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Historia
Enamorada del nuevo miembro en mi familia

Enamorada del nuevo miembro en mi familia

Autor: poliherra
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Capítulo 1 Amor inocente

Palabras:3606    |    Actualizado en: 09/12/2022

s sensaciones que hacen que mi cuerpo se llene de adrenalina con solo verte, si supieras la cantidad de veces que he soñado contigo te darías cuenta de lo mucho que me encantas

a sin que nadie dijera nada acerca de cómo eras, fuera de todo las luces que adornaban las casas me producían un sentimiento reconfortante , una tranquilidad que no puedo explicar, tal vez debida a que no me encontraba estresada presentando exámenes o tareas, las clases paraban y uno tenía esa falsa sensación de volver a comenzar otro año de la mejor manera, incluso había deseos para pedir, sueños para cumplir, la navidad lo tenía todo. Siendo mi época favorita del año, intentaba pasarla de la mejor forma posible, tener a mi abuela en las casa para esas fechas hacía que las cosas fueran aún mejores, su comida nos hacía pasar los mejores momentos, añoraba siempre que llegara esa época porque sentía que todo se llena hoja de magia, me parece increíble que todas las personas se reúnan a decorar sus hogares y que en el interior de cada una de esas casas se encontraron un arbolito, aunque no fuesen todos siempre está ese ambiente de que las cosas pueden tomar un rumbo diferente. Las cosas empezaron a cambiar en casa desde que era muy pequeña pero nunca lo noté como un cambio verdadero, sin embargo para mí hermanita era como si en su vida empezará el diluvio. Mi padre estaba ausente desde que lo recuerdo, nunca fue precisamente el mejor de todos, muy distante como una estatua, sabíamos que estaba porque de vez en cuando trataba de mostrar su cariño, con una pequeña caricia, una palabra de aliento, alguna cosita, pero siempre andaba de mal humor a tal punto que la conversación no fluía, entonces como tal nunca tuvimos esa relación cercana y envidiable, en mi caso con el tiempo se volvió algo habitual no verlo nunca, muy de vez en cuando llegaba con amino a la casa, se notaba que su matrimonio estaba desgastado por el tiempo; no se habían casado por amor, solo habías sido compromiso por parte de ambos al haber cometido un error y ese error lamentablemente tenía nombre Aaron. La historia entre los dos comienza apenas un poco antes de concebir aquel niño, no fue algo de solo una noche pero tampoco fue ese amor que te desvela en las noches, no me imagino a mi padre tratando amorosamente a mi madre, realmente no creo que de esos labios fríos salga algo que realmente te enamora al punto de querer formar una familia; siempre renegaba con mi madre acerca de la cantidad de hijos que habían traído a la vida, uno estaba bien,un error si así puede llamarse,siendo demasiado cruel, pero no algo reversible para ellos, creían demasiado en la vida y en respetarla,luego fueron dos conmigo y más tarde un tercero y posiblemente si hubiesen seguido juntos hubiese más de ellos aquí acompañándome. No me molesta la idea de tener hermanos, muchas veces me consuela la idea de que tengo a alguien que molestar una amiga constante y tal vez eterna si la vida lo permite. Con el tiempo ella y yo nos fuimos alejando una de la otra, ya las cosas parecían no ser como antes, me preguntaba que había pasado con las chicas que prendían velitas en navidad y devoraban paquetes de galletas enteras, sabía que éramos dos individuos completamente diferentes por lo cual obligarla a vivir pegada a mi no era una opción. Mi madre también había cambiado con el paso del tiempo, provenía de Augusta y tenía una crianza estrictamente religiosa, creía que el matrimonio debía durar para siempre, tenía ese sueño que no podía mantener en pie, la vida le fue indícanos que eso no era posible con la persona que no estaba predestinada para ti. Se separaron más tarde, ambos tenían aventuras extramaritales, en especial mi padre, además de que quería vivir una vida de soltero, no se acordaba que tenía hijas o una esposa, cada vez menos navidades disponibles, cada vez más regalos reciclados, se notaba que no quería esforzarse mucho, lo suficiente para quedar bien con todos nosotros. Aaron empezó a aborrecerlo en la casa, cuando llegaba a cenar ya no quería bajar a verle aún más cuando nos enteramos de las cosas que le hacía a mamá, ella siempre supo guardar mejor las cosas, cosa que jamás nos enteramos de manera tan poco práctica de que vivía su propia vid

que ellos me vieran como una chica engreída y tampoco quería perderlo como amigo. Mi única excusa siempre fue que mi madre no me dejaba tener novio hasta que cumpliera los 18 años así que era imposible por ahora, hasta que me dijo que me esperaría e incluso se ofreció a hablar con mi madre sobre nosotros. No existía un nosotros y me estaba sintiendo cada vez más oprimida por las ideas que tenían los demás, excepto mis dos amigos más cercanos Julia y Mark ambos sabían que no teníamos nada y que lo que hacía era dilatar más cosas hasta ya no volver a verle, era triste pero me costaba mucho verlo mal. Mark no siempre fue mi mejor amigo, digamos que en cierto punto del tiempo fuimos todo lo contrario porque nos atraían el mismo tipo de chicos, nos gustaban las personalidades misteriosas, pero resultaba más difícil para él debido a que todos pensaban que se trataba de un chico hetero, pero Mark estaba orgulloso de lo que era, desde muy pequeño había descubierto que le gustaba y nunca dejo que nadie le dijera lo contrario, se lo confesó a su madre a la cual no se sorprendió ni un poco y desde entonces no dejo de ser él, excepto en la escuela. Digamos que los directores trataban de hacer el ambiente más conservador y apasible que podían ofrecer, al punto de vulnerar la libre expresión, pero era algo muy común en las escuelas, no solo no podían haber parejas hetero, si no mucho menos homo o de alguna otra clase de pareja, pero los profesores pasaban por alto muchas cosas, éramos adolescentes. Cuando estábamos pequeños nos dejábamos de pelear por los juguetes, vivíamos uno en frente del otro y pensábamos lo peor del otro, me llamaba niña malcriada y engreída y yo le decía que él era aún peor que yo, nuestras madres debían separarnos porque no habíamos llegado a agarrar del cabello a punto de causar un accidente grave, creo que al final nos hicimos amigos porque nuestras madres nos habían obligado a convivir, desde entonces supimos que nos equivocamos con respecto al otro. Mark era demasiado leal conmigo y yo me encargaba de hacerlo sentiré un poco más seguro en el ambiente, los adultos no lo sabían tanto y muchos en la escuela tampoco pero los que sí, los matones de la clase se dedicaban a burlarse de él. Cómo dije ambos teníamos gustos muy parecidos, siempre que yo le echaba el ojo a un chico él tenía que asegurarse de que no tenía ninguna posibilidad, eso me daba algo de rabia en muchos momentos pero también me salvaba de malos entendidos y es que Mark era bastante atractivo pero su suerte con los chicos era pésima. Se acercaba a

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