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Historia

Capítulo 5 Capitulo 5: dando clases

Palabras:3182    |    Actualizado en: 29/12/2022

ítu

ones cuando por fin llegamos a Senda Otoño. Aturdida y con el corazón en la mano, me se

meda y horri

a una cal

í, sus manos sobre mí, ¡uff!

podía creer lo espectacular que eran las calles, este

comen

amplio con el modelo de estructura de un castillo, todavía no sabía en qué

do la nieve que descendía lentamente sobre los edificios, por suerte para mí, dentro d

eció a mi lado, tan esplendida como si

ar pensar que había todo un mundo afuera y yo seguía guardada en la caja donde parecía que la vida

usted siga pensando eso cuand

ginaba seguir con un ci

qué me quiere aquí?, es decir no me conoce, y no s

uno de sus actos, sin embargo cuando la miré por el reflejo de la ventana empañada por la nieve, me di cuenta

hibida que estaba y dije: "esta señorita es realmente tímida", pero luego vi que no le dio pena desenvolverse con Mazo, bailó sin miedo y en su rostro v

los musculos de Mazo... pero lo admitía, ella pudo ver a través de mí, est

salió de mi boca antes de que me diera cuenta. La se

habia notado ahora que estabamos

remos una gran presentación para año nuevo, estas tres semanas y media, usted junto a su equipo, ensa

ver como confiaba en mi,

mos una reunión en el auditorio del hotel. Ahora, como usted no sabe nuestra dinámica, le explicaré que siempre nos hospedamos en las suites

r de

con letras doradas que decía: <

e de que la habitación esté ordenada y de

ponsable?

ué alzando las cejas, no se me daba bien

n pez, se llam

de la cocina y se lo c

nueva profesora de baile del circo Furléz, el circo donde asisten más de diez millones de personas en un acto y ha ganado

e guiñó el ojo, no hubiera creído que la

que me retiro. Hasta luego señorita Miles y bienvenida a su a

esto sería

r con quien compartiría habitación. Llegué a mi piso solamente acompañada de una señora de aparienci

en otro país viv

lumbré que alguien apareció frente a mi o tal vez siempre estuvo ahí pero no lo vi, me d

cto F

estúpid

an manos realmente grandes y rasposas, descubrí que él intentaba luchar con

me caí, qu

iración –dijo-, yo también hago lo m

verg

casi de inmediato cuando me di cuenta que a este c

pecas hacían que sus ojos azules lucieran verdaderamente inte

en la t

cómodo al ver que lo estaba mirand

rando a otro lado-, es solo que t

poco, como si hubiera

te su mano y yo la e

o -Sonrió-, mejor

mom

Q

az

h

dantes, de hecho casi no tenía cejas, y su cabello me imaginaba que también se lo pintaba para

l de bueno qu

brada-. No sé si te acuerdas de mi, subí al e

e: "Casi nos asesinan juntos

mi acto casi nos hieren cuando dispararon. Sin c

llas se sonrojaron cuando di

itas –dije recordando lo que hab

ole? bueno, yo no sabía coquetear,

n su rostro, no pude evitar notar que sus dientes eran

yunar y pedimos unas papas adici

ía que er

era una i

e ser paranoica a lo mejor solo me invitó por cortesía. Mi estomago g

te-, pero déjame ir a mi h

l pasillo, él me agarró

s estaba

ero extrañamente a la ge

te niegues a que te brinde el desayuno, es parte de l

a brindar –sonreí dando media vuelta para co

ensar yendo por un helado más tarde, al frente del hote

ran ideas mías, es decir apostamos, él perdió y

bes que ambos es

co que me parecía atractivo, yo

Senda Otoño? –pregun

enda Otoño el circo Furléz es realmente famoso

estaban varios del equipo Furléz desayunando, cuando Cha

r era alg

ida y nos sentamos e

llamarlo cita. Aunque no lo

í, viajando con nosotros? -Comenzó

e ofreció ser la pr

así añadió:- en la última reunión Dama nos dijo que habría

quí no había secretos y eso no sab

otra reuni

–dijo-. Dama dijo que solo estará 4

a Furléz les había dicho

a cabeza dura de pertenecer al

e seras buena en esto, y no te imagina las buenas corazona

aba en que tenían un puesto vacante, ¿acaso es

a preguntar, mientras dejaba mi plato vacío para so

hambrienta, pero al me

. Ella no lo hizo bien, comenzó a

r c

tar hi

orias? –me erguí un

ni siquiera ensayaban cosas nuevas... entonces una noche tuvo un accidente, se rompió la pierna, ella dijo que un fantasma la había

so se r

ora se vo

ees en es

eza-. No, nunca he visto uno y sinceramen

za, dejando abandonado la mitad

entre nosotros>>, eso por alguna razón me hizo recordar a la pelí

l se atragantó con su be

jo, solo era

no lo sé...

voso, ¿Qué

–seguí insistiendo, observando como

ersación, sí... yo tendía a causar ese efecto en las

verde –agregué sarcásticamente

iños que se portaban mal, entonces mi hermano murió y mi padre me dijo que los alienigenas se lo habían llevado por portarse ma

o era mu

uniste al cir

tado el circo y cuando tuve la edad suficien

n los ovnis -señalé el tatuaje de su b

, estaba borracho y me parecía buena idea tatuarme el nom

Zomb

idez-, ¿no extrañas a tu padre?, es decir pas

veces me pregunto como hubiera sido mi vida si no me hubiera unido al circo... -dejó su mirada perdida

oven –dije-, no debe

ngo

ayor que yo,

fec

tienes toda una vida por delante, nunca es tarde para renuncia

gino teniendo un trabajo ordinari

ta chicas en el equipo, cásate con alguien que consideres tu

los mazitos si

cia, lo acaba

e conc

con la cabeza como si hubiera co

quieres tu helad

o, así me sentí ayer cuando vomité, todo comen

-o

a vo

sada -dije a duras penas

pó, o los dos al mismo tiempo, n

ciendo que iba a ver la piscina, y yo subí a mi piso sinti

iera el número <<987>>, al igual que mi tarjeta, todo estaba correcto, ¿entonces por qué no me dejaba pasar?, me dejé caer en el

scuché- ¿te e

l piso del hotel,

n me solté de su agarre para entrar en el baño, caí de rodillas frente al retrete y descargué lo poco que h

nsar en quien me había ayu

alelo vino a mi mente, ¿Tan

a sentirme solo un poco mejor, bajé el váter y me lav

ntada al borde de la cama, mirándome

bella la qu

acosté en la cama más cerc

uró sentándose a mi lado, colocó su fría mano en mi frente, estreme

blar, quiero

ue abrió el lavamanos, y nuevamente estaba sentada

l de ambiente les afecta –continuó diciendo-. Fui asignada contigo, también Ana, Clara uno y dos. To

rerían la misma suert

y esta vez no

oltó una leve carcajada, de repente sentí su mano volverse cada vez más calie

abía

a no podía tener p

ron mientras caía inconsci

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