Cada vez que recordaba las palabras de Taero y lo cerca que estuvieron, tenía que contener un gritito. Se daba vuelta en la litera, le tocó la cama de arriba.
rado, desde hace mucho tiempo. Parecía mentira... Que se haya fijado en él. Bueno, de algo
es hora d
a emocionado, podría ver
e, en el día si hacía algo de calor pero a esta hora
, alfas, omegas, betas y niños sin celo por igual. Habían niños y niñas desde los seis años
garraban del hombro, se asustó. Pero al girarse y ser acorra
cuello de la camiseta a Cristian, este se veí
de pedir las disculpas, casi no miró a Misha
ó importancia a lo ocurrido, los gestos amables
se acercó a ellos con
- Dijo Tae, Cristia
ue Cris pudiera acusarlos los supervi
s se sentaron cerca, para estar con Taero. Misha se sentó a su lado por pura casualidad. Bange al otro lado y
un discurso de bienvenida como todos los años. Misha miraba su comida, ignorando lo que pasaba. Su mente estaba de nuevo en sus dudas, en que Tae
izquierda también. Aunque prestaba atención a lo que decía la señora, mi
todos los años. - Todos
evas... Todos en Rintclof deseamos que la pasen de maravilla
aban, olvidó a la gente y la situación, su mano se movió sola. Puso un mechón de cabello rubio detrás de la oreja de Misha. El rubio le miró horrorizado. Tae reaccionó.
ido. Bange preguntó que pasaba y regresó a ver a Tae y su hermano. Misha no levantó m
por última vez, van a iniciar una nueva etapa en su vida... - La dueña hab
enía de divertido que los demás no supieran y que no debían enter
elazó sus dedos a los del alfa, siguiendo lo que él quería hacer. Temía que los descubrieran. No quería que Bange l
e. No está permitido molestar a los demás, tampoco las peleas. Si tienen algún problema, busquen a un supervisor que los ayude. Sin má
teó por debajo de la mesa pero él fingió demencia. Misha igu
rando a sus amigos. - ¿Nos vamos a la cabaña de Lucy? -
Misha, no podría quedarse
ve o algo. - Bange s
onces. - Se
negó y fingió estirarse un poco. - Vayan ustedes, luego
Bange no terminaba de ent
ange por los hombros y pretendió jalarlo. Aun no tenía su celo, pero era otro de esos niños que to
Cris. Misha no sabía si decir algo, algunos niños aun de
valor, estaba listo para recibir un no. Era noche
a real. - Sí, si quiero. - Sonreía otra vez, no recor
s, la podemos ve
ue estaba
isha lo siguió. - Quería hacer algo contigo. - Se atrevió a decir
o que pudo decir, de t
la respuesta "Bueno." ¿Qué
es venir? - Se d
ones nervioso. - Su mirada evitaba la del alfa. Tae no sabía que pensar
taban encendidas y se escuchaba risas dentro. Antes de meter allí a Misha,
la respuesta del rubio antes de meterlo allí, sabía que era mala idea, que iba en
uanto Tae entró le miraron, se escucharon breves saludos hasta que vieron a Mi
es? - Preg
to está. -
coger aquí? - Dijo el últi
preguntar con todo el disg
habla. No es
lestarnos? - No esperó respuesta a lo que se llevó al rubio a la habitación, los alfas les mandaron besos y no per
i que quería golpear algo. Sintió los brazos delicados rodearlo, se olvidó de su enojo y miró al rubio. Él sonreía, escondió el rostro en el pecho del a
.. Son alg
taba feliz. Taero estaba celoso, al menos eso pa
e lo llevó a la cama baja de la li
roes. Pronto encontró una. Estaban muy juntos, pero no era suficiente. Taero se removió en su lugar, le pasó el