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undo. En la lengua antigua se les llamaba 'bestias temibles' porque, al igual que los ho
omunidades cerradas. A pesar de que eran temidos por los demás y los miraban con desconfianza, ellos nunca respondieron con violencia. De hec
e atacó inesperadamente a los Urekais duran
trol de su mente y se transformó en una bestia salvaje, convirtiénd
gura y se encargaron de que nunca se escapara. Sin embargo, a partir de ese momento, los consumió su odio hacia los h
taron su monstruos
ma
brote del misterioso virus. Nadie sabía de dónde salió, p
al para la mayoría de las mujeres. Desde ese momento, las sobrevivientes rara vez daban luz a
ueron obligadas a vivir en casas de placer, que existían únicamente para el disf
ridad de las mujeres en sus vidas: la mera visión de una femeni
gro constante; no estaban s
ól
Navia, en la
... niña,
giró para ver al curandero del palacio, sus manos, apoyadas sobr
omento, todos estaban escondidos en una de las habitaciones subt
ntó el príncipe Garret, pues c
r. ¡Por favor, Dioses, qu
randero no podía disimularse. Luego giró el pequeño
o de Pandora, mientras se acomodab
lamentó, sacudiendo enérgicamente la cabeza,
jo el curandero, con las lágrima
los expectantes brazos de su marido; luego soltó
entumecido mien
ya estaba negociando con el Reino de Cavar para venderla al mejo
rmano de Garret, también era un
tenía otra niña? ¿Era
el bulto lloroso que se movía en los brazos del curandero. Sabí
un niño", declaró
ntidad en secreto?", preguntó el curande
firme. "Esta bebé nunca será vista como una n
estad", dijo el curandero, entrando en pánico.
andora, con ferocidad. "No pude proteger a mi primera hija
tó, pues esa era la mejor oportunidad que tenían para
z hoy es un varón", dijo la madre, mirando a su hij
que en la lengua antigua signi
cía apropiada, pues su hija necesitaría
cto", dijo el pa
hizo jurar a los otros dos hombres en l
***
ándola dormir. Del otro lado de la habitación, Aekeira, su hija de tres años, yac
hijas", susurró Pandora con la voz quebrada. Luego clavó sus ojos llorosos
destino que cumplir", respondió Garret
ra, volteando a ver a su hija mayor. "Tengo muc
eron, querida mía", contestó
a nosotros?", soltó ella, pues no tenía
ave mejilla de la bebé. "Espero que el dios responsable de esto pro
contra su cuerpo, intentando o
ilidades de que una pareja en esos tiempos tuviera no so
de lo más profundo de su corazón y él la expresó mentalmente: