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Historia

Capítulo 5 5.

Palabras:3173    |    Actualizado en: 06/08/2023

salir del apartamento. El chófer que me asignó Mauricio me

e veo es el de Federica. No podrí

las estanterías—. Qué bueno que llegó, el transporte está afu

do en la misma dirección. Me inclino hacia su o

yergo para colocarme a su altura, manteni

nzo el ceño—. ¡Vamos a la cocina a por los

ejo que pase primero, observando como el legging que carga p

spera. Luego de eso, vienen los cupcakes guardados en domos. Se

regunto, c

—dice con obviedad, ace

vo

hocando nuestras palmas. Me deja ir, pero soy m

o bonito, eh? —pregun

n decir —responde, rodando lo

soy —canturreo, sonri

un rápido movimiento, se zafa de mi agarre y baj

estar pendiente de todo acá atrás

e alguien que no logro ver, ya qu

Te comió la lengua

s que te diga? ¿Qué eres horrible? Tampoco soy ciega, ni voy a

ncuentra atractivo y niego con la cabeza. ¿Cuánto fal

s tan atractiva —le digo, yendo tras de el

tú, ni nadie. No soy atractiva por lo que los demás piensen, soy bonita porque lo soy y punto. Y

as me muestran que está algo… alterada. Parece darse cuenta de que se ha acercad

, sus ojos lanzan llamas en mi dirección c

tando como su iris se oscurece de rabia—. Yo iría por un adjetivo más fuer

ve y tiene unos lindos ojos cafés, comunes pero llenos de una chispa increíble. Ni hablar de su cabello castaño, liso o en ondas, que

soy ciego

luda Elena, trayéndonos

illero para buscar su uniforme mientras yo me quedo pasma

os en las estanterías, así que hay que preparar galletas y postres fríos más que todo. Se coloca junto a mí

miro, pausando mi trabajo unos instantes—… fue

tono de voz, guiñándole un ojo—. Me enteré que i

me dice y yo sigo con mi trab

espaldas de mi hermana. Así que

s del tipo de muchac

cuidar a Montse y,

runciendo el ceño—. Además, voy con mi

s arreglará —respondo, pen

ún, en C

cias de todas formas —re

de ser muy amable con ella, solo porque me conviene tenerla comiendo de la palma de mi mano. Sin embarg

sten a mí. Incluso Elena se sonroja cuando entro a la cocina, ¿por qué ella es tan…

día, así que ya por la mañana me dirán s

e color gris, una camisa blanca lisa y mi chaqueta de jean con blanco. Seg

e vistió para ir a La Clandestina. Su ropa entera es en tonos púrpuras: un top en forma de lazo con tirantes y un pantalón un poco holgado,

la dejaré ir solo con Gab

ombra cernirse sobre la de ella. Coloco una mano a la altura d

irnos? —pregun

mi rostro, empezando por mis labios y terminando en mis ojos con una lentitud

regunto, s

ebe ese cam

as palmas de sus manos en mi pecho para empujarme, apenas

ue se me ha ocurrido una grandiosa idea. Si

scuchándola soltar un grito que cubre con su boca al notar

do sobre mi hombro. Yo solo puedo reí

e se yergue sobre sus dos pies. Abro la puerta de los asient

que tienes el número ganador, imbéc

o… ¿quieres que lo haga por las m

rme un jodido d

ue te ponga más que un dedo encima —murmuro,

mi lenguaje tan directo. Sus mejillas adquiere

e media vuelta—. Definitiv

y luego a mí, frunciendo el ceño y respirando con agitaci

que vayas por ahí viéndote de esa for

res decir con es

abierta de la impresión—. Llamas demasiado la atención

niña de dolor por lo que haría con esa manito tocando mi cuerpo —masculla entre

, pienso. Me mataba de curiosidad

de camino al bar —digo, acercándol

aje y logro ver la palabra “secuestro” escrita. R

se de brazos y mirando por la ventana. Por

úntale dó

lular, negando con la cab

le dio la c

—pregunto,

ntón —c

somos sól

“tú y yo”, ¿bien? —dice, mirándome—. I

n diversión, mirando por mi ventana—. Venezuela, co

de ese infierno —comenta y yo le miro—,

tuación? —pregun

obaron, cuántas veces nos faltó comida en la casa, medicamentos para mis padres. Así que, con todo el dolor de mi

no saberlo —digo con toda si

zas está completo. Mi tío ha sido un total cretino con el

caja… —murmuro y ella me mira—.

idad. Yo agradezco en mi interior no tener que seguir h

ñor Díaz —anu

a me ha ganado y ya se encuentra fuera. Me coloco junto a ella y nos m

a mi hermana, abrazándome—. Oh

a de Gabriela —se

icen las malas lenguas que has puesto a mi hermano en su lugar —se

se ríen, haciéndome rodar los o

nto, acercándome a ella p

stá aquí. No saben lo furiosa que se v

y todos miramos en dirección a la entrada, don

mis manos en puños. Sé que no es obligatorio que él le corresponda, pero

r mi presencia. Yo ruedo los ojos, divertido de la situación—. T

ncia mi hermano y noto como sonríe cuando Gabriela s

odiendo —masculla entr

alto, mostrándose seria y orgullosa mientras él sonríe con arrogancia. Parecen que

nada bonito. Ella le habla al barman y este mira a Mauricio, quien ter

tres mujeres y Cristián se divierten. Nos tomamos el

ces rojas empiezan a titilar, yendo de aquí para allá. Las t

seguido de sus caderas anchas y su diminuta cintura. Sus senos no son grandes, no veo indici

, en la mano cerca de su boca, sin perder detalle de la estudiant

a mirada —me burlo, nota

ro con la pasteler

fando antes de darle

muerda la lengua venenosa esa que t

car a bailar al colombiano. Ella le da la espalda y sonríe, dejándose lleva

otando lo mismo que yo—. Le gusta algui

es larga, canción tras canción y esta gente parece aumenta

nmediato y repite el proceso. No para de aniquilar a alguien con la mirada y no me

tanto y vengan a bailar —suplica, tirando de nuestra

estas cosas y solo estoy aquí por t

hermano mayor —se burla y, no sé por qué, me siento atra

dome de brazos—. Prim

ematuros —hace un berri

de decir que no —dice Maur

s, que madure —m

con las que podemos bailar —incit

tan enfocada en Federica y su atuendo púrpura que no me habí

spondo, sonriendo

íe con picardía. Enrosca sus brazos en mi cuell

erto? —pregunta, alzando s

resento y le doy una

cido también y se ríe mientras juega con su cabello. Una sensación

é, un vino, no sé —me habla la mujer frente a mí, a

inceridad y vuelvo a mirar sobre su cabeza

de opinión —ronronea,

sonriendo. Ella toma mi mano, tomando la

sus ojos puestos en mí. Tiene la mandíbula un poco tensa, pero no puedo observarla mejor por

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