re la nostalgia y la incertidumbre, mientras sus pensamientos giraban en torno a Alejandro. Las imágenes de
e la ciudad. Había decidido dejar que la belleza de las obras la distraiga, al menos por un tiempo. Sin embar
Era como si cada trazo de color hablara de amor y pérdida, reflejando su propia lucha interna. Se detuvo frente a una obra
z familiar. Luciana giró lentamente, su corazón se detuvo al encontrar su mirada. Allí estaba, co
neutral a pesar de que su voz tem
ndro, acercándose un poco más. La proximidad hizo que
ser como antes,-dijo Luciana, intentando mantener su voz firme, aunqu
ue siento por ti no ha cambiado. He estado pensando en nosotros desde
que su estóma
lió sin pensarlo, su voz más baja.-¿Cómo
su voz tensa.-Tú también tienes secreto
ceño, sintiénd
no está llena de secretos o
la miró intensamente, su mirada penetrante.-No estamos tan alejad
soy,-replicó ella, sintiendo cómo el dolor se filtraba e
ercándose un paso más.-He trabajado para ser
toria compartida. Luciana sintió su corazón gritarle que diera u
ha causado tanto daño,-admitió, sin
un susurro.-Pero te pido que me des una oportu
o, sintiendo la batalla e
labras fueron un eco de su ince
un paso atrás para darle espacio.-No quiero presiona
tancia?-preguntó ella, su voz temblan
firmeza, sus ojos ardían con determinación.-Porque lo que tengo
miraban, el tiempo parecía detenerse nuevamente. En ese momento, todo lo que habían vivido, el dolor y la
endo que esta vez su voz era un poco
estó él, su mirada suave pero
. Aunque el miedo permanecía, también había una chispa de esperanza. Tal vez esta vez, e
l murmullo lejano de otros visitantes. Luciana, aún atrapada en la intensidad de la conversación, sintió cómo su puls
Luciana, su voz apenas un susurro.-¿Aca
s ojos se llenaron de
e te defina. Lo que más deseo es poder mostrarte
tando ver más allá de la fachada
ado? Su corazón latía con fuerza, no solo por la posibilidad de un
eza, un gesto que le hac
ento, no quiero que eso se interponga entre nosotros. Lo
iendo cómo las palabras resonaban en su coraz
esa burbuja de tiempo suspendido, Luciana sintió una oleada
lver, Alejandro?
-Quizás fue el peso de perderte lo que me hizo darme cuenta de que
ó una punzada
Después de todo este tiempo... ¿Y si
que eso. Siempre lo ha sido. Su mirada se tornó intensa, y por un m
, luchando contra el deseo que crecía en su interior.-
segura.-Puedo demostrarlo. Solo necesito que me des la oportun
o Luciana se sentía como si estu
e su corazón parecía clamar, por lo contrario.
,-dijo él con una sonrisa esperanzada.
n en su corazón, una m
aba.-Podemos salir, pero debo ser clara: necesito
una mirada llena de determinación.
Luciana sintió cómo una chispa de espera
tes?-preguntó, la inseguri
u tono dándole peso a sus palabras.-Te he extrañado cada día
no dichas. Luciana sintió el impulso de tocar su mano, de acercarse
reguntó Alejandro, su
a certeza inesperada.-Podemos ir a
inando la habitación.-Te prometo
vida comenzaba. Mientras se separaban, una parte de ella anhelaba la promesa de l
palabras de Alejandro resonaban e
tidumbres, una chispa de esperanza comenzó a florece