/0/14248/coverbig.jpg?v=01d56739adbf3dbae3de3aef48620761)
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
"Madisyn, te hemos criado durante años y nunca nos imaginamos que fueras capaz de tanta crueldad. Ya no podemos soportar tu presencia en esta casa. Debes irte de inmediato", declaró la imponente mujer frente a Madisyn Chapman, con una mirada llena de desdén y una expresión fría y amarga; su elegante y delicado atuendo contrastaba bruscamente con la dureza de sus palabras.
Mientras tanto, una joven que se parecía bastante a esta señora estaba sentada en el sofá, abrazándose con fuerza sus rodillas vendadas. Con los ojos llorosos, ella intervino: "Mamá, por favor, fue un accidente. Perdí el equilibrio y me caí por las escaleras. Ella no tuvo nada que ver".
Hace apenas media hora, Jenna Chapman, la hija biológica de los Chapman, se había caído por las escaleras. En ese momento, Madisyn era la única que se encontraba en el piso superior, así que todos creían que la había empujado...
Ahora, las miradas que los Chapman le dirigían estaban llenas de veneno y disgusto, un marcado contraste con su actitud de hace una semana, cuando se mostraron renuentes a separarse de ella.
Madisyn miró al suelo, mientras en sus ojos brillaba un destello de ironía.
Hubo una época en la que ella fue hija única de los Chapman y aunque nunca disfrutó del favoritismo parental, no le faltaba nada: sus necesidades básicas siempre estaban cubiertas.
Sin embargo, todo cambió cuando Jeffry Chapman, a quien ella consideraba su padre, sufrió un grave accidente y necesitó una transfusión de sangre. Las pruebas y exámenes médicos subsecuentes revelaron una impactante verdad: ella no era su hija biológica. Tras esa revelación, el hombre utilizó su extensa red de contactos para encontrar a su verdadera hija, Jenna.
Como la familia Chapman era una de las de mayor renombre en Gemond, la noticia no tardó en difundirse rápidamente. Para manejar la narrativa pública y preservar su reputación, ellos declararon su compromiso inquebrantable con la chica a la que habían criado por años. Afirmaron que la seguirían tratando como su hija por un tiempo, antes de devolverla con su verdadera familia.
No obstante, a puertas cerradas, sus planes eran muy diferentes. Solo estaban esperando a que la atención pública se desviara para deshacerse discretamente de ella.
Los Chapman culparon a Madisyn por todos los años de dificultades que había pasado su verdadera hija. Por esa razón, cuando esta llegó, sacaron a la usurpadora de su habitación y la relegaron a vivir en un trastero. No conforme con eso, la obligaron a realizar tareas domésticas, dejando en claro que su estatus estaba muy por debajo que el de los sirvientes.
Sin embargo, Jenna todavía quería sacarla de la casa, así que puso en marcha varios planes en su contra. Y sus padres se hicieron de la vista gorda; de hecho, apenas podían disimular su desdén por la chica a la que por años consideraron su hija.
Esos episodios acabaron con el afecto y las ilusiones que Madisyn tenía sobre su antigua familia; además, alimentaron su resolución para confrontar las injusticias que se le habían impuesto. Cuando la tensión estaba a punto de alcanzar su punto máximo, dijo con seguridad: "Me iré, pero no antes de aclarar las cosas. Me niego a seguir llevando la carga de tus malas acciones, Jenna".
La compostura de la aludida vaciló. Bajo la intensa y helada mirada de su acusadora, su cuerpo tembló visiblemente.
'¿Qué pasó con la chica que siempre era sumisa?', se preguntó, mientras un destello de maldad brillaba en sus pupilas.
'¡Maldita perra!'.
Ella era la heredera legítima de todos los bienes de la familia Chapman. En cambio, Madisyn no era más que una usurpadora que estuvo viviendo a sus costillas y disfrutando de sus lujos y comodidades.
En ese momento, tomó una decisión: tenía que expulsar a esa impostora de la familia.
