olina en la que estaba el castillo para poder ir a la cabaña q
evanna se condenó a sí misma por dejar que Lhu la vistiera hoy. Llevaba unas botas negras de tacón y bajar esa colina ahora parecía casi imposible. Rhazel estaba ayudando a
y trató de mantener el equilibrio, sin embargo, la altu
rgo, no
rriba, viendo una figura alta que era su apoyo. Su expresión era severa, casi tensa. -¿Podrías mirar por
o, tropezando cad
a caminar, arrastrándola. Lo bueno fue que ya no tropezó. El ritmo se aceleró, sí, pero en ese momento solo quería llegar a la caba
rofesor Crunswor Conleun, el cuidador de todas las criaturas que vivían dentro del bosque, o los estudiantes de Gleaxsiaran se acercaran a los Pegasos que había traído, ya que eran caprichosos y difíciles de manejar. Y eso fue suficient
Thea. -La última vez que estuve en la biblioteca y traté d
Leevanna mientras seguía leyendo el libro. -Los libros encantad
-Te acaba de ll
-No quería decirl
era verdad. Era la más caprichosa del grupo y si no se salía con la
ue debes esta
egasiphix alrededor. -Pensé que estarían aquí - dijo Mason con ambas manos en las caderas. Leevanna se detuvo a mitad de camino, sin d
tos en específico. -Estoy casi segura de que los Pegasiphixes son un mito - y tenía razón, hasta cierto punto. Los Pegasiphixes no er
as mágicas, y ellos también la amaban a ella. Tenía
detuvo y apartó la mirada de su libro. La voz de Vailant pronto se filtró a través de
-dijo c
tes se amplificaron, todos los sonidos que llegaban a ella, los sentimientos, el olor, toda la naturaleza venía directamente a ella, como olas. Entonces sintió una proyección de ella saliend
inar pequeños pasos hasta que estuvo frente a la criat
s pocos podían hacerlo, y eso era lo que hacía que las criaturas fueran tan especiales, y tan prohibidas también. Algunos encantadores e incluso no encantadore
quiría su fuerza y conocimientos astronómicos, porque los Pegasiphixes habían estado viviendo en la tierra d
cién nacido debido a su palpable proyección de protección y posesividad. Leevanna tenía un poco de conocimiento suficiente para entender que los Pegasiphixes eran sobre todo una criatura egocéntrica
rubio vio la vacilación colonizando el cuerpo de su compañera de piso y, sin darse cuenta, dio un paso adelante en el intento de ir
reció un minuto más o menos, y el cerebro de Leevanna estaba fun
ecta, exhaló dejando que parte de su magia actuar
re el pecho, se inclinó l
na especie de gemido con la nariz. Leevanna sintió que su m
so adelante, dejó salir más de su magia, haciendo que aparecieran pequeñas flores amarillas alrededor de la criatura. Había leído en algún lugar que a los Pegasiphixes les gustaba que los mimaran, y eso
a dentro de ella, miró directamente a los ojos grises de la criatura, quedando hipnotizada instantáneamente por la fascinante vista. Era como si mirara el humo a través de un cristal, y al instante se transportó
l Pa
ía intentado impresionarla, lo cual era extraño después de la cantidad de feromonas que había dejado que su cuerpo produjera. Pero
la tierra que estaba prohibida para los mortales, la tenía casi llorando a mares. Era más que hermoso. Parecía haber oro en lugar de sol y diamantes en lugar de gotas de agua.
ish
a sonrió y presionó su frente contra la de la criatura, riendo para sí misma mientras el Pegasiphix casi ronroneaba contra ella, incluso el recién na
favor - mientras todos seguían aplaudiendo
una ceja levantada y una sonrisa burlona mientras
umo de indignación. -Es solo
tó las cejas y luego resopló. Sabía que era
dejar de acariciar a la criatura. Los
erra asquerosa - y eso hizo qu
nte su comentario: -Q
ar a todos los que se cruzaban en su camino para dirigi
creo,
pudiera ser lastimada. En ese momento, la de ojos de jade supo que se había ganado el respeto y la
frente a ella, listo p
ilant, cuya expresión se convirtió en de puro horror. Sus ojos blancos como el color y la boca abierta hicieron que varios estudiantes gritaran
endo a la rubia temblar en el suelo. A Pegasiphixes no le gustaba que lo amenazaran, pero no era contra quien Vailant quería luchar. El
rriendo hacia el chico que seg
azel. -Necesita que lo lleven al hospital - Rhazel asintió y agarró a Thea del brazo para que pudieran ir a la entrada del cas
scaneo, pero no entendió muy b
scuro púrp
irectamente a los ojos, y una vez más fue llevada al Paraíso, un pequeño orbe hecho de cristal estaba entre sus manos. Con un
compactado en una esfera de vidrio que colocó en una bolsita de terciopelo que había convocado para luego hacerla desaparecer en el aire para poder encerrarla con muchas otras cosas en una bóve
profesora Macnamara usaba su magia para aplicar algunos amuletos sedantes en el cuerpo de Vailant para que no volviera a convulsionar de camino al ala del hospital donde Madame Pamela podría tratarlo.
