lla me mira, su sonrisa vacilante pero llena de asombro. Es la misma mirada que tuve la primera vez que subí a un jet privado hace años, la emoción atenuada ahora
a Rainidy, mirando a su madre, quien le
os de cuero mantecoso, detalles en nogal pulido y una pequeña mesa con bebidas y refrigerios. Rainidy inmediatame
ástico-, dice
siento a su lado. -Todo es
specie de vacilación. Puedo decir que lo está asimilando todo: el elegante avión, la reacción de Rainidy, lo extraño de que estemos todos aquí juntos. Esto
nidy pide un refresco y yo pido un café, sintiendo la necesidad de algo que me tranq
entre Katy y yo está lleno de una tensión que ha ido aumentando lentamente desde el momento en que invité a Rainidy a este viaje. De vez en cuand
hablando por teléfono cuando bajamos del avión. Está gritando órdenes por sus auriculares mientras nos indica hacia un SUV oscurecido que espera al b
o seguimos, su entusiasmo se ve atenuado por el
la camioneta. -Necesitamos mantener las cosas discretas. Lo últim
s una batalla que tendré que pelear con Katy más tarde. En este momento, sólo quiero que se in
biertos mientras observa la ciudad pasar a nuestro lado. Katy se sienta a mi lado, en silencio, pero puedo sentir la inquietud que
rodea. Es como si el vacío que he estado sintiendo hubiera desaparecido, reemplazado por el antiguo ent
a
regunta Rainidy, con la cara p
ndole. -Es la ciudad de Nuev
idy a este mundo de excesos y manipulación. Para Rain, probablemente sea poder compartir este mundo y seguir pasando tiempo con su hija. Y para Rainidy, bueno, le emociona la ciudad y descubrir qu
tro hotel. El manager de Rain revisa el área y nos indica que salga
es parece extraño, casi extraño. Y aunque una parte de mí odia sentirme tan cautelosa, otra parte se siente atraída por él, p
o hacia adelante y hacia atrás con una sonrisa. -Esto es... guau, simplemen
me mira. -Es un viaje especial, Rainidy. Y estoy seguro de que tu p
toque de gratitud y aprobación brillando en sus ojos. Hay tanta historia entre nosotros. Per
hasta el techo, muestran el icónico horizonte de la ciudad de Nueva York. Es impresionante, pero este mundo podría atraer a Rainidy con demasiada facilidad, con su su
etiene en la superficie fresca y pulida del piano de cola cerca de las ventanas. También hay una barra brillante que tiene más botellas de las que quisiera contar. Ella me mir
rella-, dice, con tono áspero mientras agita una mano hacia la opulenta habitación. -Rain dijo que te quedarás todo el fin de semana-. Sus ojos
nosotros?- Pregunta Rainidy, su
lo mejor-. Me mira, casi como si esperara que me una a su entu
y cuando miro, él sostiene un sobre de tamaño mediano, con un
siente hacia Rain y Rainidy, su desprecio apenas oculto, sus ojos fríos. -Pensé que
Rain, confundid
ira. -Es sólo una pequeña prueba, Rainidy. Es par
mira y trago, asintiendo para tranquilizarla. Katy observa el intercambi