"Madisyn, no tengo idea de lo que estás hablando. Desde que reclamé mi legítimo lugar, y nuestros padres me han dado el amor que me corresponde, he sentido tu inconformidad. Y a pesar de tus acciones, me he mantenido tolerante, pero hacerme esto a mis piernas... ¡¿Cómo pudiste?! Bailar es mi pasión, la expresión de mi alma. De haber sabido que querías tanto el puesto para la competencia nacional, me habría retirado de la competencia", declaró Jenna, con la voz teñida de confusión.
Su insinuación era clara: la había saboteado por celos.
La mirada de Phyllis Chapman, madre de la lastimada, se endureció al escuchar eso. Luego, habló en un tono lleno de desdén: "Hija, tú tienes un talento notable que Madisyn nunca podría igualar. Te ganaste tu lugar en la competencia nacional a pulso". Luego, se volvió a la otra y le dijo bruscamente: "¡Tú! ¡Empaca tus cosas y vete de inmediato!".
Parecía que la expresión usualmente sombría de Madisyn solo alimentaba su desprecio. En contraste, Jenna, siempre dócil y talentosa, brillaba intensamente a sus ojos. No tenía dudas de que era una verdadera Chapman.
En medio del drama que se desarrollaba, Jeffry finalmente rompió su silencio y habló con un tono de marcada decepción. "Madisyn, habíamos aceptado tenerte aquí hasta que el escrutinio público disminuyera, pero ante el terrible resentimiento que le tienes a nuestra hija, no nos dejas otra opción. Te devolveremos con tu verdadera familia hoy mismo".
En los ojos de Jenna brilló un destello de triunfo al escuchar que su padre hablaba de la inminente partida de la oportunista. En cambio, el rostro de la expulsada se mantuvo inescrutable mientras subía las escaleras para recoger sus pertenencias.
"¿Y si quiere llevarse todo?", preguntó después de un rato la hija de los Chapman, pues la prolongada estancia de la defenestrada en el piso de arriba la inquietó. Después de todo, cualquier cosa de valor que hubiera en esa casa le pertenecía a ella. No permitiría que una impostora se llevara parte de su riqueza.
Eventualmente, Madisyn reapareció. Bajaba las escaleras lentamente, con movimientos calmados y medidos. Cargaba una discreta bolsa negra. Durante su descenso, recorrió con su fría mirada la sala, lo que fue suficiente para que Jeffry se sintiera inquieto y desviara la mirada.
"¿Eso es todo lo que empacaste? ¿Qué llevas ahí? Muéstramelo", exigió Phyllis con sospecha; había fruncido el ceño al ver el raquítico equipaje.
En el acto, su esposo alzó la mano para detener su interrogatorio y dijo: "Déjala en paz". Estaba seguro de que solo se estaba llevando la tarjeta bancaria que le dio, en la que únicamente había cien mil dólares.
"Si tienes que revisarla, adelante", declaró la imperturbable Madisyn colocando, sin ápice de duda, su bolsa sobre la mesa.
Phyllis, incapaz de ocultar su desconfianza, no perdió la oportunidad de burlarse. "Tal vez te estás llevando algo valioso", murmuró, mientras abría el bolso. Sin embargo, adentro solo encontró un cuaderno, algunas semillas y un pequeño fajo de billetes, nada de los objetos de valor que tanto le habían preocupado.
Con el rostro rojo por la vergüenza debido a su falsa acusación, se enderezó y añadió con brusquedad: "Le pediré al chofer que te lleve a tu casa".
Jeffry, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros, metió la mano en su bolsillo y sacó una tarjeta. "Madisyn, cuando regreses, escucha a tus padres. Sí, son agricultores, pero... son buenas personas, gente sencilla. Deberías ayudarlos".
Ella contempló la tarjeta que le ofrecían con sus hermosos ojos. No perdió la calma al responder suavemente: "Cada uno tiene que cumplir con su propio destino". Acto seguido, empujó la tarjeta hacia el hombre; luego añadió: "Sin embargo, antes de irme, las cosas se tienen que aclarar. Jenna, ¿cómo fue que te caíste por las escaleras? Esta es tu última oportunidad para decir la verdad".
