/0/14860/coverbig.jpg?v=d39a908cb8dc32c5441527ac37bd5c72)
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
"Divorciémonos. Te daré cuatro millones, más que suficientes para que vivas cómodamente el resto de tu vida", declaró Colton Stevens, caminando hacia su esposa, con expresión impaciente; su frustración era casi palpable.
La cara de Allison Clarke se congeló por un instante. Se clavó dolorosamente las uñas en las palmas, mientras intentaba mantener la compostura.
"Hoy es nuestro tercer aniversario de bodas. ¿No pudiste esperar a que termináramos esta comida juntos?", le preguntó, en un tono que apenas era más alto que un susurro.
Ese día llevaba el pelo recogido con una simple horquilla negra. Además, olía a humo y aceite de cocina. Unos cuantos mechones sueltos enmarcaban su rostro, dándole una apariencia pulcra pero sencilla.
Se suponía que sería un buen día. Había estado horas preparando todos los platillos favoritos de su marido, para celebrar su tercer aniversario. Sin embargo, en vez de recibir un gracias de su parte, él le exigía el divorcio.
"Incluso si hubiéramos comido juntos, eso no habría cambiado mis sentimientos por ti. Yo nunca te amaré. Además, Melany regresó. Es muy orgullosa, así que no tolerará esta situación", se burló Colton, con una mirada fría y distante.
No obstante, un atisbo de ternura cruzó su rostro ante la mención de Melany Johnson. Esa calidez nunca estuvo reservada para Allison, por mucho que se esforzó en conseguirla. Ella había hecho todo lo posible por él, desde cuidar a sus padres hasta sacrificar todo durante años, pero lo único que había conseguido a cambio había sido su indiferencia.
Melany era la dueña de su corazón; siempre lo había sido. Sin embargo, tres años atrás lo había abandonado. Rompió su compromiso con él y se fue al extranjero.
No obstante, parecían bastar unas palabras de ella para que Colton la aceptara de regreso y decidiera divorciarse sin pensarlo dos veces.
"¿Tu abuelo sabe sobre esto?", preguntó Allison, agarrándose al borde de la mesa, como si intentara estabilizarse ante una repentina ráfaga de viento.
"No creas que mi abuelo podrá defenderte. En este momento se encuentra en el hospital y no puede soportar ninguna clase de estrés. Además, mis padres están de acuerdo con el divorcio. De hecho, Melany se reunió con ellos hoy", contó Colton, tras soltar una fuerte y burlona carcajada.
Allison sintió que se le rompía el corazón y un escalofrío comenzaba a recorrerle las venas. Hubo una época en la que todos la aclamaron como una perfumista genial; también era una hacker reconocida y una diseñadora de armas avanzadas, buscada incluso por líderes mundiales. No obstante, durante esos tres años enterró todo rastro de su brillantez y se convirtió en el ama de casa perfecta.
Recientemente, había conseguido una invitación de Cobweb, la red de inteligencia más esquiva, con la esperanza de ayudar a la familia Stevens a cerrar un trato crucial. Una oportunidad como esa era casi imposible de conseguir.
Sin embargo, ahora todo parecía una cruel broma.
"Entonces, ¿Melany está en casa de tus padres?", preguntó ella, con la voz quebrada.
"Obviamente", respondió Colton. Al instante sonrió y sus rasgos se suavizaron; parecía que con solo pensar en su amada el mundo se volvía más brillante. "Acaban de cenar. Melany siempre se ha llevado bien con mis padres. Y ellos se han pasado toda la noche elogiándola; no dejan de decir que es atenta y comprensiva", añadió.
"Todos sabían que ella volvería, pero decidieron no decírmelo", murmuró Allison con la voz llena de incredulidad, mientras sus ojos brillaban por el dolor de la profunda traición.
'Atenta y comprensiva, ¡qué ridículo! Sus padres también me decían lo mismo', pensó.
"No fue a propósito. Seguramente el mayordomo olvidó avisarte. No empieces a crear drama donde no lo hay", respondió su marido, evidentemente impaciente.
De repente, el hombre la miró y, por un instante, su expresión se tornó de desdén. Allison siempre había sido hermosa: su piel impecable, sus rasgos llamativos, y, sobre todo, sus ojos brillantes y claros. Pero nada de eso importaba, pues su aburrida personalidad anulaba cualquier atractivo. Sí, era el ama de casa ideal y poseía todas las cualidades que podría haber deseado en una cuidadora para sus padres, pero vivir con ella era asfixiante.
Con una precisión casi mecánica, Allison planchaba la ropa y preparaba la comida todos los días. Su rutina era tan predecible que su marido nunca tuvo que preguntarse qué estaba haciendo. Ella era como una sirvienta perfecta: diligente y completamente dedicada al hogar.
Sin embargo, él se había cansado de eso.
"Independientemente de si aceptas la realidad o no, te vas esta noche", soltó Colton.
