alcanzaba la vista. Habían pasado varios días desde que Rodrigo y Alejandro le dijeron que aprendería a dirigir una empre
voz firme de Alejandro, quien se acercó con l
a casa de tu famil
para mirarlo
-preguntó
ó, como si midie
malizar ciertos acuerdos... -hizo una pausa antes de continuar-. Y creo que es importante que
nunca había sido verdaderamente bienvenida. Recordaba las miradas de desprecio de su madre,
rme -susurró, evitando
acia ella-. Pero no se trata de ellos. Se trat
ena de recuerdos dolorosos, pero s
Estoy
ilencio junto a ella, su mirada fija en la carretera. Isabela, por otro lado, no podía dejar de retorcer las mano
andro de repente, sin apartar la vist
ese tipo de apoyo, y la sensación de tener a alguie
as, Al
tió en
se tensaba instintivamente. Bajó del vehículo con paso firme, negándose a mostrar
apareció en el umbral con una expresión pétrea. Sus ojos recorrieron a
eguntó con brusquedad
dientes, don Anselmo -dijo Alejandro con cal
u padre se end
til, están equivocados. Isabela ya no es p
esta vez no bajó la mirada. En lugar de sentirse h
prendiendo incluso a Alejandro-. Y está bie
rprendido por su actitud, pero pront
rranos tiempo
antes de que la si
ue firme los pap
ente como la recordaba: fría, silenciosa y llena de recuerdos que preferiría olvidar. Al ca
ngida sorpresa-. Pensé que estaría
do con la cabeza en alto. No le daría a su he
revisados, Alejandro se levantó de su asiento
día se dé cuenta d
a Isabela del brazo y salier
bela miraba por la ventana, sintiendo una mezcla de emociones que
tás
saliva antes
ó, pero algo en su interio
es de tomar aire y soltar las palabras
hay algo que
te hacia ella, su
im
nos temblaban levemente,
as audible-. Mi familia siempre lo supo. Po
or unos momentos, su rostro sin ni
te dijeron? -pre
darles herederos -su voz tembló ligeramente, pero rápidamente recuperó la compostura-. Solo querí
ilencio por un momento an
esperara algo de ti, sino porque mi padre y yo creemos
esa respuesta. Había asumido que, como todos los de
ca escuchar eso -susurró, sintien
sbozó una l
de que empieces a
mpo. Tal vez, después de todo, tenía una op