salía de la oficina de Alexander. Se sentía... inquieta. No porque él la hubiera intimi
encajaba con la imagen de un hombre arrogante y despiadado. Pero él se recup
lo desc
tas del
tamento, Isabella se sentó en su escri
, Alexander Bl
ificaba que no podía ocultarlo por completo. Pero ¿por
tículos de periódicos, registros financieros. Era meticulosa, paciente. Sabía que las respue
e varias horas de bús
queño, casi irrelevante, fecha
ginada deja varios desapar
rme vago sobre la tragedia. Pero lo que le llamó la atención fue un detalle en particular: la empresa que poseía el terr
que su corazón l
, Alexander B
n su desaparición, entonces había algo
entro P
cidió jugar sucio. Si Alexander no iba a h
a no vivían en la ciudad o simplemente habían desaparecido. Pero uno de los nombres seguía activ
de niños jugando y ancianos sentados en las puertas de sus casa
s, con cicatrices en los brazo
¿
? Soy Isabella Ramírez,
iró con
o con pe
e antes de que pudie
incendio de hace diez añ
diata. Sus ojos se oscureciero
de qué
lguien más que también lo
alrededor, como si temiera que
No quiero
No vengo a hacerte daño. Solo quiero la verd
y se pasó la mano por la car
edes colgaba una foto de un niño. Isabella notó que Marcos la mi
nte, él
asta que un día, una empresa inmobiliaria decidió que querían el terreno para construir un mal
scuchaba a
pagaron rápido. La gente gritaba, tratábamos de ayudar. Y entonces.
sintió un nudo
iento
retó la m
es donde
linó ligerament
ne que ve
ba allí
abella se detuvo
Qu
sé qué hacía ahí, pero no era un empresario multimillonario en ese e
ntió que to
pasó d
nombre apareció en todas partes como el nuevo magnate
notas rá
o algo que ver
egó con
noche algo lo marcó. Y si quieres resp
frent
Tomó su teléfono y marcó el número que h
, con su tono habitual de burla-. Me so
a noche del incendi
línea fue tan fuerte que Isabel
en mi ofi
co
des O
estaba en la oficina de Blake, con l
vo allí esa noche -dijo sin
pasó una mano por el cabello, como si
nalmente, con voz grave-. No fui responsable del incendi
intió un e
é hi
te, hasta quedar a so
historia que aún no est
ba a punto de descubrir algo que no solo podr