cardo. Quiero máxima discreción. No quiero que esto circule en los medios, mantén alejados a los reporteros y fans de mis artistas. Quiero que mi médico privado, el doctor Ramirez, los espere en
rtante
-respondió Amber, tomando no
quien seguía con el ceño fr
una patadita al aire-. ¡Siempre es lo mismo! ¡Park y Choe, Park y Choe! ¡Y yo qué! ¿A
rgente lo de tu asistente, pide a Recursos Humanos que te consigan a alguien temporal. Dile al jefe de Recursos Humanos que se encargue de llamar a una asistente temporal, y q
se movían en silencio mientras intentaba recordar el nombre, como si fuera un acertijo complejo-. Era... era... ¡Ay, no
su hermano. «¿De verdad tengo que lidiar con esto ahora?», pensó, masajeándose las sienes
só Jazmín con un tono de vo
interés, una sonrisa traviesa dibujándose en su rostro. Parecía satisfecho de haberse salido con la suya. Dio media vuelt
hablaremos de esto después. Ahora mismo, la salud de Jin es una pr
hermana y sus palabras, se limitó a sonreír con suficiencia
terior berrinche-. Jazmín necesita que vuelvas a la oficina. Dice que ti
tramando ahora?», se preguntó, aunque intentó mantener la compostura. Dirigió una
-preguntó Amber con su habitual profesionali
Necesito que averigües el nombre de su asistente y hables con Recursos Humanos. Diles que la necesito aquí antes de las seis. Pero ahora mismo, lo más importante es que
ondió Amber, asintiendo con la cabeza y saliendo r
interrupción de su hermano. Volvió su atención a la pantalla de su teléfono, donde Leo
do -dijo Jazmín, forzando un
a-. Te comentaba que creo que deberíamos usar una paleta de colores más neutra
Creo que esos tonos complementarían a la perfección l
sultarlo contigo primero. Sabes cómo es Julian,
tó una peq
ijo Jazmín-. Pero estoy de acuerdo contigo, los
ce si avanzamos con esa paleta de colores? Te
Jazmín, enderezándose e
eltas. El estrés por la interrupción de Julian y la creciente preocupación por la salud de Jin se resistían a desaparecer por completo. A