egún la pelirroja Noa era demasiado buena -Nini en serio no se porque eres tan ingenua, Alejandra se fue a su trabajo y tú perdiste
que no iba a contarle a su amiga era que estuvo en la casa del guapo rubio que fue la noche anterior al
ndose de la silla donde minutos atrás estaba maquillándose-
ponía nerviosa. Tomó una larga bocanada de aire dispuesta a contar a Cameron lo que pensaba hacer antes de tomar
amiga con la boc
do es así los peces grandes se comen a los pequeños amiga, si Alejandra estuvie
fueran rudas sus afirmaciones todas eran
-
har sola y de que tantas personas le cerraran la puerta en la nariz como si nada
erdo en esto, esa niña también necesita la cirugí
no entendía como aquel hombre podría ser tan indiferente-, no es un animal es m
un momento de ella él se veía tenso en sus gestos, un min
ente de sus anteojos con nerviosismo-,
ue hablaban. Su madre ya no estaba entre viva, se había quedado sola, aún recordaba sus palabras (Vamos hacía una nuev
-
echo lo mismo de ser diferente la situación y ser ella quien estuviera en mi lugar; aún
er sus calentamientos, está
•
itó los anteojos, para luego apoyar su espalda y tomar un descanso, e
isco su alborotado primo destruyó el relaja
de traje gris claro, debajo camisa y corbata n
no quisiera a su primo, al contrario era una de las pocas pers
-, pero no te preocupes Alex ya está noche se te quitará esa cara lar
neses? -preguntó Alexander omiti
, descansando sus codos en el escritorio de su primo que lo miraba incrédulo-, está noche veremos a nuestros p
lo que Fransisco dijo, pensó que su p
staño confundido al ver el rostro de
ander frotando sus sienes, tratando de calmar la naciente
r un ceño fruncido no pensó qu
ansisco encogiéndose de hombros -¡Llevas a quienes posiblemente sean nuestro negocio más
ndió Frans tratando de quitar importancia a la histeria de Alexander-, no veo porque haces un escánda
os posibles socios a un club de strippers. -Repl
imo a pesar de ser joven era un amargado, s
n stri
ubio perdiendo la paciencia
e imbécil cuando la viste anoche, ya tenemos el trato en el bolsill
pocos amigos de Alexander decidió qu
noche. No lo podía negar aquella mujer había llamado su atención, su piel canela clara era perfec
iar nombre, se preguntó si aquel era su n
ro él no se fijaría en una stripper, ni siquiera para cosa de una noche. Solo esperaba que el plan