a la pared por el lado derecho, al izquierdo había un velador pequeño con un vaso de agua en
elo, pero las imágenes en su mente estaban... Desordenadas. Era cerca de las diez
e sensación de calor y el sudor. Se sentó en l
ó y quería más. Recordaba que le dieron una pastilla, que le inyectaron algo en el mus
star de pie. Joe lo había cargado hasta la cama, hizo una mueca de asco. Pero sabía
nergía, que recordaría todo con exactitud, pero no fue así. El calor aun
Se inclinó sobre su cuerpo, apretando sus piernas y quejándose. Er
e había dormido todo el tiempo. ¿Se había dormido o lo
a solo, estaría en peligro. Fue rápidamente a la puerta, intentó abrirla pero
dirse, su respiración se fue agitando de nuevo. Se acercó a la cama por que ya no podía
Ahora no, no podía pensar en eso ahora. La llave sonó, se levan
quilo, estamos aquí para ayudarte. - La mujer sonrió, tenía en las manos una jeringa, algodón y alcohol
en la cama. Recordó que debía bajarse el pantalón y se r
aron a casa. - Mencionó la mujer. Misha es
ía peor, su celo iba a durar días... Aun así, Misha se sintió ex
, alcanzó a ver una marquita roja. Pero la señora no hizo ningún comentario al respecto. Se sentó al costado de la
io, ella llevó la aguja con much
ó otra marquita roja. - Listo, ya está. - Se apartó y esperó a qu
Misha se sent
traeré
ve. Miró por la ventana y notó que tenía rejas, parecía que hubiese ro
o, en la escuela. - Ella le miraba con mucha atención.
iempre escuché el de los omegas. - Decir esas pala
ma, pero a una distancia prudente. - Bueno, el celo de un alfa dura solo un día. Es normal el dolor, los m
Miraba al piso, escuchando a la alfa. A pesar de poner
as, puede ser abrumador al principio pero te a
el dolor. No era físico, era emocional. Tenía miedo, e
eses serán diferentes. - Se detuvo al escuchar el sollozo. Miró al niño c
o está
é está
ba en crisis, ¿Cómo era posible? E
s un omeg
su carita. La alfa estaba conmovida, lamentaba lo que estaba pasando. Ella mi