e mi, logrando arrancar un gutural rugido de mi pecho, mi cuerpo empezó a temblar haciéndome llegar casi al órgasmo, el resto de la velada se comporto como el más correcto de los hombres, me ofreció s
anto me abrumo simpleme
nte volvió a funcionar con normalidad, ¡cielos! que tenía ese hombre que nublaba mi ser, que m
te, y cada vez que lo hacía me parecía más irracional, estratosfericamente lejos de toda lógica, desee continuar analizando la
estuvieron presentes toda la noche en mi mente, provocando lo
ición en cualquier momento ! Solo escuchar su voz mi cuerpo reacciono de manera que lo venia haciendo últimamente,, sentí humedece