia de seguro

ntra su hombro, me encogí un poco cuando mi cuerpo en la televisión impactó contra el suelo, e incoherentemente me llevé la mano a mi cabeza como si sinti

tr

o grasoso y mi cabello; hecho un nido de aves-"...yo estaba en trance, y s

visor, yo le había dicho lo ocurrido, pero no quería que se preocup

cada centímetro de mi cuerpo haciéndome sentir incomoda. Ella tenía u

enojar siempre me llamaba como otra ciudad o país, solo esperaba que no

do de ti, ríete de sus chistes y si te pregunta algo no seas cortante... y lo más importante adúlame en cada oportunidad que tengas. Tal

una tía normal no le dice

do con nadie, me la paso todo el día trabajando lo mínimo

de seguro que no m

lo h

hacía era colocar música hasta no escuchar mis pensamie

s fiesta universitarias y con tu madre nos escabullíamos a las mejores discotecas, ¿Cómo crees que conoci

una adolescente desenfrenada que te de dolores de cabeza o que actúe como P

ofunda respiración ante lo que me fuera a decir- Escucha, no te estoy diciendo que seas una zorra y que te acuestes con todos en la universida

dad el año pasado y cuando volvieron a la realidad, mi tía descubrió que el sujeto era un estaf

Porque cariño, luego de que seas vieja como tu tia Wanda solo te quedarán los recuerdos de que viviste aventuras estúpidamente increíbles con personas que aunque no

a Wanda, esta vez

a Fra

ama, se arregló el escote

ejera -se dirigió a la puerta-, vamos,

éz me había dado, la había guardado bajo la almohada, y marqué. No estaba pensando en ese momento y l

soy Francia Miles y q

- - -

portaban como ricos estirados de clase alta, el doctor dijo que tenía unas cuantas botellas en su casa y que podrían ir para allá a "compartir", me parec

era...

cine viendo una película en la enorme televisión pantalla plana, era sobre una invasión extraterrest

observando que se trataba de Estefan, el h

racias

reto cuando en un momento estaba distraída. Sus ojos eran al igual que los de su

a mi lado cuando

se andan como e

músculos del protagon

notando que tenía alcohol, debía tomarl

ico intentando hacer conversación conmigo cuando

sorbo a su bebida lucía i

ía como si ya hubiera perdido el interé

á en casa -tomó nuevamente un sorbo

también volví a centrar m

ra humanos/aliens los cuales no tenían todos los poderes de los alienígenas, solo el de súper fuerza, rapid

o de sexo en la playa, pero Estefan no se quedó atrás, se había quitado los primeros botones de su camisa y se la había sacado fuera del pantalón, se reía y comenta

ambos miramos los créditos

eso? -Gritó-, la m

que él-, toda una guerra y cuando por fin ganan el

! -Dijo Estefan sin creerlo toda

gar por mi mareo y porque bebí sent

uno -me encogí d

s lobo, Mario Bros -me sonrió, y debía de admitir que tenía una sonris

estábamos acercando o estábamos más cerca no estab

arganta reseca-, ¿eso no te vo

go así como -se inclinó hacia m

el mismo aire y sentía e

rar su boca-, o sea que si te llega una

nó de acortar el espacio pegan

ños su camisa y lo atraje hacia mí, sus manos fueron a mi cintura atrayéndome hacia él y mi cuerpo parecía tener mente propia, me alcé acomodándome sobre sus piernas y él gimió cuando me menee sobre su cremallera, no

a otro siti

omento, ¿por qué no simplem

eja, él rozó su nariz con la

ha para querer seguir en esto con

que no tengas problema en que tu tía y mi pa

e pens

eran suaves y cómodos, sabían a dulce de manzana, en un momento me mordió el labio inferior deján

s dirigimos a su habitación, al pasar por la sala vi a mi tía Wanda montada sobre una mesa y el doctor Chester sentado en una silla viéndola bailar,

os muñecos y peluches de felpa en la cama de Estefan,

os -se justificó al ver lo que yo veía-, se

h

nes? –indagué

2

bastant

uilibrio y se acostó en la cama abrazando uno de los peluches t

grad

su lado sin saber exactamente si me iba a b

llí me di cuenta de cuan borracho estábam

u cabeza en

erdido de algo, ¿No venía

íbamos

hueles a mi m

ra nada

o de modo que él metió su cabeza en el hueco d

te, no hab

ón y yo que

temente-, hueles bien, e

nto pasamos de ser unos adolescentes con hormonas alborotadas a ser h

murió al

comencé a acariciarle el cabello-, ella nunca más me llamó, nunca más la vi, me gusta creer que en realidad

ebía de hace

ez él era a

mente cometió un error, un grave error... tal vez no sabemos su

razo por mi cintura, yo lo besé en la

entamente, mi tía Wanda salió para esperarme afuera, de seguro pensó que estaba desnuda, observé a Estefan y supe que tras esa apariencia de hombre sexy y seguro, se escondía todavía un

a con detalles de lo que hizo con el doctor Chester en su habitación dejándome asqueada y la vez asombrada de que de verdad lo hubieran hecho 3 veces

a que yo era la

r esposo era un idiota que la golpeaba, por culpa de él tuvo tres abortos y quedó estéril, su segundo esposo fue un imbécil que la

ya estaba harta

os próximos cuatro meses y no había arreglado nada. Cuando ya tuve todo listo, le escribí una carta a mi tia, explicándole que viajaría con el circo Furléz por

a que no me

l lado mi carta en la cocina. La bocina s

o. Me repetía mientras observaba por la ven

e mi aventura que no sabí

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