img Enamorada del nuevo miembro en mi familia  /  Capítulo 4 Leandro | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 Leandro

Palabras:2656    |    Actualizado en: 10/12/2022

- Reconocía aquella voz, esa v

acné se había perdido con el tiempo y ni una mancha se veía en su cutis. Hasta las ojeras con esas gafas le quedaban fenomenal y parecía que ahora se cuidaba más, hasta su aroma había cambiado y se notaba que estaba yendo al gimnasio. Aquellos brazos que alguna vez fueron enclenques, parecidos a los mo

nuestras compañeras habituales de sa

ar? debía alejarlo de alguna manera a pesar de que cada vez me parecía más atractivo, cada mirada suya no podía resistirla, hasta ese momento no se había convertido en un inconveniente o eso pensaba. Leandro siempre me trataba de la mejor manera, pero muy cordial de tal forma en que nunca me dejaba claro que deseaba, por supuesto me resultaba atractivo pero ya estaba exhausta de dejarme llevar por apariencias y terminar pagando por eso. Me estaba debatiendo, ninguno de los dos se había acercado a mí con alguna intención distinta ser

esa persona estaría dispuesta por fin a liberarnos de tantas barreras, pero cada vez se portaba más errática, tenía el temor a desilusionarse y más que nada a que alguna de nosotras saliera con un embarazo no deseado. No le temía a que tuviéramos relaciones con alguna persona, le temía a tener que ayudarnos a criar nuevos niños cuando ella en el pasado le había costado tanto, pero esa idea la teníamos clara y aunque las ganas nos ganaran tratábamos siempre de hacer lo correcto, en nuestras manos se encontraba nuestro futuro y en las de nadie más. En mis momentos más bajos coquetear de manera indirecta era mi manera de sobreponerme, de alguna manera aunque no me lo decían a mi, me imaginaba que todos esos halagos eran para mi "er

nica respuesta fue besarle apasionadamente. Me dejé llevar en aquel momento por todos mis instintos, mi cuerpo cedió nuevamente ante los deseos que tenía y justo entonces las cosas pasaron al

ta para pelear por mi. Ambos alrededor mío, es cuando Eduar me aparta del camino y muestra su musculoso cuerpo, mientras leandro alista sus puños, ambos se mandan uno tras otro pero sin llegar a lastimarse seriamente, en ese segundo reacciono y dejo todo tirado, es mi momento, no debo dejar que se hagan más daño, debo decidirme por alguno de los dos. ¿pero por quién? ambos me llenan de fascinación, ninguno tiene lo que el otro, la ter

decían "esqueleto andante" "desnutrida" entre tantos apodos crueles que suelen dar los chicos en la secundaria; pero no todo había quedado allí, hasta los directores de la escuela habían llamado a sus padres por la preocupación que tenían. Entre los pasillos nuevamente los rumores habían surgido y durante mucho tiempo escuchamos acerca de su manera de deshacerse de la comida, pero yo era testigo de que eso no era verdad, ella hacía lo posible para comer en grandes cantidades hasta el punto de parecer algo loca, pero aquellas cantidades que para ella eran abismales para otros eran un puñadito, algo que un pajarito se comería. Yo no le decía nada al respecto, suficiente tenía con aguantar las burlas de los demás para que ahora su única amiga le dijeras algo, sus padres empezaron a venir a la escuela constantemente, tenían reuniones con el director y hasta con el psicólogo, es en esas reuniones donde informaron que era una chica normal, solo era genética, exactamente su madre era muy delgada y había heredado ese aspecto de ella. Sus padres la convencieron de que no hiciera caso a los comentarios que así eran los niños inmaduros y a pesar de que su cuerpo fuese el más menudo su actitud no lo era y no dejaba que nadie pasará por encima de sus sentimientos, hasta el punto de devolver aquellas burlas con más burlas y ganarse una venganza merecida. Me encontraba tan orgullosa de ella, cada vez veía que mejoraba más, ambas nos habíamos metido en uno de los gimnasios de mi barrio en tantos intentos de ser "saludables" más bien una excusa para salir de casa. Por fin había llegado aquel día tan esperado, mi cumpleaños, ya estábamos a 6 de febrero, mi fecha favorita, aquel momento en dónde era solamente yo y los demás me regalaban cosas, amaba ser el centro de atención, amaba sentirme importante, pero

má!

- Estaba subien

pastel ? ¿Qui

con la boca abierta, cada vez me encontraba más hinchada, la alergia había

z casi perdida tratando de encontrar aire.

e acuerdo de absolutamente nada, me quedé profun

que día era y que hora, se supone que ese día iba a ser mi mejor día, mi mejor cumpleaños aquella fecha que había esperado con tanta ansia viva, todo se había dañado gracias al nuevo novio de mamá. El novio de mi mamá llegó a urgencias muy apurado era la primera vez

je apenas

s, pensé que te

casi nada, es más pensaba que

rgica a las almendras que ten

rgica a las almendras

ato el señor de metió en la conversación y fue como me pidió con mucha angustia que lo disculp

n preocupado y cansada, tal vez habían pasado allí toda la mañana y yo no había conseguido lo que quería. Solo quería pararme de esa cama e ir directamente a la

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