y/K
la escena en mi puerta. Rainidy está allí entre dos hombres. Apen
sal
mbre que solía ser todo mi mundo, el que me vi obligado a dejar atrás debido a la pequeña vida que crecía dentro de mí. Ahora está en mi puerta y
contrar mi voz, pero apenas
a mirarme. La expresión de su rostro es una mezcla de i
luchando con el peso de mi nombre en su lengua,
ra mí. -Ahora me llamo Katy-. Automáticamente doy un paso atrás, permitiéndoles entrar a nuest
e posan en la figura alta
mis labios se curvan haci
cálido abrazo. Dando un paso atrás, dice: -Dios
ir a Rainidy, con las manos apretadas con fuerza mient
s de Rain, su mirada tan penetrante como el día que me fui. -Sí-, digo, luchando por ma
i puedo ver sus pensamientos acelerados mientras la mira: su cabello rubio, sus
su voz apenas es un susurro. Puedo decir que está ha
icarle, hacerle entender por qué me fui, pero hay tanta historia en
igo en
algo mucho más profundo, algo que me hace sentir dolor. -No me lo
or. -¿Mamá?- Está esperando una respuesta, una explicación que no p
Rainidy, ¿por qué no me muestras tu guitarra? Me encant
te con la cabeza a regañadientes. Quiere quedarse y a
e que vayas al concierto más tarde-,
ejen. Después de que Sam sigue a Rainidy al comedor que también funciona como sala de música, me giro
anos se cierran y se abren mie
lena de traición. -Te fuiste hace unos doce años,
Rain. Estabas a punto de convertirte en una superestrella, de tener todo por lo qu
la quitaste. Decidiste por mí-. Sus palabras pesan entre noso
era apenas estaba despegando;
que desaparecer y dejarme en la oscuridad era lo mejor para mí?- Sube la voz y p
.- Mis ojos le suplican que comprenda.
ente, con los ojos duros. -Podrías habérmelo di
raté de decírtelo!- Le siseo, furiosa. -¿Recuerdas que anoche estuvimos juntos? ¡Te dije que tenía noticias importantes! Pero recibiste un
lo por un momento. Él niega con la cabeza. -Aun así deberías habérmelo dicho. Podríamos ha
tú y tu sueño. Ni entonces ni
pasa la mano por el pelo. Pero sus palabras carecen d
todo caso, es incluso más atractivo ahora que en aquel entonces. Su físico sigue siendo igual de delgado y atlético. Siento
z es tan crudo, tan poderoso, que lo siento en lo más profundo de mis hu
o en voz baja. -Pero hice
irada derrotada. -No sé cómo avanzamos, Kel
tampoco. Pero lo reso
nuestra hija. Pero tienes que d
la cabeza
Ahor
y Rainidy. Los ojos de Sam se mueven con curiosidad de mí a
or. -Mamá, Sam, me dijeron que ustedes solían actuar juntos-. Se cruza de brazo
mente se encoge de hombros a modo de
o a Rain, quien me asiente breve y de
voz. Trago y lo intento de nuevo. -Rainidy, te
ceó entre nosotros. Puedo verla luchando con la revela
papá?- Su voz es apenas un susurro y su expre
ad finalmente lo golpeara: Rainidy es su hijo. Su ira se olvida por el momento mientras la contempla plename
icio de las respuestas que necesita, de la conexión que de repente lo c
idy, cariño...- Extiendo la mano para tomar su mano, pero ella se retira, con la
el hijo que había engendrado, y mi hija, que pensó que nunca guardé secretos. Ambos me mir
de desconcierto y dolor se extiende por su rostro. Casi puedo verla tratando de unir la
uaviza. -Rainidy, nunca supe de ti. Si hubiera...- Sus palabras fallan como si fueran demasiado pesadas pa
a sus palabras. Sus brazos se cruzaron con fuerza sobre su pecho c
isiones se derrumban a mi alrededor. -Rainidy, no quise ale
sión que nunca había visto antes: una de pérdida, de algo q
y, nunca quise hacerte daño. Sólo quería mantenerte a
posible para estar ahí para ti-. Sus ojos se dirigen a los míos. -P
alrededor de los de ella con una delicadeza que me deja sin aliento. En este momento lo veo:
se registra la realidad de lo que he tomado de ellas. -Pensé que te estaba protegiendo... y haciendo lo correcto por ella-. Se me quiebra la voz, pero no puedo quitarles l
amente. -Tu mamá y yo vamos a intentar llegar a un acuerdo. Así, yo pued
ada a los ojos esperanzados de Rainidy me detiene. Me trago mi or
dumbre. -Eres Rain Wild, una estrella de rock. ¿Eres... eres realmente mi papá?- Su voz es t
hombro con una ternura que me hace sentir dolor. -Sí, Raini
e siente frágil pero poderosa, una que nos une a