img BLANCA OSCURIDAD - SAGA BLACK MAGIC (LIBRO 1)  /  Capítulo 4 DENTRO DEL ESPEJO | 66.67%
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Historia

Capítulo 4 DENTRO DEL ESPEJO

Palabras:3485    |    Actualizado en: 16/03/2024

rde, dijo la

dijo su p

sear no serlo en lugar de hacer algo de verdad, y la mini ella pareció

rir, su propia voz e

que no tiene el coraje de suicidarse, y las palabr

o miedo

. Solo s

ada por su pro

todavía? la mini Leevanna estaba tr

sé.

profesor Paris Finnerty, solo acompañados por Vailant y Freya, el resto eran más Vasilkas, al

dos - sonrió suave y débilme

habían quitado. Porque se había convertido en una adicta, en una dependiente. Un puto drogadicto con el que nadie quería estar cerca o incluso q

re irse. Ti

su cerebro no

i necesita los med

mañana a la ciudad de Altsuix, a las afueras de los terrenos de Gleaxsiara, para luego ir a Ay

n tener éxito en la alquimia, así como en otras materias. Por lo general, Leevanna estaría resolviendo todos los ejercicios que el profesor daría a la clas

ya que siempre estaba ansioso por conversar con ella sobre las maravillas de

los problemas frente a ella a un troz

ecesitaba algo, y no pudo encontrarla ya que estaba en clase. Pero l

ó directamente a su cara, asustándola al instante. R

a Vaughan? -frunció

hacerlo sonreír, por lo que ella le devolvió la sonrisa antes de que él

de Vailant, que intentaba no estallar en carcaj

pidamente escudriñó su mente,

de Vailant hoy, estaba demasiado interesada en lo que Lhu tenía que

ndo llamó el nombre de Vailant antes que el de Leevanna, se le respondió con un croac-croac en lugar de una voz humana normal. -Señor

o se pusiera rojo ante la acusación antes de volverse hacia el asie

rita V

, profeso

volver a concentrarse en resolver los prob

spero que me entregues tus libros con los veinte problemas

haciendo que muchos de los Faris asintieron con la cabeza ante sus pala

pulado para algo, tampoco le gustaba que le dijeran qué hacer. -Y va especialmente para usted, que no ha

lver al menos la mitad de ellos antes de la clase para que cuando el maestro dejara la tarea, ella tuviera menos que hacer y pudiera buscar más información para l

taba segura de que su cereb

estab

ada fija e

nando la bañera

¡POR

se cierran

favo

día. Tal vez esa hora. Ese minuto. Ese segundo. Todo es fresco. No puede olvid

lo m

.. Por

tos y súplicas, llena de recuerdos. En su piel todavía estaba el fantasma del líquido blanco que se des

anza de que alguien escuchara sus gritos. Nadie lo hizo. A nadie le importaba. Y

ra una persona, un ser humano, un ser frágil. Su cuerpo se sentía vacío. Había sentido como

ando regresó, como una ducha fría, le vino a la mente esa sensación de náuseas, entumecimiento, dolor, vacío. Lo había detenido metiéndolo de nuevo en su

Tal vez un milagro. Tal vez el monstruo que la acechaba por la noche y le pasaba sus uñas afiladas y podridas por la piel, acariciándola mientras dormía. Sus manos d

ó. Y p

e hizo ver dos Lee

o cr

tido con una sonrisa. Parecía feliz de estar en verano. La otra Leevanna era ella, examinando las pequeñas cicatrices que pintaban su piel como trazos de un pincel fino. No se molesta en

y las palmas de sus manos eran un buen asiento para su barbilla. Arrugó un poco la nariz

ando? - Leevanna pr

erer ser el que está en el espejo... El que no

ido pero brillante que revelan las diminutas partículas que bailan en el aire. Su reflejo sigue sonriendo. Burlándose de ella con

te haciendo reír a su reflejo. Y Leevanna pensó

ca y colocando sus manos enredadas sobre su regazo

o y

esta vez Leevanna se queda callada, y una som

mbiado drásticamente y ni si

lsa mueca de lástima antes de reír de nuevo. -S

áll

ertencia. -¿Qué fue lo que dijiste? Hum... ¡Ah! Lo tengo

jos antes de mirarla con la ma

él ha estado alimentando todos los días, ese pensamiento que está destrozando tu cerebro con sus tentáculos.

