img La Elegida Del Alfa Supremo  /  Capítulo 4 El Desafío Celestial | 10.53%
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Historia

Capítulo 4 El Desafío Celestial

Palabras:4019    |    Actualizado en: 12/01/2025

as estrellas, se teje el destino de dos almas e

╼❮ཤ𖢘ཥ❯

na

disfrutando del aire fresco que acariciaba mi rostro. La luna colgaba en

e más en la vida» -le dije a mi loba interio

e, aunque tu cuerpo sea débil» -respond

e mi cuerpo, pero había estado tomando mis m

ue no harás nada malo» -le sup

prometo» -me

aban con destellos de azules y rosas, como si cada hebra capturara un fragmento del cielo crepuscular. Sentí cómo la magia fluía a través de mí, cambiando no solo mi color sino también mi esenci

ntró y se apiadó de mí. Me senté en el pasto, sintiéndome tranquila y conectada a la naturaleza. Desde que mi maestra me llevó a su mundo, ya n

e que nadie me viera en mi forma salvaje cuando estaba en el reino celestial. Ya era de mañana, y busqué en mis bolsillos la Piedra de Luz Estelar. Me sentía nerviosa porque sabía que

el salario más alto y progresarás rápidamente, y a menudo podrás ver a

ondió su líde

molestia», -dijo con

y caminar con la frente en alto. Sin embargo, muy

s Lunar

é está e

ctam

manteniendo mi mirada enfrente, decidida

ron con el Luminaria Eterna, cuyo núcleo azul resplandecía como una estrella capturada en el firmamento. La luz que emanaba era suave pero firme, iluminando los grabados que adornaban su superficie dorada. Colocando mi Piedra de Luz Estelar en e

algo mejor que hacer», -bufó Yě

el Palacio de la Cascada? -escupió con odio la princesa Yè Mèi.

e, pasando entre ellas, sintiénd

o una mientras p

en la Puerta de los

a rosa -contrad

sirvienta aquí? -p

r a Yè Mèi. Al tocarle el hombro, ella y la

lón de los Suspiros. Todas ustedes deberían recordar mi nombre y mis antecedentes porque las voy a vencer a t

ebai, con orejas largas y suaves de conejo y una pequeña cola esponjosa, abrió la puerta. Su rostro era delicado y armonioso, y su vestimenta, un hanfu de tonos claros y pastel, estaba adornado con bordados que s

gia. Fenghuang, Heiyu y Huolong, tres guardianes de aspecto sobr

discentes cubrían sus brazos, extendiéndose en alas majestuosas que cambiaban de color con la luz. Su rostro esbelto y exótico estab

rían sus brazos, y en momentos de emoción, su nariz se transformaba en un pico tucán de colores vivos. Vestía una ch

cola esponjosa que se balanceaba detrás de él. Su túnica ligera de tonos cálidos estaba decorada con patrones

relatar los eventos en el reino celestial, cada palabra teñida con la frustración y determinación que había se

gerían mis palabras. Fenghuang frunció el ceño, su expresión de pr

o un examen inmortal -dijo Fenghuang, su

jos ámbar brillando co

tono era un recordatorio de que incluso

con una sonrisa que

dicho. Estamos todos contigo -dijo Yuebai,

cieron con gratitu

. Como todos saben, mi cultivo inmortal está dañado. Para aprobar el examen, tengo que curarlo, pero el medicamento rea

on una mezcla de si

s y gastaste todo tu salario en eso. Pienso que será mejor que ah

continuó comiendo, su "sí" repetido

ng por su amabilidad. Ese siempre ha sido mi sueñ

con una mezcla de

u mentira, pero no puedes mentirte a ti misma. De todos modos,

llenaron d

gunté, la trist

ino con su hab

quién es tu

, su voz era un e

hica más herm

n una pregunta imp

es Hǎi Wò.

corazón se h

mente se perdía en rec

ofreció una v

pequeña lykan.

