rde, dijo la
dijo su p
sear no serlo en lugar de hacer algo de verdad, y la mini ella pareció
rir, su propia voz e
que no tiene el coraje de suicidarse, y las palabr
o miedo
. Solo s
ada por su pro
todavía? la mini Leevanna estaba tr
sé.
profesor Paris Finnerty, solo acompañados por Vailant y Freya, el resto eran más Vasilkas, al
dos - sonrió suave y débilme
habían quitado. Porque se había convertido en una adicta, en una dependiente. Un puto drogadicto con el que nadie quería estar cerca o incluso q
re irse. Ti
su cerebro no
i necesita los med
mañana a la ciudad de Altsuix, a las afueras de los terrenos de Gleaxsiara, para luego ir a Ay
n tener éxito en la alquimia, así como en otras materias. Por lo general, Leevanna estaría resolviendo todos los ejercicios que el profesor daría a la clas
ya que siempre estaba ansioso por conversar con ella sobre las maravillas de
los problemas frente a ella a un troz
ecesitaba algo, y no pudo encontrarla ya que estaba en clase. Pero l
ó directamente a su cara, asustándola al instante. R
a Vaughan? -frunció
hacerlo sonreír, por lo que ella le devolvió la sonrisa antes de que él
de Vailant, que intentaba no estallar en carcaj
pidamente escudriñó su mente,
de Vailant hoy, estaba demasiado interesada en lo que Lhu tenía que
ndo llamó el nombre de Vailant antes que el de Leevanna, se le respondió con un croac-croac en lugar de una voz humana normal. -Señor
o se pusiera rojo ante la acusación antes de volverse hacia el asie
rita V
, profeso
volver a concentrarse en resolver los prob
spero que me entregues tus libros con los veinte problemas
haciendo que muchos de los Faris asintieron con la cabeza ante sus pala
pulado para algo, tampoco le gustaba que le dijeran qué hacer. -Y va especialmente para usted, que no ha
lver al menos la mitad de ellos antes de la clase para que cuando el maestro dejara la tarea, ella tuviera menos que hacer y pudiera buscar más información para l
taba segura de que su cereb
estab
ada fija e
nando la bañera
¡POR
se cierran
favo
día. Tal vez esa hora. Ese minuto. Ese segundo. Todo es fresco. No puede olvid
lo m
.. Por
tos y súplicas, llena de recuerdos. En su piel todavía estaba el fantasma del líquido blanco que se des
anza de que alguien escuchara sus gritos. Nadie lo hizo. A nadie le importaba. Y
ra una persona, un ser humano, un ser frágil. Su cuerpo se sentía vacío. Había sentido como
ando regresó, como una ducha fría, le vino a la mente esa sensación de náuseas, entumecimiento, dolor, vacío. Lo había detenido metiéndolo de nuevo en su
Tal vez un milagro. Tal vez el monstruo que la acechaba por la noche y le pasaba sus uñas afiladas y podridas por la piel, acariciándola mientras dormía. Sus manos d
ó. Y p
e hizo ver dos Lee
o cr
tido con una sonrisa. Parecía feliz de estar en verano. La otra Leevanna era ella, examinando las pequeñas cicatrices que pintaban su piel como trazos de un pincel fino. No se molesta en
y las palmas de sus manos eran un buen asiento para su barbilla. Arrugó un poco la nariz
ando? - Leevanna pr
erer ser el que está en el espejo... El que no
ido pero brillante que revelan las diminutas partículas que bailan en el aire. Su reflejo sigue sonriendo. Burlándose de ella con
te haciendo reír a su reflejo. Y Leevanna pensó
ca y colocando sus manos enredadas sobre su regazo
o y
esta vez Leevanna se queda callada, y una som
mbiado drásticamente y ni si
lsa mueca de lástima antes de reír de nuevo. -S
áll
ertencia. -¿Qué fue lo que dijiste? Hum... ¡Ah! Lo tengo
jos antes de mirarla con la ma
él ha estado alimentando todos los días, ese pensamiento que está destrozando tu cerebro con sus tentáculos.
ten
tiempo - suspiró el monstruo malvado que era su reflejo. -Ya sabes... Aquel cuy
eflejo. Con la sonrisa engreída pintando su rostro, su brazo extendido y su mano apuntando a la bañera. El agua aún es
escubrirlo por nosotros mismos, ¿de acuerdo?
u pecho, y las abrazó con sus brazos antes de apoyar su mejilla en ellas y cerrar los ojos. Cuando por fin fue capaz de recordarlo todo, se frotó cada centímetro de
caja torácica durante varios segundos. También lo hizo con los tres
ués de media hora de estar allí. Deseaba que se hundiera lo suficiente como para adormecerla mental y físicamente. Apoy
ron sentir dentro de su piel como hormigas corriendo
por completo, se aseguró de no respirar antes
sus pulmones comenzaron a pedir aire y su pecho comenzó a comprimirse, elevando ese dolor a su gargant
ento y dejó entrar cantidad
bios en un movimiento involuntario cuando su centr
bujas que hacía su aliento que se desvanecía. Su cuerpo se hundía lentamente en esa sábana negra que la debilitaba cada v
puestos a dejarla en el lugar de los sueños eternos, en el que no tendría pesadillas y el monstruo finalmente la abandonaría. Y la mue
nueva compañera cuando se abrió la puerta. Las manos de Leevanna se apretaron de nuevo y
beza resonando por todo su cuerpo, notó
us brazaletes chocaran entre sí, tintineando. -¿Estás bien? - preguntó frunciendo
mente y cerrando los ojos. -Espérame
la sala común, nos vemos allí - asintió el de ojos de j
onde la risa de su reflejo la provocaba. Como siempre ocurría cuando se encontraba en u
ra una niña que tenía miedo del destino, de morir de la m
lestes-ri
ampo de prácticas mientras los chicos y chicas del equipo Vasilka Aircross seguían entrena
o aros y diferentes obstáculos mientras los Batidores les lanzaban varias bolas encantadas. El propósito era atrapar la Órbi
que se había reservado justo hoy después de las clases. Por supuesto, la Casa Faris había protestado, pero no había nada que ningún
mpática -dijo Rhaz
de años anteriores, como aquella vez en q
a trenzas en el cabello a Freya, quien le estaba haciendo trenzas
a las alturas!" Rhaz se defendió con voz aguda
se suponía que iba a saber que se iba a caer?
ecordar nada de ese día, excepto Rhazel disculpándose cada d
un ala de ángel de chocolate que Fr
volviendo su piruleta. -Literalmente te vio y
e gran
iado y felicitado e incluso recibió puntos por salvarte! -co
ó el ceño, -¿Ce
o Esme, te ha tocado de esa manera - explicó. -Estaban celosos por eso.
ese día cuando te vio caer -se encogió
que ahora estaba sentada detrás de la rubia para trenzarle el pelo. Freya era como
ás experimentando un nivel alto de ansiedad, miedo o sentimiento negativo o tienes dolor - Fr
ndo mientras sostenían sus escobas. Rhazel no tenía ganas de ju
rla de chicas, Rha
na sonrisa en su rostro. Todas las chicas se riero
drache sentándose junto a Freya y agarran
. -¡Y no me toques! ¡Estás todo sudado, iugh! - Eisdra
que hiciste fue muy heroico
tando los ojos de Vaughan por una fracción de segundo,