ten

tiempo - suspiró el monstruo malvado que era su reflejo. -Ya sabes... Aquel cuy

eflejo. Con la sonrisa engreída pintando su rostro, su brazo extendido y su mano apuntando a la bañera. El agua aún es

escubrirlo por nosotros mismos, ¿de acuerdo?

u pecho, y las abrazó con sus brazos antes de apoyar su mejilla en ellas y cerrar los ojos. Cuando por fin fue capaz de recordarlo todo, se frotó cada centímetro de

caja torácica durante varios segundos. También lo hizo con los tres

ués de media hora de estar allí. Deseaba que se hundiera lo suficiente como para adormecerla mental y físicamente. Apoy

ron sentir dentro de su piel como hormigas corriendo

por completo, se aseguró de no respirar antes

sus pulmones comenzaron a pedir aire y su pecho comenzó a comprimirse, elevando ese dolor a su gargant

ento y dejó entrar cantidad

bios en un movimiento involuntario cuando su centr

bujas que hacía su aliento que se desvanecía. Su cuerpo se hundía lentamente en esa sábana negra que la debilitaba cada v

puestos a dejarla en el lugar de los sueños eternos, en el que no tendría pesadillas y el monstruo finalmente la abandonaría. Y la mue

nueva compañera cuando se abrió la puerta. Las manos de Leevanna se apretaron de nuevo y

beza resonando por todo su cuerpo, notó

us brazaletes chocaran entre sí, tintineando. -¿Estás bien? - preguntó frunciendo

mente y cerrando los ojos. -Espérame

la sala común, nos vemos allí - asintió el de ojos de j

onde la risa de su reflejo la provocaba. Como siempre ocurría cuando se encontraba en u

ra una niña que tenía miedo del destino, de morir de la m

lestes-ri

ampo de prácticas mientras los chicos y chicas del equipo Vasilka Aircross seguían entrena

o aros y diferentes obstáculos mientras los Batidores les lanzaban varias bolas encantadas. El propósito era atrapar la Órbi

que se había reservado justo hoy después de las clases. Por supuesto, la Casa Faris había protestado, pero no había nada que ningún

mpática -dijo Rhaz

de años anteriores, como aquella vez en q

a trenzas en el cabello a Freya, quien le estaba haciendo trenzas

a las alturas!" Rhaz se defendió con voz aguda

se suponía que iba a saber que se iba a caer?

ecordar nada de ese día, excepto Rhazel disculpándose cada d

un ala de ángel de chocolate que Fr

volviendo su piruleta. -Literalmente te vio y

e gran

iado y felicitado e incluso recibió puntos por salvarte! -co

ó el ceño, -¿Ce

o Esme, te ha tocado de esa manera - explicó. -Estaban celosos por eso.

ese día cuando te vio caer -se encogió

que ahora estaba sentada detrás de la rubia para trenzarle el pelo. Freya era como

ás experimentando un nivel alto de ansiedad, miedo o sentimiento negativo o tienes dolor - Fr

ndo mientras sostenían sus escobas. Rhazel no tenía ganas de ju

rla de chicas, Rha

na sonrisa en su rostro. Todas las chicas se riero

drache sentándose junto a Freya y agarran

. -¡Y no me toques! ¡Estás todo sudado, iugh! - Eisdra

que hiciste fue muy heroico

tando los ojos de Vaughan por una fracción de segundo,

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