spejo le mostraba su imagen, aún tr
para tí. -Dijo sin quitar la vista del espejo daba color a sus labios p
tocando con suavidad su hombro derecho-, este tampoco es lugar para
ue económicamente la situación actual no era la mejor y además debia enviar dinero a sus abuelos en Colombia -bueno ya que estás aquí dime lo que decidiste -se levantó del tocador parandose frente a Alejandra-. Habla Lexi no ten
bajo sería de much
i turno está por llegar, ve a casa mañana hablaremos me
enzó a caminar a la salida del camerino-. ¿Quieres dejar de ser Azul?, ¿quieres dej
uiere
leidoscopio, sé que no quieres seguir con esto puedo verlo en tus ojo
ados de tu abuela,
nda mi abuela me necesita -refutó Alejandra sin dejar de reír-, ya vendrán otras oportunidades
rle y no enojarse con ella; aunque Cameron estuviera enojada por
hará tarde yo no quiero que
S
nas ya que está sería su última noche en Caleidoscopio, a par
•
vitación de Frans. De no ser así él habría tratado de arreglar las cosas a tiempo pero lamentablemente era tarde y ya e
iáticos no salgan bien -replicó Frans acomodando su saco-, además ya estamos aqu
entrar y rogar por
hosco alemán-, contraté el salón vip y allí solo está lo mejor, de
escándalo; solo esperaba que los japoneses no se sintieran igual que él de incómo
-Pidió Frans subie
con desconfianza mirando ceñudo a s
ordó que apenas tenía unos cuantos días en el país -te dije que iríamos al
se hallaba menos aglomera
oches cab
rans efusivo al hombre q
inado hacia atrás y su vestimenta constaba de un traje de dos piezas
a en orden, te presento a mi primo Alexander Von P
es Fabrizio Barzini,
estrechando la mano del hombre frente a él -Igualmente -respondió Alexander con su habitual
ales y próximamente abriré un Caleidoscopio en mi adorada Sici
aras a nuestros invitados? -Cuestionó Fran
siempre reservo lo mejor. Nuestras anfitrionas está noche serán Rose, Violet y
hacer esperar más a los japoneses. La
ncisco de acuerdo con su primo-,
el mesero se acercó a su jefe él le pidió que llevara al pa
a su jefe-, caballeros síganme
rir la puerta se encontraron con dos hombres, uno era joven y el otro se veía mayor las can
do-, si necesitan algo con solo
lexander y Francisco se
ñores Shinomoto.
pie para luego hacer una reve
exander. -Respondió Dai
uncido, Daisuke Shinomoto parecía ser un hombre serio, no
ación; está vez tuve mis reservas en cuanto me dijeron que tú serías el nuevo director ej
mo tomarlas, si como halago, o reproche por llevarlo a un lugar así
e no había pronunciado antes palabra-, mire
frente a ellos. La música comenzó a sonar llenan
os abrir los ojos más de lo normal. La segunda en salir fué Rose, de todas Rose era la más delgada pero aún así ágil como todas, hacía unas piruetas en el tubo que dejaban a los presentes sin aliento amba
la atención de Alexander, él se negaba a ver tal espectaculo pero era importante, las caderas de azul lo atraían como una polilla a la luz. Aquella mujer d