servando el reflejo del copiloto que no le quitaba la v

ra-. ¿Ves? Además, la única forma de escaparme sería rompiendo el vidrio, probablemente con mis tacones - señaló su calzado. Su semblante cambió-. El vidrio no se rompería del todo, así que probablement

ario colgado en el retrovisor. Era de color blanco, muy parecid

domingos que la obligaba a despertarse para ir a un lugar donde, posiblemente, exi

huesos estuvieran en su lugar y esta hermosa cara no sufra absolutamente nada, estoy segura que sus bala

sentía afligida y desprotegía. No dejaba de pensar en lo que iba a pasar al momento de lle

cana Bar, era un lugar muy elegante para su gusto aunque siempre se vistiera acorde a él.

n luces de neón, la barra era de mármol negro, cada sección de mesa estaba separada por una pequeña pared de made

on un toque de superioridad y mucho dinero, probablement

on con los del mismísimo ayudante del diablo. Sin flaq

entras sus perlas aún permanecían fijas como armas

su interlocutora -.Siempre es un gusto verte -bajó la mirada y la inspeccionó -

dos amargos dejaron impregnados en la profundidad de su subconsci

ima - acribilló con su mirada a los hombre

la mesa y vació el contenido en su gar

s hombres se retiraran mientras llamaba al barman pidiendo dos vasos. En menos de

con hielo, el segundo

sorprendida-. Sabes lo que m

volvió la mirada, pero esta le res

uerta principal y se acercó a ellos. Con sensualidad, se sentó a lado de

plateado de su bolso Dolce y

, Ophelia?-comentó lueg

ino-. ¿Qué hacemos aquí?

rande, lo colocó en la mesa y lo deslizó hasta Ophelia. Ella tomó el sobre con cautel

ple palabras escritas en un sobre. Sus ojos quedaron fijos en ella por segundos que fueron horas. Horas donde se transportó a una h

se movían cuando el cuerpo rompían las barreras que las conformaban. Podía oler su perfume, v

en algo nuevo, en la realidad, despojándola de todo sufrimiento emocional -Ophelia - es

segura, descubierta y cómplice - ¿por qué me das esto?- preguntó entre balbuceos.

regal

nquilizarse-.Tienes mi número, y si no lo tuviera

res su favorita -Respondió con un tono que, si le pr

hiciéramos así-i

e del bar -. Tres meses -pensó mientras huía con el