iere puedo llamarlos ahora mismo para que me traigan otro uniforme que tengo en casa - Dije totalmente se
a, es necesario llamar urgentemente a sus padres para informa
ellas me pidieron perdón antes de irse - mencioné tratando de calmar la situación, no estaba dispuesta a
no creer en mi palabra, bastante dudoso se encontraba, tenía todas las ganas de
en hagam
é co
to, pero más tarde lo devuelves bien lavado, deseo
sé preocupe
e al menos la camisa para que
r, no sé p
de grandes dimensiones sin embargo era un cuarto, en la entrada no había na
de escuela y ya se están metiendo en prob
n van derechito a sus salones con estás excusas - Sacó dos papeles de una de sus agendas y solamente
arnos de ninguna manera. Debo admitir que en esos momentos me puse muy triste, me parecía tan sexy que no notaba lo mala persona que podía llegar a ser,según yo me había
stuviera bastante interesado en m
con la cabeza para d
e estás e
cesidad de ha
, pues yo si tengo la neces
é, no le respondo a desconocidos - me pude quitar esa espina de por den
me pude aprender tu nombre, aunque también lo dijeron en la di
e a mi salón - Haría de cuenta por supuesto que nada había pasado, d
sponsable y admirable, incluso pensé en él como el mismísimo patán del que te enamoras completamente y caes al abismo. Estaba segura que no iba a hacerse cargo, veía como su actual pareja se debatía con él por tener un hijo con otra chica, cada minuto una pelea diferente, una relación sin un momento de paz. Yo quería poder sentir eso que llaman amor, quería ser yo la principal protagonista, no quería ser la otra chica,quería volver loca esa persona y que no pensará en nadie más, pero al final todo esperaban lo mismo. Julian y yo entramos en la habitación que se encontraba completamente sola, justo en una esquina se encontraba una especie de probador pero lo único que lo separaba del resto de la habitación era una cortina ligera, supongo que antes alguien vigilaba con cuidado las cosa que sucedían allí, tampoco estaba al tan
erosa a su respuesta, iba a
adie nos es
hayan cámaras aquí y tú y
paranoica - Su sonrisa y su risa, ambas cosas un deleite de escucharla
bía que no significaba nada pero igual estaba muy nerviosa,
un pequeño palillo, estaba disfrutando de lo que estaba pasando, estaba en el cielo y por un momento distraída
dicho mi nombre, así que en realidad estaba mintiendo cuando
solo estaba escogiendo los que
e esas palabras tenían sentido o en ese momento cobraban sentido para mí, igual estaba embelesada con el hecho,
otaba que estaba encantada con su presencia, no sabía cómo no sé había dado cuenta de que estaba tembla
vas a quitar
su risa y no pude evitar llevar mi mano a mi boca, me la tape porque sabía q
- Entre una
cos
había Sido muy evidente, tratando de que no notara cómo
Claro tonta, el calor en pleno invierno, cada vez la estaba cagan
r, yo también
pleta estaba hablando por mi y no pod
edar solamente en ropa interior, entonces pude ver como alguien abría la cortina y de
hac
labios junto a los míos, cada respiración podía sentirse y cada caricia de una manera única. No sé qué estaba pasa
o era momento de dejarlo atrás, era mi momento y entre tantas cosas solo paso. El tiempo se me había ido muy
a de lo que iban a decir pero por suerte era el encargado que nos estaba acosando para que saliéramos rápido a nuestras clases. De inmediato sin mediar nuevamente alguna palabra y con las cosas a medio poner salí de la habitación, me peinaba a cada dos pasos pensando que se me notaba hasta
persona sin escrúpulos, un chico que probablemente se estaba riendo de todos mis defectos o de mi manera de hacer s cosas, tan inexperta, tan ingenua, pero no podía decir nada porque a mis oídos no habían llegado rumores hasta ahora. Con las semanas que fueron pasando pensé que aquel incendio se apagaría, nadie me había dicho nada, hasta Mark que era el homb
o contar nada, eres una
ona? -
me escuchen,pero ya sabes a qué me refiero y
rles q
e que lo hiciste con Julian en el armari
lo haya contado - empezaba a s
machitos, muy lindo pero el único que
o? ¿Con
os chismes y observar cómo pasaban las cosas y debo admitir que en una época para mí era igual, pero no era lo mismo estar en esa posición. ¿Cómo no me había dicho nad
an en paz, igual Julian era de esos que presumía demasiado pero jamás pensé que yo sería una de esas, yo
opa normal también lo hacían, me llamaban emo, me tiraban cosas, estaba tan harta de tener que aguantar así que también era una manera de liberarme. La ví allí tan perfecta como siempre, sus ojos claros y su cabello largo, acá el cabello que rozaban su cintura, su cuerpo delgado, una nena hecha casi de viento, aquella nena con la cual yo no tenía ni una pizca de oportunidad con la cual competir, era alta, del mismo tamaño que Julian y juntos daban la impresión de ser como aquellos vampiros de la preparatoria. Un aura tan distinta a otras chi
quier
r con
der el tiempo- Todas como un corillo de diablitos asen
char esas palabras me di cuenta que no debía negarlo, solo iba a
l chico me parecía lindo y pues fue algo que no me espere además de que no sabía
fuiste a buscarlo y te aprovechaste de la situación, que no supo
nera me di por enterada de que no tenía oportunidad alguna, mi verdad no era su verdad
olo te pido una disculpa por no saber que estab
idad con él,me ama y a ti nunca lo va
amos momentos de euforia, un día caeríamos en depresión mientras en otro íbamos a parecer drogados. Tantos momento de euforia, tantos segundos en donde creíamos que ese iba a ser el final de todo, en esos mismos instantes donde me encontraba pensando en ti, planeando encontrarte, creando en mi mente un universo alterno en donde yo era la elegida; y no, no quería un Julian, no quería un Leandro, quería algo tan real, que pudiera sentir hasta los huesos sin miedo. Julian se había encargado de dejar mi reputación en cierto peldaño, del cual no me bajaban y llegó justo a los oídos de quien de verdad me estaba interesando. La verdad hay un mar enorme de chicos de donde escoger, en mi fantasiosa imaginación tenía aventuras con todos los que me atraían y si se trataba de malos pensamientos, debo confesar que los tenía y más después de aquella experiencia, aún no me arrepentia y no me arrepentiría si nadie me descubre en el acto. Entre tantos rumores llegó un chico que ya conocía de antes, Leandro, podría compararse a Julian pero igual eran lejanos, se conocían de vista pero nunca de palabra, pertenecían a grupos distintos, pero ambos llamaban la atención a distintos puntos d
, llegó la hora de poner en orden esta escuela. El rector me ha puesto al tanto de las situaciones de cada uno, por lo cual
que fuera su compañero, entre esas mi amiga e incluso Mark estaba alentado a coquetear con él. Yo estaba tan desalentada con todos los chicos de la escuela que no me detuve a pensar que tal vez sería mi próximo compañero, es más no estaba pensando en otra cosa más que mi vida, no notaba lo que pasaba a mi alrededor y lo que mis amigos
i no quieres mete
la pared y aquellos ojos azules los había dej