cerraba sobre ellos como si el propio bosque intentara tragárselos. Las ramas desnudas se alzaban como dedos huesudos hacia el ci
a al río le robaba el calor, y la punzada de hambre seguía ahí, insistente, como un parásito adherido a sus
ellos, como si el bosque tuviera conciencia y e
solos -murmu
e detuvo, p
lo es
tragó
ánto
silencio durante varios s
. Pero su
ientes
y lo miró c
u pueblo siga desaparec
senciado-las desapariciones, los rumores, la criatura del barranco-parecía una
ándo sabes
vez, como si no quisiera respo
e hac
runció
adora? ¿O alguien q
a? -respondió ella co
Alden quería seguir haciendo preguntas, pero su cuerpo estaba al límite. Cad
era hamb
la necesidad
s oscuro. M
preguntó Evel
rdó en r
S
pretó lo
que re
tiempo más p
de golpe y lo a
s que
intensa, cas
¿Qué me e
cambio, miró a su alrededor, asegurándose de que n
te ma
escalofrío recor
signif
mo ellos. O al menos, lo ser
el estómago
tiene
frialdad-. Pero es la verdad. Y si sigues
a cabeza, su res
no soy c
miró con
avía
piel estaba fría, sus e
lo de
partó la
egura de qu
primió el pec
y a convertirme
e inmediato. Luego, c
yo misma me encar
iró con in
e, quier
ostuvo s
s nec
e ambos. Solo el viento su
que conocía, todo lo que creía sobre su realidad, se estaba d
eguir -dijo Ev
n dificultad y s
to, más oscuro. El bosque par
lugar entre las sombras, alg
en la espesura. Cada paso que daban parecía resonar demasiado fuerte en el s
sino algo más profundo, algo que estaba creciendo dentro de él. Una sensación visc
urmuró, su vo
, pero giró liger
Qu
pued
aso. Se acercó a él y le puso una mano
s que
ó los ojos
cansancio... es como si mi c
lencio por unos segu
es
tió un es
diga
edo me
dentro de él estaba despertando, un hambre diferente a cualquier cosa que hubiera
miedo -
apretó e
omar el contro
ó la mirada,
a estoy
de regresar -respondió ella, co
a responder, el bos
as. Era algo más profundo, un murmullo gutural que
yn se quedar
omo si cientos de voces est
ontrado -sus
ó su corazó
ánto
a lentamente, escudr
lo
o más definido, un cántico distorsion
tragó
stán l
lo de su cinturón y l
resp
La brisa nocturna se volvió espesa, carg
su cabeza lat
i puedo
respondió Evelyn, su
overse. No como si el viento las agit
nces,
j
as de
ectral. No tenían pupilas, solo un fulgor enfermizo
so atrás, jaland
or
zado, no por miedo, sino por algo más. Algo den
n, ¡v
, pero en ese instante, algo
ra h
o ramas secas. Su piel era grisácea y parecía pegada a los hueso
voz fue un eco de
esa a
Su visión se oscureció por un momento y una olead
ló con todas
uév
n con las raíces mientras corrían por el sendero
los murmullos aumentaban
punzante se deslizó por su brazo, como si
atrás! -g
lden l
o lo hizo q
ya no estaban
riendo detr