e, buscando grietas en su fachada de acero. Pero por primera vez, él parecía genuinamente afectado. S
que d
a con voz firme, aunque su curiosidad se mezcl
norme ventana que ofrecía una
Alguien importan
Qu
stuviera eligiendo sus palabras con cuidado. Luego
herm
tió un golpe
her
tió len
evivíamos. Mi madre trabajaba día y noche, y yo hacía lo que podía para que no nos hundiéramo
dad? -Isabella
ban a la gente del barrio. Pasaba más tiempo allí que en casa. Yo no lo entendía en ese ent
bajó
que él estaba allí y me avisó. Corrí lo más rápido que pude. Vi las llamas, vi a la ge
penas podí
surró Alexander, su voz llena de una rab
que siguió f
con una mirada perdida-. No tenía familia, no te
ió un nudo en
ciste con
e una forma que le
a
rmación de
la tom
e desap
asi
s, busqué venganza. Y cua
e en el hombre
apoyándose en el escritorio con los nudillos blancos de tanto apre
intió un e
? -preguntó en voz b
sonrisa fue tan oscura
pagaron por l
ragó s
sticia... o
ó un poco má
no hay d
ura de si eso lo convertía en un villano o en algu
tencia y
ervó en silencio
es, ¿qué harás co
la par
lica
u expresión no había n
Eres Isabella Ramírez, la pe
xa
or primera vez, su arroga
. A veces, la verdad no solo destruye a quienes
lpearon más fuerte
o era sobre él. Sino también sobre ella. Y sobr