/0/15238/coverbig.jpg?v=be35351beee26927aeb44c7ec33b43a0)
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
Era marzo, y las flores del peral de la residencia de la familia Elliott estaban esparcidas por el suelo, mojadas por la lluvia.
Dentro del salón, la atmósfera era inusualmente sombría.
Ese día se llevaría a cabo el primer desayuno familiar, desde que se encontró a la verdadera hija de los señores Elliot.
Sentada en su lugar habitual, Tricia no podía evitar la sensación de que algunas personas la miraban con sorna. Irritada, pero recordando su propia identidad, lo único que pudo hacer fue apretar los dientes y soportar la situación. "Jeremy, ¿cuándo podemos desayunar?", le preguntó en voz baja a su hermano.
Cuando el chico la miró, notó en sus ojos rojos el esfuerzo que estaba haciendo por ocultar su angustia. Sintiendo compasión por ella, tomó su mano y llamó con impaciencia a una sirvienta. "Sube y verifica si ya está lista".
Jeremy aún no se había acostumbrado a referirse a Danielle Gordon, su hermana biológica, por su nombre. Al notar la expresión de inquietud en el rostro de Tricia, trató de tranquilizarla en voz baja: "No tengas miedo. Estoy de tu lado".
La chica le sonrió con agradecimiento, y sintiendo una oleada de orgullo. Aunque no fuera la hija biológica de los señores Elliot, alguien en esa familia aún la apreciaba.
Tras una breve espera, una figura apareció en la escalera...
No fue que Danielle llegara tarde intencionalmente. Lo que sucedió fue que menudo se saltaba el desayuno y no era consciente de la importancia que los Elliott le conferían a esa comida familiar. Lucía elegante y hermosa sin maquillaje, en marcado contraste con Tricia, quien se había dedicado a arreglarse, en un intento de destacar.
Aun así, Danielle la eclipsó sin esfuerzo.
Abrumada por los celos, pero manteniendo una fachada de calma, Tricia dijo: "Danielle, ya llegaste".
La aludida asintió débilmente con la cabeza mientras tomaba asiento y sin decir ni una palabra.
En ese momento, el comedor se quedó en absoluto silencio.
Debido a la falta de respuesta de la recién llegada, los ojos de Tricia se llenaron de lágrimas.
La expresión de Jeremy se volvió severa cuando le preguntó a Danielle: "¿Por qué eres tan fría con Tricia?".
"¿Tengo que responder con una reverencia o algo así?", replicó Danielle, pues podía percibir la antipatía que la otra chica sentía por ella, la cual rayaba en la hostilidad.
Jeremy se sentía muy molesto.
En un intento de aliviar la tensión, Tricia declaró: "Jeremy, estoy bien. Quizás como Danielle acaba de volver, no está familiarizada con las reglas familiares...".
Esas palabras dieron a entender que esta era una chica de campo y que carecía de modales.
La aludida permaneció en silencio; decidió no responder. Ella era nueva en la familia Elliott y, aunque no tenía miedo, prefería evitar los conflictos.
En ese momento, sus padres, Steve y Rhonda Elliott, intercambiaron algunas palabras para aliviar la tensión. Poco después, por fin comenzó el desayuno.
"Danielle, he estado muy ocupado últimamente. Puede que nos lleve algún tiempo cambiar tu apellido", comentó Steve.
La joven asintió, entendiendo que los Elliott dudaban en darle su apellido. A pesar de que ella era su hija biológica, fue a Tricia a quien criaron, por lo que necesitaban considerar sus sentimientos.
Una vez que le dieran su apellido a Danielle, Tricia se convertiría en la verdadera intrusa. A decir verdad, llevar el apellido Elliot no le interesaba a Danielle. "Entiendo".
Sintiéndose aliviado por la respuesta de la chica, Steve por fin pudo relajarse. Luego, le ofreció más comida, pues una punzada de culpa lo invadió. "Danielle, come un poco más".
"Gracias, papá". La joven le agradeció, sin embargo, evitó comer lo que le ofreció, ya que no estaba acostumbrada a tales atenciones.
Tricia no pudo soportar verlos comportarse como una familia, por lo que de repente empezó a sollozar.
Danielle supo instantáneamente que la otra chica estaba a punto de armar una escena.
Ante eso, Jeremy dejó caer sus cubiertos y la consoló: "Tricia, ¿estás bien?".
"Me siento culpable", dijo la chica, volviéndose hacia la otra con lágrimas en los ojos. "Si no hubiera sido por un error, Danielle no habría tenido que crecer en el campo. Quizás debería irme de aquí. Siento que eso sería lo correcto".
"¿Quién quiere eso?", espetó Jeremy, frunciendo el ceño, visiblemente molesto.
Mientras Tricia continuaba llorando, el joven miró a Danielle y declaró: "Sin importar lo que digan los demás, tú eres mi hermana. Tu apellido es Elliott. ¡Si alguien te pide que te vayas, yo seré el primero en oponerme!".
