los del poder y la magia, la verdad yace oculta en l
╼❮ཤ𖢘ཥ❯
rad
s recién nacidas titilaban con inocencia, nació Kael Emberfall. Su llegada al mundo fue marcada p
Kael Emberfall se convirtió en un monstruo sin emociones -narraba el a
eció bajo la sombra de su padre, Zarathos, el rey supremo del clan Shenduhui. Zarathos, un ser d
uaba el anciano, mientras las llamas de la hoguera proyectaban so
sformación. Zarathos, en un acto de ira y desprecio, le arrebató la vida frente a los ojos de su h
ar el lugar de los licántropos, el clan Soulenad y el clan Krana
lvan, el ángel del tormento, en un acto de sacrificio supremo, destruyó su Espíritu primordial
uatro reinos volverán a estar en peligro -susurraba el anciano, su mir
la catástrofe que se cernía sobre el mundo. Pero ella había desap
lo más cruel de cada clan? -preguntó un joven
los abrió, su mirada reflejaba la
resentes en un viaje a través del tiempo, al valle Sizulux, donde la historia de Kael
fancia, fue sometido a pruebas que desgarrarían el alma del más valiente de los guerreros. Su p
uvo un amigo, su padre lo mató -narraba el anciano, su voz
tre. Zarathos, insatisfecho y furioso, arruinaba cualquier atisbo de felicida
juntaron todos los demonios -continuó el anciano, mientras
e encendían su poder maligno, fue sometido a un tormento que duró más de seis horas. Sus sentim
fueran al carajo -susurró el anciano, su voz
os, satisfecho al fin, vio en su hijo al heredero que siempre había deseado. Pero en la sombra, el
estino cruel, fue obligado a luchar contra su hermano. La batalla fue feroz, y cada golpe
adre -el anciano hizo una pausa, su mira
os retumbó con desdén: "Mátame, sigues siendo muy débil". Aquellas palabras encendieron una furia in
no le importó -concluyó el anciano, su vo
s pies, y su nombre sería sinónimo de terror y desolación. Así fue como Kael Emberfall se convirtió en el d
de nuevo en
na
to. Los rumores dicen que aquellos que cruzan el puente pueden encontrar respuestas a preguntas olvidadas y secretos ancestrales. O eso me dijo mi maestra, aunque pienso que solo estaba bromeando porque cuando lo dijo estaba muy borracha. Ella es la única que me ha
nos no pueden hacer nada -dice Qīng Yáo, basta
y poder siempre han sido bastante malos. Por cierto, gracias a ello soy muy inmune a los venenos. Sé esto porqu
orque desde que mi madre arruinó mi cultivo, el destino le pasó factura; alguien la envenenó y, aunque me trataba mal y quería verme muerta, yo la quería mucho. Me dolió su muerte. En el Salón de
ante en su reparación -bostezó
os Suspiros de forma bastante tierna, es lo que siempre me ha ca
ra; siempre hay que limpiar, es ba
y la madera hasta
migas pueden hablar conmigo. No duerman, solo cultivándot
ezan a susurrar despacio; si
osa rosa -dicen las plantas. Aunque tienen razón, es mi deber ser fuerte y lograr que mi cultivo se fortalezc
Sailius Eerlang. Es un ser etéreo, cuya presencia parece fusionar el cielo y la tierra. Viste una túnica de seda blanca, adornada con bordados plateados que forman patrones intrincados. El tejido fluye alrededor de su cuerpo, siguiendo las curvas de sus formas gráciles. En su cintura, lleva un cinturón de cuero con una hebilla en forma de luna cr
nso mientras una de ellas rompe
es la líder y princesa favorita de algún rey celestial-. Eres tan desvergonzada -me d
...» -pienso, tra
etó la princesa con odio-. Sailius Eerlang nunca te miraría
el fl
sen
palacio de la cascada» -pienso mientras me voy del bosque regresando a mi
estoy bastante entretenida viendo el retrato que ni siquiera l
erlang -le contesta una
uerrero, yacía roto ante mí, su imagen de
las flores, una peonia que se mecía con la b
n la contemplación de aquellos ojos
e que Luna esté tan fascinada? -preguntó u
; nunca lo vimos -respondió la flor, una ro
ser esto un sueño loco de Luna? -indagó el girasol, mientras
ebía saber que lo tenía. Me arrodillé en el suelo, observando la mesa repleta de pinceles, libros y per
antaba las manos para que mi poder fluyera y se dirigiera al libro-. El destino del hombre pue
o de mi magia, sus páginas danzando en un
un hombre está condenada; todo es circulación del karma, y el
a mil, escribiría una carta de renuncia a mi maestra; ya no tendría que cuidar de su
il
onente, vestida con armadura divina, reflejaba la seriedad de su misión. Al entrar al salón donde todos los á
go, lentamente, llevó sus manos juntas al frente, cerca del corazón, como si estuviera sosteniendo algo precioso y frágil. I
co al viento. La reverencia era profunda, un arco elegante que simbolizaba la distancia social y el respeto que le debía a su herman
uestos en él, esperando las palabras que cambiaría
icial con la misma gracia con la que se había inclinado. Su cabeza se levantó por último, y cuando sus ojos s
n un timbre que reflejaba su estatus y pode
bordados dorados y una corona que simbo
otaste al segundo líder del clan Shenduhui. Has contribuido a la pacificación de
u mirada era seria, como la de un
