hombre grandote, haciéndome
nción, además esa cantidad de aretes por su rostr
que es muy
de, me miró con cara dé; «era
pañero, tambié
y no resultó. Quise decirle,
á como quiere, ya todas las mujeres
par
mos en el cementerio. Cuando la conocí, prometió quedarse siempre a mi lado, además tiene una sutileza para manipula
como ahora tienes novio, ya no visitas.
mofles de caramelo. -Le sonreí-. El jueves sin
a clase. -dije con una des
olestándot
miga no siempre estará ahí para proteger
o nada más vuelva a pasar. Ese joven me hizo sentir más insignificante que nunca. En total compartía cuatro clases con el vecino, no cruzamos palabra después de lo ocurrido en la mañan
ado. La cena la había dejado en el horno por si se demoraba. -A veces me pregunto, ¿dónde se meterá dos veces por semana?- No comí, pr
Fue una tarea complicada al principio, pero una vez la dominas, tu cuerpo crea una armonía con el mismo entorno y te conv
relajado, me ordené volar, de forma automática floté, recorrí la habitación, solté mis piernas. El cuerpo se desplazaba de un lado al otro, lo había logrado por fin, sentí felicidad por ello. Abrí los ojos para confirmar si
aste muy
mis brazos para que los objetos se alzar
e demo
nrió, miró a su compañ
nte clase? -Se acercó con su acom
r reírme, bajé la mirada
La señora
rte que los humanos no tienen nuestras habilidades, si te ven realizando ciertas maniobras
ofendida-. Jamás hemos practicado... bueno, solo los
s no han ev
ciamos. -Me incluyo en el montón-. El tiempo para desarrollar la capacidad telepática, nos encontramos atrapados en el consumismo y no nos detenemos a pensar: ¿Q
auto, somos infelices, si no tenemos la casa grande jamás construiremos una verdadera familia, si no viajamos por el mundo c
rugué la frente, ¿Qué clase de n
ilnay. Yelena.
-Sus ojos brillaron-.
tarme. Cuando niña no le presté atención, solo cuando pasaron varios sucesos ilóg
a primera vez que la vi luchar, mató a ese hombre de manera tan frí
do, pero tenía el cuchillo listo para hacerme daño yo misma. Esa
ó la abuela mientras se
. Jamás había sentido esa clase de e
vel de nuestro rey. -¿De qué hablarán?- Es la misma energ
sabía de ti. Después de la última reunión de la él
bes el
escaleras. La seguimos, era un poco incóm
de en Alma, no he descuidado mis responsabi
bicarte. ¿Cu
ería bueno echarle un vistaz
ierra hasta la mayoría de edad terrícola. -Se miraron mientras
? -intervine agitando las
ún
untas. Milnay resultó ser la mano derecha de la abuela en la socie
e que eres la maga mayor. -Se mi
ó mucho sus ojo
erd
ser parte extraterrestre, era no hacer nada, con solo dese
a mi re
subía las escalera
ose ¿sin supervisión? -La miré, arqueé
que has depositado en mí. -Se m
na de hacer
entana, correspondió el gesto. Cerré las cortinas, al dirigirme a la otra ventana; la que quedaba frente a la habitación de Jerónimo para cerra
!, ¿quiere
anera brusca, sin embargo, no me import
buen lugar
queño balcón igual al mío, su h
ar?... No olía a ninguna hierba
o, sentí pena por él. Era el típico humano el cual esconde su dolor, sus temores, sus
mí, fue tan sucia la forma en como ella lo besaba. Suspiré, di la vuelta, no quiero ver un es
ona? -giré para quedar frente a
eas, jamás seré una mujer
o me d