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Historia

Capítulo 2 Arami

Palabras:2686    |    Actualizado en: 05/11/2023

n mirándome. Es que había comenzado mis vacaciones de la peor manera posible. Lo que debía de ser unos días tranquilos

insolente chico me ayudara con mi problema. Otra opción no tenía, mis amigas se fijaron en el mapa y el próximo l

ró otra manera de disculparse ofreciéndose a cambiar él mismo las ru

mi auto lo que nos ayudaría a llegar a la gomería más cercana para reparar

sido por la insistencia de mis amigas quizás no hubiera aceptado la ayuda de estos chicos y hubiera esperado a que amaneciera para poder solucionar mi problema y

lo único que podía darme cuenta era que, todos ellos eran hijo de papi. Chicos mimados que estaban acostumbrad

s al ser muy tarde o ya estaría cerrando o nos diría que volviéramos al día siguiente. Entonces nos dirigimos directament

a estábamos en San Clemente del Tuyú, nos detuvimos para charlar. Pero ¡Vaya sorpresa! Quizás en serio estábamos destinado

enido que escuchar me dijera bruja dos veces y lo peor, que me haya tenido que disculpar por el golpe que lo tenía más que merecido. Sin embargo, mis amigas que estaban más que emocionadas porque ya habíam

nso quizás fuera una señal de que debíamos de estar juntos. ¡Ya lo dije, absurdo! Eran unas tontas, si ellas querían vivir una aventura amorosa de verano

mos, ya no siento el tra

enía manejando con el culo contraído por temor a que vuel

n – concuerda

estábamos respirando tras todo el embrollo, pero cuando la camioneta se estacionó a un costado nu

en qué lugar les tocó a los chicos – la miro a Any y

se me ocurrió mientras tomaba

uieran. Disfruten. Yo me ocuparé de todo, iré por las llaves y llevaré la

gran sonrisa en su rostro. Se acercó a mí y me plantó un beso e

fono, descansa que lo tienes merecido

upuesto

énes. Rápidamente me dirigí hacia la recepción en busca de las benditas llaves. Estaba muy cansad

de. Alejo estaba a mi derecha con su rostro bonito y su sonrisa socarrona pensando en lo que diría mientras seguía observando muy detenidamente, sin importarle

amigas te dejar

ién? Acaso te olvidaron, creí que

iaje, eso sin mencionar que de camino aquí me encontré con una chica muy bella, pero muy... ágil – dice esto último con una sonrisa pícara, hab

ero es verdad era más que seguro que necesitaba d

a, ya

os pies en el suelo fue tras una mujer que dijo, podría ser la madre de sus hijos. Mientras

señor anciano y ermitaño. Pero mi risa desapar

é suc

íes eres aún

ecir? – tartamudeo sorpr

us palabras y su excesiva confianza, aunque agradezco que esta vez no me haya trat

me había dejado sin palabras. Aunque me había dicho que era una rezongona, lo cual er

omando sus pasos colocándose a mi lado

e él quien me venía molestando en la ruta y me hizo rabiar como nunca. Y, aunque yo no lo podía ver porque tenía los vidrios tintados, él a m

tan rápido, podría estar errada. Debía de mantener mi espacio y ver todo el panorama, no iba negar que

apo. Es dueño de un cuerpo tonificado, cero grasas y 100% músculo que, por lo menos hasta ahora,

sus piernas bien definidas adornadas por ese short de jean, que su vez marcaban un muy terso trasero. ¡Wow! Es un monum

iempre lo que quiero, pero lo que más llamaba mi atención eran esos bellos ojos ma

voz volví a la realidad y sentí com

. – No sabía que decir, probablemente me

bre de quien estaba h

dado cuenta que lo estaba examinando de pies a cabeza. Aunque también supo darse cuenta de lo aver

ierta devoción y con unas ganas de comerlo con los ojos, podía darme cuenta que evitaba abalanzarse sobre él y aparentar ser lo más profesional posible

as – Arreglé que nos den cabañas una al costado de la otra porque lo más se

cas cuando se enterasen que nuestras cabañas estarían juntas.

a, ¿Qué tendría en mi rostro? – Cuando ríes – me dice contestando a mi pregunta no fo

digo sonriendo una vez más ¿Qué ocur

que lleva ambas manos hacia arriba – Tranquila no quiero otro golpe. A lo que voy es q

pongo – cont

ias veces que le gustaba mi sonrisa ¿Eso es bueno? Mi escasa experiencia con chicos hacía que no su

as situaciones, siempre fui de pasar tiempo con mi familia, amigos y dedicarme a mis hobbies y con más razón dedicarme a mis es

s mejores atributos eran mis ojos verdes, pero Alejo era… no sé no entendía como podía tan siquiera fijarse en algo tan insignificante como mi sonrisa. No era la cosa más espec

amos quedé sorprendida. Al parecer gracias a su cara boni

las mejores cabañas con vistas incre

cada rincón de este lugar y sentía que todas las emociones en mi se renovaban. Necesitaba esto, lo necesitaba urgente. Por fin me encontraba aquí sabía que terminaba una etapa importante en mi vida y que ahora v

aber que lo d

te un rato. – Contesto y cuando me giro para verlo veo que sus ojos estaban clavados en mí. –

confundido. Sus ojos curios

nque también escribo, pero es más como un hobby que

as una boxead

que dice siempre que en la sociedad que estamos las cosas se han puesto

irse a mí, me sorprende aún más cuando da unos pasos más cerca de mí - Qué dices si descansas un poc

egarme, me miraban con una fuerza abrumadora que me consu

o solo si te comporta

to. Además, tengo la sospech

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