img Ella es mi monstruo  /  Capítulo 7 6 | 70.00%
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Historia

Capítulo 7 6

Palabras:3392    |    Actualizado en: 05/12/2023

por qué me pusi

. Sin embargo, el rostro de esta chica no mostraba ningún

La clase se congeló, incluyéndome. Ella era nueva y por lo que podía ver, no era muy tolerante, así que estaba un poco asustada

es expandidas, como si fuera un animal embravecido. Me apuntó co

próxima vez, la victoria

os por la sorpresa. ¿Esta

ntrariada por sus extrañas palabras. Realmente n

eeve? -mi cuerpo se tensó y mi po

e dientes, molesta. Pero lejos de hacerla r

r un... monstruo? -dijo en tono de burla. Ap

te molestó no poder hacer un

ro "Uuh", como fondo para nuestro altercado. Georgina aba

o se termina aquí -advirtió

chica había logrado intimidarme al grado de querer retroceder y

dicho monstruo desde el accidente. Tener ese apodo equivalía a la dualidad de mi persona, a saber, alguien con habilidades sobresalientes en el volleyball y al mismo

, no tenía derecho a hacer uso del mismo. No se lo dejaría pasar

¡ah!, y... práctica bastante, quizás la p

morboso de las chicas. Escuché las quejas de la profesora sobre irme sin terminar los estiramientos, pero simplemente la

itud intrépida se esfumara. Aceleré el paso y cada tanto miraba por en

opuesta. La verdadera yo, Amy Lee Reeve, era una cobarde sin remedio. Y acababa de

ganarme y haber cortado el rollo en ese momento. Y en lugar

cé entre medio de los apurados universitarios, rogando no encontrarme con individuo

por la corrida. Y a eso se le sumaba que me sentía llena de arrepentimientos. Si

ropa y me metí en el baño. Hice unos cuantos estiramientos antes de meterme en la ducha. No había sido ta

la cama sin energía restante. Y

ción con el resto de la jornada. Lo único que me resultó extraño fu

después de lo ocur

tir mejor, pero me había quedado muda por la ve

mino de vuelta al alojamiento. En días como estos, sentía que no me tendría que haber l

nfadaba con facilidad por cosas sin sentido, pero tenía algo que a mí me faltaba. A diferencia mía, ella amaba el volleyball y se esforzaba para ser buena. Lo había notado en el partido. Aunque ten

te deporte, con esta actitud? Si no recuperaba mi amor por el volleyball, mis esfuerzos serían en vano. Pero aquellos profundos sentimientos, que una vez me llevar

ra una incógnita que estaba lejos de ser resuelta. Lo único que podía hacer ahora, era se

fin había terminado mi día y podía resguardarm

so. Pero cuando empieza difícil, ter

rupo de estudiantes sentados en circulo en el suelo del dormitorio. Lena tenía una taza humean

llegaste. ¿Có

margada

ono neutro. Tenía que desv

semana inicial. Ven conmigo que te los presentar

se agitó de

e. Eran tres, incluyendo a mi compañera de cuarto. Dos chicos y una chica-. Queríamos formar un

uando estaba por contestarle, uno de los m

ho-hola

and

nta de verlo, en serio lo estaba. Ese día no se había aparecido en la bibliot

trabajo, escuela y ahora estaba en mi casa... Me daba que pensar. ¿Cómo er

muy

ue Brandon y yo habíamos vivido el día de hoy. Vi su postura insegura e incómoda y me s

r un segundo a solas? -p

chico nos mirar

tó el chico, su nombre es Jas

a misma clase de matemática -se me adelant

cabeza de parte de Brandon. Era obvio que habían hab

contestó él, en medio de un

n las palabras que debería usar para expresarme correctamente y no embarrar la situ

ar mi ataque de tartamudez y tomé una profunda res

a encontrarme con su rostro contrariado y levem

agradecerte de manera apropiada... discúlpam

o desprecio con una sonrisa-. Yo... t

abras, entendí a qué se refería... el peq

con la mirada cl

parece? -levanté la vista y lo vi asentir apenado.

acue

la puerta del dormitorio y abrirla, dos personas cayeron al suelo frente a nosotros. Lena y Jason

-se excusó Lena- estábam

orio -improvisó Jason, como si en ver

orté con sarcasmo, en

s recién llegados. Inocencia, ingenuidad, entusiasmo, timidez... juventud. Este último atributo lo poseíamos casi todos los estudiantes, pero a la mayoría ya no se nos notaba porque la

abían lo que

on los ojos agrandados por la curiosidad. Eran solo un año más jóvenes que yo, pero todos sin excepción se veían

to era

se juntaban a almorzar juntos. Jason estudiaba Arte y era compañero de banda de Brandon. Ambos compar

as cuantas, como las primeras impresiones o las metidas de pata. Yo misma tenía un par de experi

ocó a hablarles de mí. P

o que me limité a asentir-. Creo que te conozco de

h

. Me observó con atención pon un instante y luego abrió l

s el

r él, con una mueca p

scuchado hablar de mí. Todos, menos Brandon, que se veía c

? –pregunt

o día que había tenido, y la mejor manera de terminarlo, sacando este t

no tenía la culpa y en realidad, ninguno de ellos la tenía. Así que me

a si eso es

? -le respondí con una pregunta. Tanto él, co

conderla porque era tan conocida, junto con mi reputación, que no ta

para iniciar mi narr

storia

fectó de distinta manera. Yo me resolví en mi interior a seguir adelante, a no plantearme lo irrevocable y a cauterizar mi

r uno de una lista. Le pedí un minuto para pensar y mientras lo hacía, comencé a caminar por las distintas canchas del lugar. Y en una de ellas estaban jugando un parti

horaria cuando falleció mi padre. El volleyball era mi escape de la realidad, mi bálsamo

or años, es inevitable mejorar y en la preparatoria terminé siendo muy buena. Eso me ayudó a obtener una beca, recurso que necesitaba porque mi familia no es

para sentirme satisfecha, sino que usaba mi tiempo libre para ir a fiestas y juntarme con el grupo popular de la universidad. Me sentía importante.

otras escuelas. Partido tras partido aplasté a todo el que jugaba en contra nuestr

tiéndome con mi grupo de amigos que en el deporte y las materias

es. Esa era básicamente la historia que le ha

un momento en silencio,

ra muy... positiva -conjeturó Jason. Tragué saliva para

... Provoqué un accidente y el ap

ntaron todos, pero yo

tema -lo corté-. Pero quería que al m

gos...? -vo

ara lo siguiente, que era algo que sentía, pero temía decirlo en voz alta-. Además de eso, el amor que algún día sentí por el volleyball se esfumó por completo. Mi interés ya había mermado bastante con la popularidad, pero la cosa s

a todos me miraban con pena, aunque la única culpable de tod

ucho, Amy -d

Yo también lo sentí

se momento mi voz falló y me callé, porque si s

mos así -prometió Jason

, muchas

mos de tema a u

caído muy bien y no me arrepentía de haberles contado de mí. Pero por otro, me sentía atrapada bajo el estigma del monstruo, incapaz de escapar de esas

presentimiento de que pagaría mi pasada arrogancia por el resto de mi vida. Y ahora ni siquiera amaba al volleybal

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