A la aludida le hirvió la sangre, enfurecida por la serena compostura de esa impostora, pues parecía elevarla por encima de los demás, a pesar de sus humildes orígenes.
¡Madisyn no era de una familia rica! ¡Solo era la hija de unos agricultores!
"¿Qué estás insinuando? ¿Que me aventé por las escaleras? Mis piernas son mi vida; son esenciales para que pueda bailar. ¿Por qué querría lesionarlas?", soltó, poniéndose más emocionada con cada palabra que salía de su boca, hasta que comenzó a llorar dramáticamente y colapsó en los brazos de Phyllis.
Justo en ese momento, un jarrón salió volando por los aires, directamente hacia Jenna, interrumpiendo su espectáculo. Sorprendida, la joven se puso de pie de un salto.
El silencio se instaló en la habitación, mientras todos la veían con sorpresa, incluidos sus padres.
Su agilidad había sido sorprendente, ¡¿pero no había dicho que no podía levantarse debido a sus heridas?!
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?
Zack miraba a Danna caminar por el jardín. Se veía realmente hermosa, pero ella no era una chica común. Su esposo se había divorciado de ella y había intentado asesinarla para evitar pagarle una suma millonaria en el proceso. Zack sabía que ella estaba en problemas, pero también que difícilmente aceptaría su propuesta. La vio entrar por la puerta con total tranquilidad. -Cásate conmigo. Esa es la única opción que tienes para salir de este problema. -Eres tan descarado... ¿Cómo puedes pedirme que me case contigo sabiendo que tienes una prometida? -Tú me conoces y sabes que no amo a mi novia. Ella es consciente de la realidad. Respondió el chico con tranquilidad. Así era Zack Vryzas, un hombre frío, sin sentimientos. Pero, a pesar de su fachada de chico malo, solo existía una mujer capaz de hacerlo sentir miles de cosas con tan solo una mirada. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia, cargada de amor, drama, humor y suspenso. ¡Gracias de antemano por leer mis libros! No olviden dejar sus comentarios, para mí es muy importante conocer sus opiniones.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Genesis Sousa, se convierte en la Esposa el Exprometido de su hermana que desapareció días antes de la Boda, Leandro Betancourt aceptó la proposición de tomar en matrimonial a la menor del Clan Sousa, sin imaginarse que aquella unión dejará a conocimiento la nobleza de la niña, pero todo cambia después de dos meses de matrimonio, de allí la maldad oculta dejará cenizas
Isabela Arriaga se ve atrapada en un matrimonio de conveniencia con Leonardo Arriaga, un hombre que la ve como una mera obligación, sin amor ni compasión. Casada por contrato, su vida se ve opacada por la presencia de Camila, la mejor amiga de su esposo, quien manipula y se burla de ella a cada paso. Mientras Isabela lucha por encontrar su lugar en una mansión que se siente más una prisión que un hogar, su marido sigue enamorado de la villana que la ha arrebatado no solo su afecto, sino también su dignidad. El tormento emocional de Isabela se ve acentuado cuando se da cuenta de que Leonardo la desprecia y prefiere a Camila. A pesar de su dulzura y sumisión, Isabela no es ajena a la frustración que crece en su corazón, mientras lucha por mantener la calma ante la manipulación constante. En una inesperada muestra de valentía, comienza a desafiar las reglas del juego, buscando ser más que la sombra que Leonardo ha creado a su alrededor. A medida que los celos y la posesividad de Leonardo salen a la luz, Isabela se enfrenta a la difícil decisión de vivir como una prisionera emocional o tomar las riendas de su vida. Pero, ¿es posible que el hombre que la desprecia también pueda amarla algún día? En un enredo de engaños, traiciones y manipulación, Isabela debe encontrar su propia voz antes de que su alma se pierda para siempre.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?