sa? -Le cuestioné
imaginando como sería golpearlo por atreverse a tocarme así. Sin embargo,
a cama mientras esperaba su respuesta. Él se quedó parado frente a la puerta, con la misma mirada de odio
, a ratos se lo agarraba, caminaba de un l
ras. Me dio una mirada y sus ojos, sus
-cuestioné c
por qué no quería?, ¿por qué pa
, anotando mentalm
uise volver a preguntar aunque, temía que se pusi
sitaría encontrar la in
marse un poco- Dejemos esto aquí
giste no decirlo
ber por qué no quier
arlo, esta vez me veía con un sembl
dé en lo que diría pero al final, me animé:
o por si necesitas algo -ase
cía a ninguno de los presentes en esa "reunión",
l rey, no me diría nada, estaba
ría, llegué a una conclusión: estando ence
reía, si no también mi estómago, el c
tarde ya, no estaba segura. Pero nada impediría que mi primer rumbo fuer
que habíamos entrado, bajé las escal
rda o de
ínimo sentido de orientación, d
r ese lado, puesto que ya habíamos ido a la izquierda y,
, algo que detonaba mi fascinación. Tanto en el que había vivido como éste, eran muy difer
negros de las piedras. Tenía lujos pero era mayor el minimalismo. Las decoraciones iban
uedó encantado con ese obsequio, el encanto duró hasta que lo rompimos jugando. Estaba enojado, como nunca, pero eso no evitó q
. Si seguía, lloraría en medio de los p
jarrón? Reina del dra
cruzaba los pasillos. Cuando llegué a
habrí
hice, grata fue mi sorpresa al encontrar
Era grande, bastante, cabrían unas quince persona
no habí
era hora de preparar nada de las comidas, qu
busca de algo, me di cuenta de que, en medio de la improvisada mesa de madera,
on la vista en una de las ventanas, en frente, que pare
r el castillo -exclamó una voz, aquella que so
puerta. Tenía de nuevo esa sonrisa en su
ió. Por mi parte, solo me di vuelta, concentré la vist
Como balde de agua fría caído
ropuesto, él ten
conseguir que el idiota me
la burla se
uí -resoplé ante sus evi
- Lo que hago aquí, no importa -pausó añadiendo otra duda a mi sistema-, pe
instante, sentí la necesidad de correr de ahí pero no, tenía que control
irada atenta. Necesitaba alejarlo
a mirar al frente, su
eraba -se cr
ello castaño, caía sobre su rostr
claros, tenían una intensidad especial, una que solo parecía tener o
-la intriga
ándose a mi -¿Qué estas dispuesta a
palabras, o si era como sonaba "princesita" de s
? -él sonrió
aba, eso me
hace mucho que no pasaba tiempo con una mujer como
asaba a est
ré con un tono de enojo, mie
ra broma, no me interesas. Pero, ¿qué tal si hacemos un trato?
manzana, apenas si la había mordido, aquel hombre ten
derable-, tomate mi información como un favor,
uspiré derrot
s una larga historia -Se dio la vuelta, sentándose e
las que estaba a su lado. Hice caso y también me senté esperando que comenzara a
tas o cuando nuestros padres se reunían. Nunca sabíamos porque se reunían tanto, más de lo normal, hasta que murió el padre de Eber. Como el asumió el puest
a? -pregun
o pero más lo hizo, cuando él empezó a levantarse su camisa, fruncí el ceño sin entender -No te vuelvas loca -guiñó el ojo -A grandes rasgos, el ritual consiste en colocarse un símbolo -señaló su piel, all
? -Seguía sorprendida, comenzaba a
ro, esto, era sumamente raro -y porque ahí, sencillo, es un lugar en donde genera mucho dolor. Varios han intentado unirse, pero les asusta nuestros métodos, además, q
ás entonces -sonreí con nervio
-cuestionó
e saqué a rastras de
me había
. Suerte con el rey -Se leva
onrió, adoptando la expresió
rse, se detuvo. -No sabes cómo ansío verte en ese ritual,
era cierto, vendría