a
la gente que pasa, los taxis tocando la bocina por la calle. Está llena de emoción. Es su primera vez en la ciudad de Nueva York y qu
bservar los edificios que se elevan sobre nosotros. -He oído h
vida. -Solo espera hasta que lleguemos a Central Par
su mayor parte, permanece en sile
do aquí una vez antes, pero tiene sus punto
de lo que está pensando. -¿Pero?-
ar de la ciudad de Nueva York en pequeñas dosis-. Ella me en
de lo contrario rápidam
ainidy atrae nuestra atención hacia ella cuando con c
de música y enumera las canciones que quiere masterizar. La escucho, genuinamente interesada en cada palabra, asombrada por su pasión y empuje juvenil. Me recuerda a alguien.
lena el aire mientras contempla la exuberante vegetación.
y no puedo evitar la estúpida sonrisa que se extiende po
tramos. Mis ojos van de Rainidy a Katy. Hoy se dejó el cabello suelto y el viento
brillan de alegría, al igual que los de Rainidy. En este momento, parece joven, como la chica que conocí. Y siento que mi corazón da un pe
vaqueros con agujeros en las rodillas, una sudadera vieja y gafas de sol oscuras de aviador, y
pregunto co
rista-, dice fina
nclinándome hacia adelante, susurr
ente lo lograste. Nadie te reconocerá vestida así-. Ella p
uando estamos en la mitad de Times Square que Rainidy se detiene,
una mezcla de asombro e incredulidad e
n glamoroso como la mayoría de la gente piensa. Hay momentos en los que te sientes solo. Pero
solitaria, cada lugar lleno de gente, cada entrevista y fiesta posterior solo po
sa de complicidad en su rostro. Es como si
rpresa-, digo, inclinándome c
su madre se aclara la garganta.
Katy. -¿Solo? N
e tú y Rainidy deberían tener unos momentos... si
segura?- Pre
erca, le da un breve abrazo a Rainidy y se vuelve
sonrío a Rainidy: -
ipación mientras mira a su
llenas de guitarras, amplificadores y todo lo que un músico podría soñar. Los ojos de Rainidy se iluminan cuando entramos, y la veo deambular
ado-, digo, señalando las filas de guitarr
o si hubiera perdido la cabeza. -Es
-Se necesita un instrumento adecuado
ería bueno...- Pero luego la veo dud
éeme. Puedo
brillan de esperanza. -Está
-esto es de mi parte para ti. Adel
léctrica rosa con un acabado brillante, me doy cuenta de que ha encont
sguea algunos acordes. Escuc
a guitarra. Escucho mientras Rainidy lo rasguea
amos buscando. Él me da un gesto de aprobación
cústica de estilo clásico, cuyo acabado brilla con
es una de las marcas de guitarras más anti
verencia. -Es hermoso-, dice asombrada. Toca tentativamente algunos aco
cejas arqueadas y s
o, mi voz llena de emoción mientras ella d
Sus ojos brillan
s Rainidy abraza la guitarra contra su
ado por dentro. Cuando le entrego mi American Express al vendedor, sus o
digo con una sonrisa agrade