img Una noche sin estrellas  /  Capítulo 2 Capitulo 2: Acto de circo | 22.22%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Capitulo 2: Acto de circo

Palabras:3433    |    Actualizado en: 29/12/2022

ítu

de

onde todo estaba oscuro y lleno de gente, tropecé con las escaleras pero me erguí ráp

observaba la cantidad exagerada de personas en la gradas y en el á

era como si me

de Hitler dio zancadas hasta irse

damente atractivo, pero de cerca parecía una especie de dios del infierno, puede que el maquillaje lo hiciera hacer lucir así

jos de él, era... com

ndo mi mirada se encontró con la suya, casi olvidé re

ión de que podía meterme a nadar allí, de pequeña jugaba a retos de miradas

eó varias veces hasta parecer

ntido lo m

túpida, no po

nes con la mirada

alló en carcajadas,

oso, muer

tan rápido que intentaba seguirlo pero era casi im

cho?, era increíble y que yo dijera q

jaban allí tenían un talento extrava

onrisa que parecía siniestra en su

cabeza todav

ncia, ¿sab

, no desde aquel dí

ió-, todo el mun

o, ¿en serio me iba a hacer bail

mandaría

ía subido sol

me el paso podrás pedirme un deseo, cualquier

qué d

en el público gritaban y me decían cosas hasta poco aptas par

también quisiera

papas fri

ra estaba allí otra vez-, bien, pero si no logra s

za algo dudosa, y

le pregunté, mi voz so

? –Repitió para que el público no

h

sentada de espectadora, también estuviera gritando y emocionada para que la c

e el público reaccionara de esa manera, a lo mejor d

ie

IER

un reggaetón extraño, ¿era enserio? Odiaba

i todo así que no

ra, paso, paso -d

e movía muy bien y sentía que estaba a punto de

no er

lm

mi culpa qu

té im

hora ¡Cambie

, colocó sus manos sobre mi cintura acercándome hacia él y ya podía comenzar a gritar hacia mis adentros, nunca me

vista hacia sus ojos azules, él mantenía l

mano y me pegó en la cabeza con la

qué ca

aba vueltas de ballet sin detenerme, la punta de los dedos de mi pie tocaba apenas el suelo con el elegancia de una bailarina, mien

, no podía creer qu

un disparo, perdí el equilibrio, caí impactando co

*

abía p

mi vena, pero era la antítesis de lo que yo creía; estaba sentada en un mueble, echada hacia atrás, debí haber tenido la boca abierta porqu

e recordaba haber estado en

sujeto de bigote de Hitler que ahora no tenía zancos y lucía seriamente enano tal vez menos de un metro, un muchacho de gran altura y músculos, el cual sorbía su nariz ruidosame

a señora-, soy Elizabeth Fu

y Thanos, vine par

e pareció un largo rato, mientras las preguntas comenzaban a

ida dueña

oños- sabi

e había

e esta

descubriendo mi voz más

espondió la señora Furléz-,

eg

nilla; tallado como porcelana, su porte era de modelo, sin mencionar que

olía nada, y me encontraba perfecta, a meno

er

llevo aquí? -

ni siquiera le había

él no me miraba solo estaba acostado horizontalment

ras -dijo la

h

túpida, pero entonc

ocurrió allá afuera?, aquel much

se desmayó de la impresión, pero ya atraparon al muchacho que c

ue era prácticamente normal p

i c

iernes por la noche pero ya

Furléz curvando sus labios en una leve sonrisa que en su rostro lucía tensa, como

palabras, no podía decirle esas cosas a la dueña del circo-. Excepto el truco de Mazo no

ue realmente solo

ves más bon

der el tiempo y borrar mis comen

ortales, por eso hemos presenciado varios atentados, siempre lo hacen en nuestros remolques o en nuest

er que nadie le hizo gracia me aclaré la garga

presaron al hombre que con tan

acato>> disculp

bía que la señora Furléz no tenía mucho sentid

ntándome de la silla-, fue un placer haber

lo que ya era por sus tacones de punta, Rodolfo (bigote de Hitler) t

, en lo que pude averiguar est

U

ban averiguand

endo el ceño leveme

staba en su bolsillo, y allí salió todo sobre u

to, un m

t

hubiera imaginado, y tampoco planeaba plantearme la idea, estar en un circo era renunciar a la vida normal, ser un artista, donde viajabas y recorrías el mundo s

ía W

a, era prácticamente lo mismo, pero ¿de verdad sería capaz de dejarlo todo por irme con un circo

dad -murmuré-, ¿q

r que conside

esta vez mostrando sus dient

ro no de la manera en la que me gustaría, quiero a alguien profesional que las

á

en el circo cl

aba la cám

universidad y... -comencé a decir

s en diciembre, todos tienen vacaciones,

meses,

sta noche señorita Miles, estaremos en la ciudad hasta el lunes, para una presentación en Senda Otoño. Si qu

ecido tal cosa, mientras guardaba la tarjeta con su número en

o

guna m

ciudad donde para ser alguien debías graduarte, ganar mucho dinero para vivir a la altura y formar una familia, si me iba al circo y ab

o

Furléz-, escolte a la s

a -dijo

pero la señora Furléz me agarró la muñeca, joder, como odiaba que me tocaran, además su

ene, esperando por algo, una aventura, todos merecemos

rfecta dentadura y me soltó, afirmé con l

eso fu

un cuando sabía que podría ver a ese ch

a e insípida m

ada, en otro salón con la puerta abierta descuidadamente; observé a un grupo de muchachas cantando, y bailando alrededor lanzándose lo que parecía

a... colori

por ahí, para que no nos atropellaran, ellos traían una enorme cava en sus hombros (con cerveza me imaginaba) y arriba d

siada alegría, no ib

co considerando el hecho de que tal vez no me escucharía. Casi sentí el impulso de decirle: "¿

os me miraron por unos segundos, seguidamente soltó lo

imagina

-, ¿Mazo está bien?, no pude ver qué ocurrió, p

o pareciendo agotado

todos los días. Antes de darme cuenta alguien me abrazaba, y solo

nuevamente y me besó en los

w

Voltee para despedirme de Rodolfo, pero ya se había ido, solo quedaban unas pocas personas en el estacionamiento, algunas beb

tro? -dijo Luis pareciendo apen

bien, no sufrí ninguna lesión -obvié la parte en la

uy quieto mientras la gente corría, luego observé a los policías caerle encima al hombre que disparó y llevárselo, después solo salí y

él está bien, me lo dijo Rodolfo, es

me contestara, una intensa luz iluminó mi cara casi dejándole ciega, v

ncia

ñora que al parecer quería entrevis

do según tu perspect

ancearse en direcciones diferente por el viento, daba miedo el tan s

sa luz de mi rostr

para que se vea bien

ella me siguió colocando el micrófono en mi boca,

me tenía

en trance, y solo sentí el impacto cuando mi ca

alejarse se p

ado que recibió un buen trato por

dejarme en paz, así

que ponían en todo mi rostro-, la v

Furléz?, tal vez cuando estaba inconsciente, no me las imagi

ón tienen us

mente iba

reportera alzara sus delgadas cejas con picardía al no responder su pregu

omprobado que

- -

y la verdad no me había importado ni siquiera estar sola, pero no me apetecía leer, no me apetecía escribir, solo quer

dijo la señora Furléz, porque por primera vez desde que quedé huérfana, no quería estar sola, no me hab

llos en mis vacaciones algo así como unos meses de prueba, necesitaba encontrarme,

ve erro

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY