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Historia

Capítulo 2 ¿Trato Hecho

Palabras:1557    |    Actualizado en: 13/03/2024

ma, abrazando mis piernas y viendo hacia una de las puertas. Nadie había entrado, hasta

z tuve, aunque no había perdido mucho tiempo, mi observaci

todo. Sin dudas, lo que más llamaba mi atención era el candelabr

era el dueño, te

y llevaba el cabello suelto, aquello me recordaba a Leila, mi mejor amiga. Con ella traía una bandeja d

a voz dulce, se acercó y

cavida. Dejó la bandeja sobre la mesa de luz, que estaba aún lado de la cama, ba

uego puede salir de la habitación, es libre de explorar los pasillos- hizo una pausa- Con su perm

Lo más difícil fue levantarme de la cama, al intentarlo inmedi

licada mi misión. Al cabo de varios minutos y descanso

mi alrededor, permitiéndome relajarme, hasta donde los dolores me permitían. El lugar estaba

a en una toalla, casi grito al ver q

ecía estar esperando muy paciente

brindarme su ayuda en todo momento. En cambio, de donde venía, no era bi

irada rápida y volvió a girarse- Será mejor que espere afuera, ponte algo y

do a las puertas del palacio, preguntando por el rey, después de eso, negro, oscuridad absoluta. No tenía idea de que había pasado per

lado del baño. Vestidos, con telas importadas y finas, inundaron mi campo visual, los reconocía y lo haría en cualquier l

e uno de ellos de nuevo. No me permití llorar su recuerdo, ya era suficiente. Solo me vestí, lo cual fue un

e rendiría con facilidad, había sido criada para ser una reina y,

su figura de espaldas, por un mome

ellos oscuros y vestía demasiado

de que el sonido de la puerta lo había

n querer aceptarla- Vamos, no muerdo.

o miré de reojo, tenía el semblante serio, los ojos tan oscuros como su cabell

aba en claro. Si bien, caminar no costaba tanto como levantarse, igual era un acto que causaba una molestia

ores, intentos de paradas y una clara

initas cantidades de luz. Perdí la cuenta de cuanto caminamos por un nu

de Idront, giré mi mirada, e

ego abrir la puerta, haciendo u

ermitían la luz chocando contra el, comencé a preguntarm

del escritorio, sentándose. Luego apoyó sus brazos

dose- ¿Qué necesita de mi con tanta urgencia la princesa de Ardclik? -Luego de decir

no que era muy evidente, ya que logró que él pasara a hace

nte de caer en cuenta que qued

? -expresó con diversión-

as, especialmente de usted-dije con nerviosismo pero,

é tipo de cosas dic

cho -agregué, consiguiendo u

los d

me olvidar cada uno d

ceño, ¿por qué le alegraría?, ante mi confusión él añadió: -A

bría dicho eso, él siempre estuvo i

pero tampoco he venido aquí a cue

do del escritorio, acarició la madera, luego caminó hasta queda

tía cómoda con su cercanía, ni con la

un trato. -Me plant

ió a

ía no solo con una imagen del "rey más perfecto" -sonrió con malicia- si no también me ganaría un buen dinero? -Llevó un

reír- tengo información que estoy segura que anhela tenerla. Puedo ofrecerle aquello que siempre ha querido, así como ta

nformación? -mordió su labio, mirándome d

dí con autoridad. No estaba di

Recostó su peso por el borde mientras, la paciencia se me iba de la mano, con el riesg

se de brazos. Sonreí

-agregué c

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