img ENTRENANDO A MI AMO  /  Capítulo 1 CENIZAS | 20.00%
Instalar App
Historia
ENTRENANDO A MI AMO

ENTRENANDO A MI AMO

img img img

Capítulo 1 CENIZAS

Palabras:2266    |    Actualizado en: 10/01/2023

tenciaba y lo volvía adicto cada vez que la obtenía; La violencia del aire golpeando su cuerpo mientras, como ave, se hacía con él y lo metafísico se volvía real. El velocímetro dec

rmanecía encendido y la puerta del conductor estaba abierta. Observó con perspicacia alrededor del lugar, pero todo

lumbrase por el océano y sumergirse en sus pensamientos. El auto estaba a unos cuantos metros de ese lugar, ―tal vez esa persona estaría en él-. Es lo que pensó. Decidió caminar esos metros a la p

tenido la razón, por otra, su molestia aumentaba al saber lo poco responsable que había sido ese individuo. Pudo haber muerto de no h

ntras se acerca -. ¡¿Puedes mo

e postraban en la baranda de concreto. Estaba absorta de él, formando par

sigue gritando -. ¡Hey!, yo sé que

o de hacer equilibrio con sus brazos sin quitarle la vista al mar, hipnotizada por el sonido de

eza a correr alimentado con la misma adrenal

or el ajetreo de su esfuerzo

r el miedo, Marco se apre

us manos se postraron en sus mu

normalidad. A través de la poca luz alimentada por una pequeña lámpara

endo? - preguntó

ración era muy tranquila y pausada, como la de alguien que acepta su destino. Como que entiende la

tó caminar muy despacio escuchándose la tierra

enció una voz bastante

uerpo seguía tenso, pero aun así permanecía alimentado por el chorro de adrenalina. Luego de un

, si bien se tornó un poco más impactante, toda

creyendo que esta vez iba a recibir una respuesta -.

s tu maldito prob

como si no hubiera tal situación. Como si esa figura en vez de estar parada en aquell

- responde él -. Venía a 150 km/h. De darm

cástica -. ¿Por qué ibas a 150 en una

cara al darse cuenta de la

una pequeña pausa -. Digamos

a noche daba lugar a una escena bastante frívola y cruda. La violencia es el fruto de una civili

que no era más que violencia. Ella seguía con los brazos abiertos mirando el horizonte oscuro, cr

encio -. No sé realmente lo que pasó, pero piens

de meditar por segundos la respuesta -. No sa

é es es

la que vinist

ciarse en círculos sintiendo un poco de placer. Da otro

que no te

con la poca iluminación. La mujer tenía unas zapatillas blancas de esas que no usan trenzas o agujetas para atarlos, muy parecidos a los de ballet. Su pantalón también del mismo color, holgado y seguramente de un

se habían ensuciado por la tierra

aba los ojos de encima -.Tuve que

- refutó la muje

de par en par y los colocó también en el banco. Sus piernas en forma de v termi

- respondió mirando

, él veía una historia que transcendía épocas antiguas donde ellos no existían. - El océano tiene vida - pensaba si

ces buscas un propósito para quitártela. Él siempre estará ahí, no tiene las

al final el mar siempre

asta que decidas bajar. Luego caminaremos a tu automóvil, amb

ede existir en un momento. Esa noche no hacía má

u piel. Sus labios se secaron y golpearon su garganta de tal forma que sintió como si tragara algo tan pesado como el mis

- ya no había

do una mueca de resignación y pena. Llevó su pulgar derecho a ellos, con sus dientes afilados, mordió el nudillo sintiendo la agudeza en su pi

-. A veces lo es más de lo normal, otras meno

aminó hacia la baranda, se inclinó en ella dejando

l luego de estar unos

ridad de la noche y se unía a ella para formar algo más que simple arte. Si el mayor símbolo de be

ser tú -sus ojos permanecieron admirando el h

su chaqueta, abrió su zippo plat

arco. Le mostró la caj

es una bala en la recamara? - co

lado, y deja caer su cigarro aun encendido con restos de t

pero el disparo -responde cuando el cigarr

ando sus pies expuestos a la inmensidad de la caída. Su piel realm

ra empezar a fumar

ra de

o de muerte, y a cada persona se le presenta de distintas maneras- pensaba ella. Puede que precisamente sea ese hombre el suyo y por ello que le ofrece un cigarrillo. No hay mejor oportunidad para fumar cua

tu oferta -ella

go de un suspiro profundo -. Tu primer y último cigarrillo

e la espalda a la oscuridad del mar y bajó la baranda de concreto. Caminó hacia el asf

itarle la vista al horizonte -. No eres

madrugada. La nicotina en su lengua le dejaba un sabor amargo. Sin embargo, era el sabor que creía merecer. Un par de minutos de

se dispare en algún momento -d

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY