magia para mi, aunque no pasamos mucho tiempo juntos, todos los días tenía maravillosas sorpresas y detalles, gener
i mismo, siempre las cenas estuvieron acompañadas de platicas
o seguido a la luna si me lo hubiera pedido. Lo seguiría y harí
la cena corría nerviosa de un lugar para otro asegurándose que todo estuviera lista, revisand
escuchaba en el jardín. Esa mañana recibí una enorme caja, al abrirla me llene de sorpresa, pues en su interior se encontr
osa esperando el sonido del automovil para bajar al co
ía un cumplido, desato el moño de mi cabello, dejando caer los rizos de forma desordena, me dijo que lo prefería suelto, o por lo me