Danielle no pudo evitar sonreír ante la ingenuidad de su hermano.
Las expresiones de las demás personas que se encontraban en la mesa se volvieron inescrutables, y sus ojos se movían entre las dos jóvenes, mientras lentamente unían cabos.
Steve, quien al principio sintió una punzada de culpa hacia Danielle, afirmó: "Jeremy tiene razón; Tricia, siempre serás una Elliott".
Mientras Danielle observaba el drama que se desarrollaba, se sintió tan intrigada, como si estuviera viendo una obra de teatro. No podía entender por qué la habían traído de vuelta si no la recibirían con los brazos abiertos...
Y así, terminaron de desayunar en medio de un silencio tenso.
Jeremy había planeado llevar a sus hermanas a la residencia de los Harper.
Las dos familias habían hecho una alianza matrimonial, y fue Tricia quien se comprometió con Chris Harper. Ahora que la verdadera hija de los Elliott había regresado, ese compromiso no podía continuar.
Cuando Carolyn, la abuela de Chris, se enteró de la experiencia de Danielle, sintió compasión por ella y decidió intervenir.
Ese día Jeremy llevaría a la chica a conocer a los Harper.
De pie en el jardín, mientras esperaba a que su hermano llegara, Tricia se acercó a Danielle y le dijo de manera indirecta: "Si Chris muestra algún signo de hostilidad, no le hagas caso. Crecimos juntos. Ahora que tú eres su prometida, puede que le parezca extraño".
Lo que dio a entender fue que Danielle estaba entrometiéndose en su relación con Chris.
Si esta última hubiera sido menos comprensiva, tal vez se habría molestado, lo que posiblemente habría provocado una discusión. Sin embargo, era indiferente a ese compromiso. Si no fuera por la insistencia de Carolyn, no lo habría aceptado en lo absoluto.
"No importa", contestó con una sonrisa.
Ella quería evitar el conflicto, sin embargo, Tricia continuó provocándola. Así que añadió: "Nos conoceremos y ya. No tienes que preocuparte por nosotros. Al fin y al cabo, no es asunto tuyo".
Ante eso, el rostro de Tricia palideció de rabia, pues en algún momento había sido la prometida de Chris, un estatus que había despertado la envidia de mucha gente. Sin embargo, Carolyn no la favorecía, y aquellos que una vez la envidiaron seguramente se burlarían de ella.
Para su sorpresa, Danielle no resultó fácil de manipular. Tricia había planeado provocarla aún más, hasta el punto de hacer algo loco para que el resto de la familia Elliott la despreciara. Cuando eso sucediera, ella sería la única señorita Elliott.
Sin embargo, antes de que pudiera decir más, Jeremy se detuvo frente a ellas. Al percibir la tensión, bajó la ventanilla y preguntó: "¿Qué ocurre?".
Justo cuando Tricia estaba a punto de quejarse, Danielle intervino: "Nada. Solo estábamos charlando para saber más acerca de los Harper. Fue una buena conversación".
Dicho eso, se volvió hacia la otra chica y, con una sonrisa dulce le preguntó: "¿Verdad?".
Hayley vivió tranquila rodeada de sus mejores amigos y familia por toda su vida, con una madre que siempre intenta venderla al mejor postor mientras que ella trabaja para mantener a su familia. Todo da un giro inesperado cuando llega un visitante desde Alemania para decirle a su madre que Hayley es la prometida del próximo Rey. Sin esperanza alguna o derecho de replicar, su madre la entrega sin remordimiento alguno. Cuando Hayley llegue a Alemania, se encontrará con el peor ser que haya conocido, un príncipe prepotente, lleno de odio hacia la humanidad que solo quiere convertirse en Rey para tener control y poder sobre los demás. Una larga convivencia, un matrimonio arreglado, dos personas que no se aman y un trono que está en juego. ¿Podrá el Rey sin alma amar a la dulce y fuerte Hayley?
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Kimberly Holden volvió a su vida anterior. Antes, ella fue defraudada por su esposo infiel, acusada falsamente por una mujer vil y acosada por su familia política, ¡lo que llevó a su familia a la bancarrota y ella misma se volvió loca! Al final, embarazada de nueve meses, murió en un accidente de auto, mientras que los culpables se hicieron ricos y llevaban una vida feliz. Ante la segunda oportunidad que le regaló el destino, Kimberly estaba decidida a vengarse. ¡Que todos sus enemigos se vayan al infierno! Ella se deshizo del hombre infiel y su amante, reconstruyó la gloria de su propia familia sin ayuda de nadie, llevando a la familia Holden a la cima del mundo de negocios. Sin embargo, no esperaba que el hombre frío e inalcanzable de su vida anterior tomó la iniciativa para cortejarla: "Kimberly , no tuve la oportunidad en tu primer matrimonio, el segundo siempre será mi turno, ¿verdad?".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".