sta desde la terraza del edificio de Álex era impresionante, un reflejo perfecto de la vida que había construido: lujosa, imponente, inalcanzable pa
sistían solo los más influyentes en el mundo de los negocios y la alta sociedad. Los CEOs, banquero, inversionistas, celebridades y figuras d
carrera. Había dominado el sector tecnológico con su empresa Lucid Technologies, la cual estaba a la vanguardia de la inteligencia ar
ent
norada. Lo que lo había atrapado era su independencia, su inteligencia afilada y la manera en que desafiaba a todos los hombres que la rodeaban con su visión de la vida y los negocios. Era la hija del magnate de la
pensó mientras miraba la pantalla, pero en su interior sabía que e
, Álex. Estoy ansiosa
su pantalla, y aunque no decía mucho, era suficiente para hacerle imaginar el resto. Nos vemos esta noche era más
or y comenzó a ponerse el elegante traje negro que había encargado especialmente para esa noche, una pieza de un diseñador exclusivo que solo él podría permitirse. El espejo reflejaba a un hombre jov
o se podía negar que Diego tenía una presencia magnética. Su familia era dueña de una de las principales entidades bancarias del país, y aunque el dinero nunca había sido un problema para él, su vida había estado marcada por la constante presión de cumplir con las
sde el momento en que la conoció. Era una de las pocas mujeres que no lo había buscado por su apellido, y eso lo intrigaba. Se conocieron durante un evento benéfico organizado por una de las grandes marcas de lujo, y desde ese instante, Die
en él por lo que representaba, no por quién era. Pero con Valentina era diferente. Había algo en ella que lo hacía sentir como si fuera el hombre más común,
rpo. Sabía que, al igual que Álex, él también lucharía por ella esa noche. No había espacio para vacilaciones. Si
Sebastián había logrado lo que muchos soñaban: crear una empresa que había revolucionado la industria de la energía renovable, Greenwave Solutions, y había capturado la atención de los inversores más importantes del
scuchó con atención, algo que rara vez ocurría en el mundo en el que se movía. Había algo en sus conversaciones que le resultaba intrigante. A diferencia de las mujeres de su círcu
e él no poseía: el mundo de la alta sociedad a sus pies. Sin embargo, Sebastián estaba dispuesto a luchar. No porque quisiera
de una manera que ninguno de ellos imaginaba. Y Valentina, la mujer por la que todos ellos luchaban, sería la clave para el futuro de sus vidas. ¿Quién ganaría