es la incomodidad de una primera cita ni el nerviosismo de una conve
mento, pero su mera presencia es suficiente pa
n esa voz grave que parece diseñ
jarme de esto antes de que se vuelva más compl
o antes de que pued
órdenes. Un solo movimiento suyo basta para que el camarero
dos lo miran: con respeto, con precaución. Como
octurno es un contraste bienvenido contra
-pregunto mientras e
me mira
sí
n control
ún. Es la de un hombre que sabe exact
ubierto que si alguien mas te controla o cedes un poco de tu control las cosas suelen salir mal, no me gusta perd
riga más de lo que
o hace por mí. Me sorprende la cortesía, pero más me sorprende l
ue casual. E
os. Pero no es incómodo. Es el tipo de silencio que se sient
regunta mientras
pone en marcha con la suavidad
e ti, Valeria -dice
a él, algo d
y segura que tienes en tu oficina
suelta una
Pero prefiero escucharl
te. No sé qué e
... Nada extraordinario, soy estudiante de Psicología en el ultimo a
te gusta
pad
é te r
por dinero, trabajo o responsabi
or sorpresa. Nadie me
da hacia la ve
ia
dó
er el mundo, experimentar cosa
arlo, sus ojos está
a esa re
. Si no fueras...
e controla todo -completa
ie
cia la carretera, pero su ex
me lo he per
e como él no se ha planteado otro camino?
dificio. No me había dado cuenta
a el motor y s
e acom
na sugerencia. E
ón da un
s nec
ro si te dejara entr
caballero,
o en su mirada
quiero
enas noches y entrar. Pero la otra parte, la parte que ha estado atrapada
estar segura de si est
eda abrir mi puerta, ya lo ha hecho él. Su
ero suficiente para
rtamento. Cuando llegamos a
la cena -digo
observa con
s por a
elve abrumador. Sé lo que está p
de la puerta, pero antes de gira
ano roza mi mejilla, apenas un roce,
-su voz es baja, profunda-. No voy
adver
una oportunida
late desc
fingir que esta noche fue
. y dejar que tod