Una noche sin estrellas

no había nadie, pero sabía tenía esa extraña sensación de ser observada. Aparté las sábanas a un lado para sa

abu

ue según su teoría le quitaría las arrugas, aunque no era algo que hubiera com

con la cabeza en respuesta, pero era algo com

mi respuesta siempre sería "si", er

e lo habían llevado, y debía salvar a Spaik de aquellos que llamaban muertos. Entonces el niño Tobi excavó un hoyo tan profundo que llegó al volcán de la dios

ranquilizaba. En ese momento jamás pensé, que esa hi

años

afueras del instituto escuché una extraña música de circo, joder, odiaba esa clase de música que parecía sínica, pued

iosa por naturaleza, una pequeña camioneta, con afi

A VENEZIA!, ¡ESTA NOCHE EN FUNCIÓN GRATUITA C

le hubiera preguntado-, está amenazada por la gobernación, porqu

eso tanto

ía que a la gobernación le molestaba el hecho de que los alcaldes

nuó-, la gobernación los

odiaba los circos, bueno, no tanto odio, sino tal vez desinterés, ¿gen

ra exactamente el alma de la fiesta,

ue alcance, en el hotel de mi abuelo ya sabes, el Jorge Venezia, el más grande de l

e fuera tan petulante, bueno en realidad odiaba a todo el mundo, nunca lograba llevarme bien con las personas

Me valía mierda la gente y el mund

hacía muchos años, sus acrobacias e ilusiones eran algo fenomenal, o por lo menos eso vi en la televisión. Eso explicab

ando entró el profesor y por fin p

uis apareciendo a mi lado cuando bajaba el ú

dos, me refería a que solo sabía que se llamaba Luis. Aunque en realidad yo no tenía...

y no entendía por qué se me había acercado en primer lugar, creí que

icas -explicó dispuesto a seguir haciendo conversación-, sol

o de los simples mortales que de

elos por no ser

de mi lado hablando de lo que fuera que pasaba por su mente, ya me estaba mareando, no quería seg

tamente alguie

ando nos detuvimos frente a mi casa, noté como pareció nervioso y me

e to

tocaran. Miré el agarre que tenía en mi muñeca

mana trabaja en la alcaldía y está en el equipo que organiza el evento d

h

invitand

o? Yo no era precisamente la mejor compañ

tis? -Dije dudosa-, ¿pa

solo preguntaba por curiosidad, prefería mirar el techo ant

esas parecía que era una sola, casi como una oruga moviéndose. Apreté los labios para evitar reírme de mi absurdo

jo- paso por

pera un

salió corriendo tan rápido que apenas vi su reflejo al

er

daba escalofríos, no me gustaba esos lugares con exceso de gente

or burlarme de

nde nadie escuchaba ni observaba lo que realmente p

arreglé para variar, salir de mi rutina de leer todo el día podía ser bueno, me consideraba una persona gr

que era un pan blando y seco

me atrapaban, cerré el libro y lo guardé debajo de mi almohada, me miré en el espejo por última vez, debería estar emociona

dije que prefería ver e

ense

ue estaba

el dije era de oro y me lo podían robar. Recuerdo las palabras de mi abuela al regalár

mano, agarré un lápiz de la mesa donde se e

desbloqueó la puerta, así que dejé el l

lizando sus ojos marrones por

lanzaba un abracadabra y Luis se evaporaba frente a mis ojos, el

que estaba feli

iario para ir a la universidad, con unos zapatos deportivos y una camis

a, ¿en serio te est

modo silencio llenado por una leve música de Maroon 5,

no lograba saber con certeza si lo había

ije -,

un circo, dejé de escucharlo cuando me dijo que el payaso lo hizo llorar y

equeño quería venir a ver este circo, lo ve

a mi hermana le gustaba, no porque yo quisiera. Como dije

a yo, Tragándom

ra, y habían sillas identificadas con números, habían como ochocientas filas, la tarima se encontraba al fondo, donde normalmente hay gradas, pero esa parte no estaba habilitada, supuse que lo querían a

ron, realmente este tipo no paraba de hablar y hablar, así que preferí distraerme viendo la de

ra la mejor compañía y est

odos aguantaban la respiración, creo que hasta yo la contuve. Comenzó a hacerse m

RA... RECIBIR... A

r el escenario, tenía las manos detrás de su espalda y se deslizaba como si se tratara de unos patines, el fondo oscuro tenia efectos porque cada vez que él hacía una p

e arrepentía de haber salido en

con un bigote como Hitler, comenzó a contar chistes, haciendo que su sombrero

del hipnotismo, ¿cierto M

ompletamente asombrada cu

ría pu

o la impresión de ser algo así como un cavernícola, no me iba con eso de los cavernícolas ni del machismo pero eso no tenía nada que ver aquí, joder estaba

el mundo se alborotó y más de una chica gritó "No necesitas ni rec

a lo mejor era su número de la su

o si resolviera un problema

le raíz y colocándole un 0 sería:

que dijo, "la silla 810 pase aho

siquiera la oportunidad de participar. Los comprendía, yo nunca tenía suerte para

o Luis soltando una carcajada, me uní a su humor

rostro en ella ¿Por qué me enfocaban?, sentí como al

i

r

a

mocionado que yo, lo miré y luego me levanté para mi

hora en adelante llámen

o sabía el plan y que e