fícil al comienzo no lo niego, todavía estoy tratando de asimilarlo. Ninguna película
e lo fuerte que podía llegar a ser. Podemos llamarlo "ser f
er que estaba aproximándome a mi des
de un lugar seguro, siempre nos manteníamos en movimiento. Siempre se me venía a
o. Ese ruido fue suficiente como para que tres cambiantes
que pude desenvainar tranquilame
me div
di un giro cruzando mis dos espadas sobre el cuello de o
rcándose por uno de mis costados; mientras el restante po
ada en sus respectivas cabezas. Silencio. Solo se escuchab