/0/15684/coverbig.jpg?v=7addbb7126183642a3efe9f866e50067)
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Los inviernos en Ulares eran gélidos, pero dentro de la Mansión Cloudscape, el aire estaba cargado de calidez y pasión.
"Ethan... no seas tan duro...", la voz de Nyla Green vaciló mientras se aferraba a las esquinas de la almohada.
El tenue resplandor de la lámpara de noche teñía de un tono suave sus mejillas sonrojadas, concediéndole una intimidad lúdica al momento íntimo.
"¿Ya has olvidado cómo debes dirigirte a mí?", replicó Ethan Brooks en un murmullo burlón mientras se inclinaba, con sus dientes rozando la oreja de la chica. Su cálido aliento le provocó escalofríos por todo el cuerpo.
"Tío Ethan... Por favor...", jadeó ella con una voz entrecortada mientras se acurrucaba en su abrazo.
Los labios del hombre se curvaron en una sonrisa que reflejaba lo satisfecho que estaba tras escucharla pronunciar esas palabras; su obediencia siempre lo excitaba, y sus súplicas ahogadas solo intensificaban sus instintos pasionales.
Era una dinámica que él realmente disfrutaba; le encantaba cuando la chica lo llamaba así, tanto dentro como fuera del dormitorio. Servía como recordatorio y también como una forma de volver más interesante sus momentos íntimos. Aunque hacía que Nyla se sintiera avergonzada y molesta, siempre se encontraba sin otra opción más que dirigirse al hombre de esa manera.
Las dos semanas que estuvieron separados solo aumentaron la necesidad que Ethan tenía de ella; su viaje de negocios se sintió demasiado largo y extrañaba su cuerpo.
A pesar de que ya habían tenido sexo muchas veces antes, el cuerpo de esta chica le seguía pareciendo irresistible y muy atractivo; era de esperarse que no se conformara con una sola ronda.
Percibiendo su deseo, Nyla se movió contra él, balanceando ágilmente su cuerpo con el objetivo de satisfacer sus necesidades.
"Parece que esta noche estás muy ansiosa, ¿no crees?", murmuró Ethan con un tono teñido de diversión.
"¿No te gusta cuando me pongo así?", susurró Nyla con una voz tímida pero teñida de audacia. "Tío Ethan... ha pasado tiempo desde la última vez que probamos algo nuevo".
Él levantó una ceja y apretó su agarre en la cintura de la chica mientras cambiaba de posición con facilidad. El deseo carnal en sus ojos era innegable.
"De acuerdo, probaremos algo distinto, pero más vale que no me decepciones", dijo Ethan con una voz cargada de autoridad.
Nyla tragó saliva con fuerza y giró la cara mientras se preparaba, decidida a complacerlo; tenía un favor que pedir esa noche, y sabía que este hombre no era del tipo que concedía peticiones fácilmente.
Cuando finalmente terminaron su apasionado intercambio, ya eran las primeras horas de la mañana. Nyla yacía entre las sábanas, con leves marcas en la piel que eran un vestigio de su intimidad compartida, mientras sentía cómo el aire fresco la recorría las piernas al estar estas expuestas.
Ella se incorporó poco después, cuando vio a Ethan saliendo del baño, cuya delgada figura fue iluminada por la luz tenue; gotas de agua se aferraban a su pecho y se deslizaban por sus marcados abdominales, dejando poco a la imaginación.
Él encendió un cigarrillo y se sentó en el sillón junto a la ventana; parecía que estaba de mucho mejor humor que de costumbre. "¿Qué es lo que quieres?", le preguntó sin rodeos y con un tono casual pero cortante, exhalando una bocanada de humo.
"¿Me darás cualquier cosa que te pida?", preguntó Nyla con un tono suave y vacilante, fijando una mirada esperanzada en el atractivo rostro cincelado del hombre.
"Depende de lo que me pidas", respondió él con calma.
"Quiero ser la señora Brooks".
La calidez en la expresión de Ethan desapareció y fue reemplazada por una mirada gélida que le provocó un escalofrío en la columna.
El corazón de Nyla se hundió mientras el hombre soltaba una risa burlona; luego este aplastó el cigarrillo en el cenicero con una fuerza deliberada, como si quisiera apagar la audacia de la chica.
"Creo que he sido demasiado blando contigo", dijo Ethan con frialdad. "¿De verdad piensas que tienes derecho a pedir algo así?".
Nyla se mordió el labio; sus manos temblaban incontrolablemente mientras se aferraba a las sábanas. "Callie ya volvió, ¿verdad? Planeas casarte con ella, ¿o me equivoco?".
Callie Higgins: ese nombre en sí mismo era suficiente para revolver el estómago de Nyla. Ella fue el primer amor de Ethan, la mujer que una vez le salvó la vida al rescatarlo de unos secuestradores cuando tenía dieciocho años. Después de ese incidente, sus familias acordaron que ambos se comprometerían cuando llegara el momento adecuado.
La expresión del hombre vaciló por un momento, pero fue suficiente para que Nyla supiera que había tocado una fibra sensible; gracias a los dos años que llevaban juntos, ya lo conocía bastante bien.
"Solo necesito el estatus que concede ese título. Sabes lo difícil que es para mí formar parte de la familia Brooks. Si no tuviera protección, yo...".
"¿Protección?", la interrumpió Ethan con un tono cortante.
En un instante, se acercó a ella, agarrándole la barbilla con firmeza; sus ojos oscuros se clavaron en los de ella, feroces e inquebrantables.
"¿Crees que no sé tu intención? ¿De verdad piensas que eres digna de ser la señora Brooks?".
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?