mente. Entre ellos, Hǎi Wò, con su cabello blanco y ojos azules oscuros, y su esposa Shā Yǎ, cuya mirada alegre pero letal, y cabe
revo a tomar crédito por acciones que son mi
rió y miró
emasiado modesto -com
berfall, sigue siendo una amenaza para el valle
su aporte es inconmensurable -acotó, mirando
spondió co
todavía estuviera vivo, lo
el mar más septentrional, y Sailius no pudo evitar pregunt
oles confinados. Dentro de la cámara sellada, el rey diablo permanecía prisionero, rodeado por cuatro orbes de colores ardientes: rojo, azul y anaranj
e de la línea que divide a los mortales de los dioses, y en el corazón de es
n del Núcleo Oscuro, una explosión de energía oscura que se expandió como una ola de destrucción y renacimiento. Tras la erupción, un círculo de luz azul, el Despertar del Vórtice Azur, resonó como el eco
ación entre Wèi Chuán Qí, Hǎi Wò
ylpharion? -pregunté
ael Emberfall? -inquirió Hǎ
por inmortales, pero ¿qué tiene que ver con
ervino con un
primordial todavía latente. El rey celestial decidió encerrarlo en secreto en la torre Sylphar
ò con
iles de sellos. La cúpula Eterna, creada ese día, ha reunido el poder de todos l
a a la torre Sylphario
, su espíritu primordial todavía era poderoso y ha
mano a
o Reinos estarían en peligro otra vez. Te he llamado para fortalece
eptando la graveda
no -respon
n de los Suspiros, Lunara
arcando el final de otro v
ientos, y me levanté con un quejido por las h
los del salón hacia la puerta, donde me esper
íng, el Espíritu Salvaje. Desde que supe de su existencia, había sido mi mayor amiga
desdén, su cabello café y sus ojos del mismo color resaltados por la coro
puerta? -preguntó una de su
mi interior, enfrenté a la princesa Yè Mèi y sus seguidoras.
erte, y tengo mucho que hacer -les dije, con
, interrumpió mis pensami
muy amable
r bien a las personas, aunque ellas sean
déjame salir, y prometo acabar con ellas sin dejar rastr
er amables y compasivos», -le reco
una reliquia de tiempos inmemoriales, y corrí hacia mi lugar de trabajo. Me arrodillé, sosteniendo el sello, y con mi
rea de servir a Sailius Eerlang en su regreso victorioso. Me ac
bros que quieres
r preguntar sobre el regreso de Sailius Eerlang. La princesa me mir
s, me vestí con mi atuendo tradicional de Asia Oriental, adornado con patrones grises y accesorios elegantes. Preparé las flo
rlang sabría quién era yo. Con una emoción que no podía contener, me
el plateado resplandor lunar. La niebla serpentea entre los troncos como espíritus curiosos, y las flores de medianoche despliegan sus pétalos al compás de los secretos que el viento lleva. Este
llante, emocionada por entregarle las flores al ángel Eerlang. No puedo evitar sentir que cada flor es un
el ángel está parado de espaldas, mirando un pequeño arroyo. M
ra mí misma-. Luna, pórtate muy bien -digo pa
o los ojos mientras sonrío, luego los abro y con mi pie derecho me impulso para volar hacia donde está el ángel Sailius Eerlang con una mano exten
Yě Líng. Decido ignorarla; sin embargo, un pequeño accidente hace que el ángel deje de hacer magia con su
aíz que me aprisionaba. Con un esfuerzo frenético, logré liberarme, pero el impulso me hizo caer de espaldas sobre el
, mientras yo trataba de recuperar el aliento
lius Eerlang inclinar su cabeza, una expresión
era sumergirme en mi propia miseria, noté que el ángel se acercaba, extendiendo su mano hacia
orpe y a la vez lenta para actuar. Extiende tu m
El contacto con mi salvador me llenó de una emoción inesperada, y con su ayuda,
erlang -dije con
az antes de girar la cabe
acerme caso te pasa, terca» -me reprendió Yě Líng, pero d
e. Recogí la canasta rápidamente y lo miré con timidez
do tímidamente y sosteniendo la
rlang con una voz profunda, haciendo qu
ería diferente. Pero sé que si tomara el control, te
mirada penetrante fija en mí. Frunzo el ceño levemente, si
ia -le respondo con suavi
ncidentemente, Sailius Eerlang llegó al pueblo y persuadió a mi madre para que me dejara, diciendo que tal vez pueda sobrevivir para que pueda cultivar mi sabi
-pregunta é
a que... -mi voz se apaga, y bajo la
z», -insta impa
y levanto la v
ida. Siempre he querido darte las gracias en persona. Estas flores son par
erdo lo que dijiste -respo
isteza tiñe mis palabras-. Perdón por molestart
endereza y me sonríe otra vez. Siento que mis mejillas han cambiado de color; la felicidad me inunda porque mi ángel ha tomado una flor. Después de
emerge más tierna de
dra que había dejado caer. Se gira para mirarm
ín es solo una piedra corriente; es inútil guardarla. Deshazte de
do el jade entre mis dedos. Yě Líng s
de tus labios no
uchero, ignora
Líng, mirando la canasta-. «Había tantas flores, pero él eligió una de Moonwort. ¿Es e
r que tenía en mi oreja y la miro con atención. Er
or amarilla. Luego, la tiro al suelo, sonrío
cucharme. Se da la vuelta, mirándome mi
mente entraré al palacio de la cascada -le digo, entusiasma
ndo emocionada y gri
encia; me tocó una cría como portadora» -dice con sarc
con cada latido de mi corazón. Es más que una simple piedra; es