tó una peq
revemente el brazo-. Mi doctor de cabecera junto con su equipo los va a re
-insistió Taehyun con un puchero infantil, cruza
se apresuró a intervenir, rodeando a Jazmín c
r con un tono ligeramente celoso, apretan
cuerpo con un gesto rápido. Jin, observando la escena con una le
intercambio-. Ustedes tres vienen conmigo -dijo, señalando a J
stas, aún maravillados con los obsequios, fueron guiados con amabilidad hacia la otra camioneta, listos para ser trasladados al hotel. Jazmín observó la escena con una sonrisa satisfecha, sintiendo una oleada de alivio al ver que, a pesar del contratiempo de Jin, todo parecía marchar sobre ruedas. Se giró hacia el personal de Éclat que los había recibido, agradeciéndoles con una leve inclinación de cabeza por su excelente trabajo. Luego, subió a la limusina con Ji
se habían preparado para ellos. Mientras caminaban por el elegante vestíbulo, Taehyun, con su ener
tamente a Jazmín, respondió con un brillo en
sus ojos. Su mirada, fija en Jazmín, denotaba un interés que iba más allá de la simple camaradería. Jazmín, consciente de la mirada de Jiar y
con una sonrisa que intentaba ser neutral, aunque notaba la inte
. «¿Es correcto que se comporte así? Soy la directora ejecutiva de Éclat, no creo que esto esté bien», se recriminó Jazmín, sintiendo una punzada de confusión que se mezclaba con una incipiente preocupación. La línea entre la cercanía profesional y la familiaridad personal parecía haberse difuminado peligrosamente. «Esto podría interpretarse mal... por la prensa, por los inversores... por el público en general», pensó, consciente de la imagen que debía proyectar. Cerró los ojos, intentando descifrar el significado detrás de las acciones de Jiar, buscando una explicación lógica que justificara su comportamiento inusual. Sin embargo, e
con manos temblorosas y marcó el número de la doctora Lee. No le importaba la hora; necesitaba ayuda,