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Historia

Capítulo 8 Capitulo 8: La fiesta

Palabras:3092    |    Actualizado en: 29/12/2022

ítu

ay r

bia apenas vestida con un top de lentejuelas y un

ro musculos en un cuerpo deslumbrante. Al acercarme a la mesa redonda llena de vasos llenos de liquido azul, los q

e, coloca la bola en su cabeza y la tira hacia los vasos, despues si cae en un v

trabajaban en el circo y esto debía ser pan comido para ellos. Segundo que no había comido

almente, ¿por qué? porque estaba cansada de ser Francia la aburrida, debía dejar d

demasiad

bolas que usaban para el juego, lucía realmente bien con su ropa negra, su camisa dejab

ró, sus ojos azules mostrando preocupación-

estida como prostituta-, n

saber a qué ateners

ar

muchachas, ella era la ex de Letwin o el intento de r

fuertes –dijo otra ch

ombros. Seguidamente me colocó una bola en la cabeza y se me cayó, la

omenzaron a gritar: "¡

ué me

ra demasiad

odos gritaron una ovación, y Kiara me acercó el vaso, yo tragué un poco y se lo devolví. Era el turno de otra muchacha, luego otros cuat

Charls me colocó la bola en la cabeza, yo me agaché y me erguí otra vez, pero descubrí que los vasos estaban como los habia visto antes: muy lejos com

to me pasaba

racha de cabello grasoso- d

hacer de un stripper?, ¿desnudarme en me

o grasoso-, a ver, que puede ser algo más fresita... ¡ya sé

ella recién destapada de contenido rosado, y todos comenzaron a gritar: "¡Fondo, fon

pente me sentí viva, así quería estar, disfrutando de estas chifladuras que estaba segura no se repetirían. Me hub

ación hacia mi, yo tambien grité y alcé mis manos con alegría, sintiéndome realmente despierta.

n, todos gritamos y nos dirigim

sus grandes brazos, los demás hombres que jugaban con él tenían sonrisas tensas, a lo mejor i

igos alocados, y ahora me arrepentía verdaderamente, esto era diversión

las melodías, no había bailado desde que salí de la academia de baile o mejor dicho; desde la presentación del circo en Pequeña Venezia. Me arrepen

como luces bajo los reflectores, atrayéndome hacia él. Agarré el cuello de su camisa deslizando mis manos hasta el otro botón, se lo abr

a su cabello, él tambien sabía bailar, seguía mis movimientos, congeniábamos bien. Me volteé agarrándome de s

olerlo (así de rara me ponía el alcohol), así que acerqué mi nariz a su cuello y antes de darme cuenta lo mordí, suavemente,

, el DJ dijo que era un momento recreacional, donde debiamos seguir la coreografía de las m

el DJ mientras la musica expl

el paso? –Dijo Charls-, claro

mbia, pero uno: se vería mal que una profesora de bai

ia la estúpida

me debes

que quiera –ofreció gritando a

quiero –le grité de vuelta, él sonr

as demás personas: estaba horriblemente perdida, mis pies se descoordinaban, mi unico consuelo era que los ot

colocó una electronica para

Uno de los del equipo pasaron una botella, yo le di un trago para pasar mi derrota, se lo pasé

, alzando una de sus casi inexi

ste qué

ento y me dejé absorber por sus ojos azules, mientras él acortaba la distancia entre nosotros, sus labi

, nuestros cuerpos se fundían con la musica y nuestras bocas bailaban de la misma manera, enredá

rasoso interponiéndose entre nosotr

pequeños y flacuchos b

U

bros, no me sentía de ánimos de ser Francia la aburrida quien en este caso estuviera pidiendo perdón, me daba igual si terminaban

botella de las manos y colocandola en la mesa cuando terminé de

e sentía un poco mareada, pero no estaba totalmente b

ándome una botella de vodka que se encontraba varada en una mesa, eché una mirada hacia abajo viendo a todas las personas bail

me estaba cuidando de que no me emborrachar

r las caderas siendo consiente de que lo intentaba seducir, su mira

orta a ti lo

ero esta pegando su boca de todas las botellas

que él me lo arruinara. Lo agarré de la camisa gris que tenía puesta y lo empuje hacia la barandilla, él me miró con desconfianza sin sab

manos a su cuello y él automáticamente colocó las suyas

a, solamente era yo y la musica, con algui

y me miraban de una manera extraña. Cuando la canción acabó y comenzó otra, pero ya no bailaba, había algo en él, no sa

rmonas revueltas

s botellas, el hechizo se rompió y fue como si me hubieran arrancado

bre lo hubiera empujado, de repente en cuestión de segundos el hombre sacó un arma, el d

ron en su cama se escucharon los ronquidos de oso que no eran dignos de esas mujeres. Yo en cambio me quité las sandalias, y me despojé de mis ropas para coloca

tre abrí los ojos apenas, mi mano tenía un pequeño envase sin etiqueta y mi cerebro daba la orden de que lo ingiriera, me sobresalté dominando mi cuerpo, ¿qué pa

algo se acercaba a mi, lento y oscuro en la noche tenebrosa, sentía que si no saltaba eso me atraparía, con el corazón latiendome

mano aferraba algo y no era mi almohada de búho, abrí mis dedos descubriendo el

tener mis actos, como si algo me estuviera controlando, cuando ya lo había ingerido todo,

*

o de ese frasco raro, pero no lograba ver el envase, por lo que me debatía si lo había vivido o lo había soñado, no estaba loca, yo

ceño, es

más raro

blancas sabanas, verdaderamente eran un desastre, las desperté suavemente y ellas dijeron que colocara música a todo volumen a las 7:30 q

e saqué mi tablet y busqué en Youtube los bailes de la profesora anterior del circo Furléz, era lo

e, pero me di cuenta de algo, todas tenían expresiones frías, la que supuse era la profesora anterior parecía realmente perturbada, su rostro pintado no le daba la magia que nec

al coro fue suficiente para que todas se levantaran como robots desorientados, comenzaron a bañarse, otras ni siquiera se dieron una ducha,

ca anoche debido a que tenían lentes y rostros hinchados. Dama entró cuando ya todos estabamos sentado

urléz –dijo Dama tan

ando las palabras. Dama frunció el ceño

aron sus tazas en la silla y se levantaron, yo los seguí, pero cuando todos hicieron reverencia me quedé

o la señora Furléz-,

e ahora estab

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