bía notado mientras dormía, pero
rcirse por mi piel fría, y una ola de vergüenza me cubrió por completo. No podía hacer nada para evitarlo. Amir lo no
retumbó como un martillo dentro de mi cabeza-. Ni c
go se rompía dentro de mí. Pero no lloré. No
atreverían a tocarme otra vez en ese estado. Pero me equi
ba cerca. Y, por primera vez, deseé que no lo es
s dejarme tirada en el suelo como s
só con un cubo
preguntó Vah
ntestó Amir, y
de mí se cont
ecer. Pero no podía siquiera
dijo Amir a Vahid mien
é hac
alda. Y pasa una cuerda po
mo loco. ¿Correr? ¿Suplicar? ¿Morir? Intenté levantarme, per
id. Pero aun así no discutió. Me agarró del pelo co
s tanto, con movimientos ágiles, me ató las manos. Cuando sentí la cuerda alre
e con agua? ¿Van a echarme agua encima? ¿O acaso
o, supongo. Los médicos nunca lograron entender bien qué es lo que los provoca. A veces se desatan por cualquier tontería, como cua
sintiendo que estaba a punt
usurraba Lana, preocupada-. Solo respira... Todo
de pie. Luego me pusieron una venda en la cabeza. Inútilmente
bajo mis pies y todo me empezó a dar vueltas en la cabeza. Me pusieron cabeza abajo. Cuatro manos me sujetaban por
abeza - se echaba hacia atrás, arrastrada por los brazos
tara succionarme hacia un remolino. Movía la cabeza sin sentido, golpeándomeempieza una lucha brutal con tu propio
lemente dolor - es un dolor infernal, indescri
ar no respirar, no dejar que esa fuerza salvaje te destro
imo. Lo más extraño es que, unos segundos después de que el agua entra en los pulmon
, el agua entró de golpe. El líquido helado quemó mi garganta y mi pecho como si miles de agujas atravesaran mis pulmones. To
del cubo y respirar, pero me sujetaban con t
eva bocanada llenaba los pulmones no con aire, sino con agua. Esa sensación de terror es indes
cho, y parecía que iba a estallar de dolor y tensión. La desesperación me envolvió por completo.
te a mis ojos. El pánico se transformó en una sensac
ndo de agua hirviendo, y mi cuerpo se hundía poco a poco en
able. Cada intento de moverte es inútil, cada respiración trae más dolor. No es un proceso lento
desesperado de respirar, qu
re salía con un jadeo ronco desde lo más profundo de mi pecho. El agua salía c
y discutían entre ellos. Vahid decía que había sido una idea estúpida y
nfriándose podrías violar. - se rió Amir. A
iendo, pero yo, por alguna razón, sólo entendía fragmentos sueltos. Hablaban de
ado pegamento en ellos. Sentí cómo levantaban mi cuerpo y lo llevaban a algún
violando. Me daba igual. Apena
la abuela... Con mi querida mamá. ¡Cuánto las echo de menos! Mi familia.