estúpidas, bromas que seguramente haría. Unos golpes un poco más fuertes hicieron voltear mi cab
l único que soportaba mi errante personalidad. Abrí la puerta del acompañante y rápidamente entró, cerrando la puerta tras él
ue no estabas a mi lado.- Su apagada voz, realmente mostraba que así
, Cam.- Solté, agobiada
entras se acomodaba en el asiento. rea
go una señora salió, se llama Rose por cierto. Me invito un poco de té. Este chico vive con ella y al parecer Rose le pidió que me acompañara, porque nos invitó a pasar la noche, lo envió como garan
ío, pienso lo peor.- dijo a mi oído, mientras me dev
do que en este mundo devastad
en de ojos grises, ¿Realmente podría fiarme de
gando distraídamente con unas piedritas. Parecía tan joven y relajado, est
divertido, le rodé los ojos mientras una sonrisa bob
o decepcionado. Al notar que comenzaba a enojarme, cambio de tema ráp
cas pertenencias que conservaba, entret
. Al caminar, cada musculo de su cuerpo parecía contraerse, realmente era todo un procedimiento, per
siquiera intenta ocultar su mal humor ¿Qué le pasaba? No me tenía que importar, pero, suponiendo
en mi hombro. Casi instantáneamente los ojos de Adam se dispararon hacia la mano
decir nada más, se dio la vuelta y siguió el camino, dejándo
on su incesante parloteo y Adam por su parte, iba al frente, sin decir
copas de los árboles, no vi la sobresaliente raíz hasta que ya fue demasiado tarde. Tropecé inevitablemente. Mi cabeza reboto contra el húmedo suelo,
ndo mi cabeza, aunque realmente no la sentía. Mi ataque de risa era inútil de d
ba trastornada, no pude ni terminar la
lzarme. Yo solo en ese momento quería descansar, solo hacía falta cerrar los ojo