Arlin code N#7

un edificio, los recuerdos de su existencia parpadearon como luciérnagas en la oscuridad. La risa de su hermana, la mirada

aron palabras no dichas, promesas rotas y un anhelo profundo de algo más. La ira, que yacía oculta en las sombras de su ser, amenazaba con emerger como una tor

aída, lamentó no haber apreciado lo suficiente las pequeñas alegrías de la vida. "Ah... ya no podré probar la comida de mamá", murmuró en su interior, reconocie

ón de ingravidez. La caída libre se transformó en una suave sensación de descenso, y el viento que silbaba

te. El mundo que lo rodeaba no era el sombrío paisaje urbano del cual había caído, sino un lugar desconocido y etéreo. Ethan,

hora era el de un bebé recién nacido. La confusión se manifestó en pequeños gestos y parpadeos, como si tratara de asimilar la realidad alte

esa. No entendía cómo había pasado de caer hacia su muerte a ser acunado en brazos en este extraño lugar.

ía los mismos ojos celestes que ahora adornaban el rostro infantil de Ethan y, en su cabello, se reflejaba la misma tonalidad rubia que podría

esiones de desconcierto, como si intentara descifrar los misterios de su nueva existencia. Sin palabras, la comunicación ent

or y le habló con suavidad. "Eres mi pequeño milagro, Ethan. Aunque las circunstanc

calidez en su tono. Las preguntas llenaron su pequeño corazón, pero por el momento

as iluminadas por antorchas parpadeantes, lanzaban sombras danzantes que daban vida a la penumbra. El ambiente estab

íos barrotes de metal. Ethan, incluso en su estado de bebé, percibía la triste sinfonía que resonaba en aquel c

aerlo de la desolación que los rodeaba. "No te preocupes, mi pequeño. Aunque este lugar sea sombrío, s

esiones de desconcierto, como si intentara descifrar los misterios de su nueva existencia. Sin palabras, la comunicación ent

lantes. La sensación de estar atrapados en aquel lugar se acentuaba con la frialdad que se percibía en el ambien

caso una prisionera que dio a luz en una cárcel? La surrealista situación lo hacía cuestionar la realidad de su existenc

una sensación de resignación se apoderó de él. ¿Era todo un sueño mientras su cuerpo moría en el abismo? L

a en brazos. "Eres mi mayor tesoro, mi pequeño regalo. Aunque estemos atrapados en este

a, parecía iluminarse con la conexión entre madre e hijo. La paleta de colores de unos ojos celestes reflejaba la purez

omo si fuera una melodía especial. "Estas palabras dulces... nunca las había escuchado antes", pensó Ethan en su interior, inevitablemente comparando la expresión de amor de Arlen

al, Ethan no pudo evitar reflexionar sobre su antigua madre. La imagen de ella quedó grabada en su memoria, una figura querida que ahora se desvanecía en el pasado. L

a nueva figura materna, comenzó a pesar en el corazón de Ethan. Mientras intentaba asimilar s

"Tal vez en este nuevo comienzo... pueda hacer las cosas diferentes. Aunque, viendo donde me encuentro, tal vez n

a Arlene contrastaba con la falta de entusiasmo de las demás. ¿Era ella la excepción a la regla? Al enfocarse más, pudo captar sonidos desagradables, lamentos y s

te aquí es esta mujer que es mi nueva madre", pensó Ethan, aferrándose a la única

d y adaptación. Aunque su mente estaba en proceso de desarrollo, se podía percibir una inquietud late

helo constante de comprender el mundo que lo rodeaba. A pesar de su limitada capacidad de expresión, l

eva madre, pero por otro, crecía en él la determinación de superar las limitaciones de su actual estado. El deseo de movilidad y autono

eva experiencia, cada sensación táctil y cada sonido desconocido alimentaban su mente curiosa, creando un

e que mi nueva madre y yo estamos atrapados en lo que solo pue

gaban mujeres. Notó cómo se llevaban a los recién nacidos y, en ocasiones, a niños ya más grandes, alcanzando una edad límite que logró percibir, fi

con ojos infantiles la dinámica del lugar. "Estas personas, tan mecánicas en sus acciones, co

inquisitiva no dejaba de buscar respuestas, y sus pequeños ojos celestes exploraban el entorno en busca de de

Más bien, exhibían un aire de autoridad, vestían ropas lujosas y portaban símbolos que denotaban estatus y posición en la sociedad. La conclusión que

ban a acumularse en su pequeño corazón, pero la incapacidad de articular palabras dificultaba la búsqueda de respuestas. Sin embargo, la

con expresiones indiferentes y una autoridad que imponía temor, se acercaron a la celda de una mujer que estaba justo en frente de la suya. Repet

estaba clara: era el momento de la desolación, la pérdida de la última luz de esperanza. Ethan, desde su posición infantil, no

os guardias, sacudiendo el hombro

tu hijo. ¿No entiendes que es por su bien?", añadió

orno. La rutina de separación y desesperación la había sumido en una ap

Es una lástima que no puedas entenderlo de

a crudeza de la escena dejó a Ethan con un nudo en la garganta, su mirada inocente reflejando la impactante realidad de aquel lugar. La insensibilidad y l

entras los guardias sacaban el cuerpo de Eva de la celda. El cruel destino de esa mujer, qu

hijos nacieron con grandes habilidades mágicas", expresó uno de los guard

ada de su cuarto bebé. Sigue el protocolo", respondió el otro guard

cierto. Las mujeres, aparentemente tratadas como meros instrumentos de reproducción, eran vistas como portadoras de potenciales talentos mágicos. La insensibilidad de aquellos que administraban

posición de Ethan, apartándolo de la vista de la cruel escena que se desarrollaba en la celda contigua. Mientras

bé ajeno a los horrores que se sucedían en el lúgubre calabozo. "Estamos juntos, y

n, protegiéndolo de la crudeza del entorno. Sin embargo, incluso en esa atmósfera opresiva, la

osos y en cierta medida inocentes. Su mente, a pesar de estar confinada a la limitada comprensión de

preguntó Ethan interiormente, sintiendo un escalo

estado ella en este lugar? ¿Cuántos bebés había dado a luz? La sombra de la ince

o interno ardía en su ser, y se prometió a sí mismo, en la medida que su limitada existencia

firmeza de un juramento silencioso, mientras Arlene continuaba intentando con

do que parecía tan distante. Recordó la calidez de la cocina, el aroma reconfortante que inundaba la casa y el sabor único d

se ha desvanecido en algún rincón lejano de la memoria?" se c

ntenía viva en su interior. Mientras Arlene continuaba consolándolo, Ethan anhelaba, incluso en su forma de bebé, la posibilidad de