s demás, ajena a lo que decían sobre lo que había sucedido; Sus pensamientos se sumergieron en la pequeña forma de u
r q
Ya era viernes otra vez. Mañana sería la selecci
ensa necesidad de tener que ducharse cada vez que podía. Tenía picazón y dolor en tod
iera sucia, Leevanna Vaughan era una persona increíblemente higiénica. Se aseguraba de que el baño d
gritos y resfriados. Lhu había llamado a Sthepon, quien fue a su dormitorio con Madame Pamela, la enfermera del Instituto, y le dio a la chica
ente había podi
cio. Sthepon lo atribuyó a que la fecha estaba cerca del momento en que había sido liberada de East Valley hace un año y medio. Lhu no se atrevió a contradecirlo cuando le p
lazo. Cuando se abrieron las puertas detrás de los estudiantes, confundidos de por qué no estaban en el ático del aula, todos se dieron la vuelta
que todos deberían conocer al menos una vez en cada vida. La joven era comprensiva, comprensiva y, sin duda, se comportaba
a primera en hablar: -Decepcionada de que no
ia el frente del aula. -Deben estar preguntándose por qué estoy aquí - sonrió. -Bueno, eso es porque su profesor está enfermo, así que, por hoy, estoy con
ra Alex chasqueaba los dedos para que las mesas caminaran solas hasta el final del au
ía decirme qué es el
mágico se transforma en una criatura de clase tres - dijo Lucille. -Askard Hellend, el famoso historiador del arte mágico, por ejemplo, que cada luna nueva su ser human
mientras su mente estaba en otra parte. Podía despertarse tres días después y no recordar nada de lo que había sucedido.
ando humo por dentro. Era una cobarde, sí, por eso ni siquiera pisaba el borde de la Torre Mira
s restos mientras ardía en el infierno o tal vez jugaba al póquer con el diablo), era una cobarde. Una maldita cobarde que no podía intentar
ncionaba así, ¿qué
ción? preguntó su conciencia, como una mini ell
nal y la falsa estuvieran tomando el té en una tarde norm
on tus dos compañeros aquí, podrían estar poseídos - y el rest
Criaturas Oscuras, todas las dos horas que la clase estaba destinada a ser. Estaba agradecida de que Madame Alex estuviera aquí con ellos. Sin embargo,
habitación la asfixiaba, por lo que había intentado ir a su sala común, pero había una sensación incómoda dentro de ella de que, incluso si su zona de confort estaba allí, no podría sentirse cómoda en absoluto. Pasear por el castillo tambi
itos recuerdos que la pe
spertarse
lorar en
a con bastan
a los demás. Había pasado por tantas cosas, estaba más que traumatizada... La gente le había hecho tan
do lo que le había pasado, que ella era la responsable, que necesitaba ser castigada por sus acciones, que tenía que estar muerta. Le había dicho la última frase mil veces
echa de piedra o hielo y no presta
ajestuoso imperio de paredes de hielo. Las crueles palabras no llegarían a ella de esa manera. Su ser vulnerable y frágil quedaría cubierto de esa manera. Podía fingir qu
ina de Hielo después de todo. Era hermosa, pero encerrada e
o al incesto entre familias con herencia de cambio de forma plateado... Ahora, si la familia no tiene una historia de ello, podría ser que el bebé haya nacido en una Luna Nueva Plateada, es decir, cuando solo brilla la circunferencia
Casa Vasilka - ¿cómo es posible que los nacidos en el inces
la herencia humana podría controlarse con ciertas hierbas y medicinas para que
luna plateada? - el ceño fruncido que cruzó el ro
, el director y dos submaestros estaban observando la clase. Dejamos a un lado la Hist
a tensa en lugar de labios carnos
as - todos asintieron. -Bien - sonrió. -La primera Luna Nueva Plateada se registró en su nacimiento, aunque esto en sí mismo no tuvo ningún efecto, incluso si era el signo del nacimiento de lo
imientos. -A medida que crecía, y Uttara tenía su segundo hijo, una mujer, es decir, Aztra, el hijo se puso celoso de la atención que recibía la nueva diosa y la forma en que estaba haciendo que su madre se alejara de su hijo, y rápidamente
el hijo vio a su hermana, durmiendo plácidamente antes de su boda, y rápidamente pensó en atacarla, por favor, queridos hijos, si no quieren escuchar la siguiente parte, siéntanse bienvenidos a bloquear su audición hasta que vuelva a chasquear - después de su advertencia, les dio unos segundos para que hicieran lo que les decía, y continuaron con la proyecc
és de su matrimonio, dio a luz a la descendencia de su violador, un bebé con las tres cabezas del Hellhound y la capacidad de cambiar de forma después d
ron a levantar cuando
untó una chica de Vasilka, Leevanna e
scendencia del primer Plated Shapeshifters, es por eso por lo que ahora aprendemos sobre ellos, porque e
a maestra a acomodar los pupitres en cómo habían estado,
una forma de detener el conocimiento de las bellas artes oscuras para llegar a los cerebros de los jóvenes estudiantes. La mayoría de las familias, por supuesto, estaban muy satisfechas con las nuevas reglas
hijos míos, ahora tendremos cuarenta y cinco minutos para que discutan la información de la que acabamos de
acer grupos
samientos con sus compañero de escritorio o acomodar sus escritor
e celebraba una luna nueva plateada, ya que seguía siendo una celebración divina. Tal vez la historia había hecho que la circunstancia fuera demasiado oscura, y ahora, como ya
eya, interrumpiendo el destello de pensamientos, que rápid
arle a la profe si