Vaciló al darse cuenta de lo duro que sonaba, así que añadió: "Puedes mudarte a Villas Starfish. Es más, quédate esa casa, es tuya".
El hombre había investigado los orígenes de Allison y descubrió que había nacido en un modesto entorno rural. Además, había dejado la escuela cuando era muy joven y no había visto mucho del mundo. Si no fuera por el hecho de que le había salvado la vida a su abuelo, nunca se habría casado con un miembro de la familia Stevens. Por eso, le parecía que ofrecerle una villa a alguien de un origen tan modesto era más que suficiente.
En ese momento, el rostro de Allison no mostraba ninguna gratitud, sino una sonrisa fría. "Entonces, ¿Melany se muda aquí ahora?", quiso saber.
La verdad, no le importaban ni la villa ni los cuatro millones que le ofrecía, pues podía ganar mucho más como hacker de primer nivel. Pero le dolía muchísimo que la descartaran como un trapo viejo tras tres años de lealtad.
"El cuarto del segundo piso siempre fue suyo. Ella regresó, pero no tiene ningún lugar donde quedarse, así que le ofrecí que se mudara. Si te quedas aquí, ella se sentirá incómoda", suspiró su esposo.
Allison no respondió, lo que encendió la ira de Colton, pensando que su cónyuge no estaba satisfecha por la oferta. Esa idea hizo que su frustración creciera. "No seas codiciosa. Siempre es bueno saber cuándo parar", comentó.
Acto seguido miró su reloj, evidentemente ansioso por terminar con eso. "Ahora que presenté mi petición de divorcio, tenemos que reunirnos en el juzgado en unos días. Será mejor que te prepares y contrates a un abogado para...", agregó.
"Sé qué hacer", lo interrumpió Allison, con la voz cargada de disgusto.
Su mente viajó a un recuerdo de su infancia: el periodo en el que estuvo ciega y en grave peligro. Un niño la cargó en su espalda durante tres días y tres noches, salvándole la vida. Él le había dicho que se llamaba Colton Stevens.
Ahora, después de haber estado casado con ella tres años, la misma persona le pedía que se fuera. No había duda de que el tiempo lograba cambiar a las personas por completo.
"Me voy", dijo Allison, volviendo al presente. Se levantó, miró a Colton con desapego y declaró con firmeza: "A partir de ahora, no nos debemos nada el uno al otro".
"Bien", respondió el hombre, soltando un suspiro de alivio.
Como si esa fuera una señal, el ama de llaves, Kaelyn Thorpe, apareció en lo alto de las escaleras, cargando una pesada maleta. "Señor, sus padres llamaron y dijeron que la señorita Clarke necesita irse de inmediato, así que empaqué sus cosas para... ¡Ay, no!", gritó dramáticamente la empleada, fingiendo que se torcía el tobillo.
Acto seguido, la maleta llena con las pertenencias de Allison cayó por las escaleras y su contenido se desparramó por todas partes.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
Ella era su propia persona y sabía exactamente lo que quería. Era dueño de todo el maldito asunto y pensó que podía hacer cualquier cosa. Ella tenía algo que él quería pero no sabía. Él tenía lo que ella siempre había soñado, pero no tenía idea de cómo lograrlo. Ella mintió por amor. No perdonó a nadie. Lo odió desde la primera vez que lo vio. Trató de destruirla de todas las formas posibles. Bárbara Novaes nunca imaginó que su apacible vida daría un vuelco de un momento a otro, cuando una petición en su lecho de muerte haría que su principal objetivo fuera entrar en la vida del CEO más conocido del país. Heitor Casanova nunca ha visto a una mujer tan persecutoria e insistente como Bárbara. Pero no se le pasó por la cabeza que no quería lo mismo que todos los demás: "él". El vínculo que los unía los obligaría a vivir bajo el mismo techo, con un único objetivo común: proteger lo que más amaban. ¿Es posible que la ira mutua se convierta en amor? ¿Admitirían los nuevos sentimientos que estaban surgiendo y que no eran capaces de aceptar? Y superarían juntos todos los obstáculos que se crearían para evitar que esta relación sucediera??? Mis primeros enemigos de amantes y CEO juntos!!! que va a hacer??? No sé. Quieres averiguarlo conmigo???
Un repentino giro del destino conectó a Helena con una persona prominente e influyente. A los ojos de los demás, parecía una tonta ingenua. En realidad, era una especialista de alto nivel, envuelta en capas de identidades ocultas. Charlie declaró: "Es bastante delicada y se hiere con facilidad. Si la traicionas, me traicionas a mí". Las familias de élite, vencidas por la destreza de Helena, le ocultaron estas verdades. Helena finalmente se liberó del control de Charlie, quien empezó a perseguirla en todo el mundo. Para él, ella era un pájaro de alas deslumbrantes, y su objetivo era ayudarla a alcanzar nuevas alturas.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!