derramadas. Pero luego, con un destello de esperanza, saqué

necesitan 10.000 años para hacer uno. Es extremadamente precioso, pero Sailius Eerlang me lo dio -terminé de explicar, mien

el jade que Sailius Eerlang me había dado. Huolong, con su habitual cinis

ya no la quería -dijo Huolong, señalando el jade con desdén-

straba en mi corazón. Fenghuang, siempre la voz de la

destino, deja de soñar, solo ol

smo, solo podía asentir con

uso de pie, su paciencia

te amigos de Luna? Los amigos deben estar siem

lado, ofreciéndome un consuel

itación. Iba a comprar unas pastillas después de transformarme,

brotaron de mis ojos mient

ratitud era tan profunda com

pero ya era demasiado tarde. Agarré las piedras espirituales

long, pero Yuebai me ayudó a escapar,

mortal y convertirme en una doncella inmortal, mi salario les pertenecerá! -les grité

inas -pensé en voz alta, pero entonces la púlcera de media luna qu

ifica buenas noticias» -comen

mi magia para ver qué estaba pasando en el Salón de los Sus

estino de Sailius Eerl

y corrí rápidamente hacia el Salón de los Suspiros. Subí las e

está casi resuelto. ¿Por qué cambiaría ta

escifrar los secretos que están a punto de revelarse. Lentamente, deslizo una mano sobre la otra, separando mis palmas mientras mis dedos se entrelazan en un baile delicado. Cada gesto es un verso en el poema del destino, cada movimiento una palabr

del destino que solo yo puedo leer. En ese momento, observo cómo Sailius Eerlang

n peligro de morir esta noche -dije, cerrando el libro con mi ma

esoplo y dejo que Yě Líng actúe. Me transformo y corro velozmente por el bosque, mientras las flores y árboles comienzan a susurrar sobre la caída, poniéndome más ne

protegida con una barrera de color amarillo. Muchos

ecer el sello en el cuarto. No se permite ningún error -dic

den todos l

ho de su líder. Frunzo el ceño mientras observo la barrera. Dentro de la barrera noto que hay una especie d

zaba con romper el sello, era una manifestación de un poder que incluso los ángeles temían. Mientras los celestiale

ortuna, solo espero poder arreglar mi cultivo inmortal y tener una vida tranquila. No moriré

ofreció palabras de aliento

jo, su voz era un faro de esperanz

por mantenerlo intacto, la esfera logró penetrarlo, enviando a los ángeles volando en todas direcciones. Pero

arla de vuelta al sello. Mientras tanto, el libro del destino que tenía en mis manos mostraba

o... ¿Qué tengo que hacer? Es casi media noche -me pregunté

tino. La noche avanzaba, y con cada minuto que pasaba, el peligro para Sailius Eerlang se hacía m

alla celestial. La esfera, con su poder abrumador, amenazaba con consumir a mi án

tino no puede decirle nada a su dueño ni cambiar el destino de nad

esfera se intensificaba frente a Sailius, su luz casi devoradora. El rey c

rla

ando mi identidad pero no mi determinación. Cerré los ojos, esperando el impacto, y sentí cómo la esfera me arrastraba hacia la torre. Sai

il

cuando la muerte parecía segura, una figura apareció ante mí. Fruncí el ceño, intentando alcanzarla,

ano, el líder celest

ca ha caído en la

completado; ya no podemos abrirlo, -res

la chica había caído, mi corazón pe

na

e ningún ser alado debería aventurarse. Las esferas mágicas, cen

o los ojos, pero el dolo

ě Líng, su voz era una mezcl

a realidad de mi situación se asentaba. Estaba sola en la to

s ojos cerrados como si estuviera sumido en un sueño profundo. Las esferas me impulsaron hacia adelante y, sin querer, mi mano tocó su pecho. En ese

o de sorpresa y una electricidad que recorrió mi ser. Fue entonces cuando el hechizo se activó. Sentí

co que se alzaba como un monumento a la soledad. Al tocarlo, una luz blanca se deslizó por su corteza, pero el

rente a mí. Me ac

í mi mano para tocarla. Sin embargo, ella agarró mi muñeca fuertemente, luego mi cuello. Me miró de manera

s que podía-. ¡Ayuda, ayuda, ayuda! -di

in aire-. ¡Ayuda! -volví a decir,

tras la miraba asustada. Ella me rodeó, mirándome de f

unté con miedo. Ella solo miró al fr

cuerpo contigo -me dice su voz

el pecho y mis piernas. Al ver que ella me mira como si me fuera a matar por lo que estoy hac

la torre. La piedra se convirtió en el catalizador de un milagro, un destello de luz que se expandió en círculos concéntricos. Un portal se abrió ante mí, un caleidoscopio de símbolos antiguos y constel

un gran poder. Destruye la matrix con tu poder y podemos escapar de ella. Después de que salgamos, naturalmente podemos recuper

l que fue sellado. Me estás engatusando para que te deje salir -le digo, pensando,

ciencia es ilimitada. Destruye la matrix Sylpharion ahora o te mataré -me dice

, parecía ser la clave no solo para nuestra libertad, sino también para el destino de ambos mundos. Mi mente corría a

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