entrecortada. Con pasos tambaleantes, me dirigí a casa, donde el aire solía estar cargado con las exigencias constantes

ietos buscaban una salida en medi

intentando encajar y mostrando lo mejor de mí misma. A pesar de mis esfuerzos incansables, nunca parecía ser suficiente. Y así los días transcurrieron lentamente hasta el tan esperado momento para todos: la grandiosa ceremonia de graduación de tercer año. Finalmente tendríamos la libertad para tomar las riendas de nuestro propio destino, acceder a

una conocida, buscando evitar malentendidos. La vergüenza marcaba ca

an fiesta de esa noche con entusiasmo apenas oculto. Sin embargo, mis padres me habían impuesto un castigo que me impedía asistir, una verdad que compartí co

encontró recostada en la cama, resignada a mi destino. Aunque mi ap

ión abundante, anunciando la llegada de Gab

a y me dispuse a vestirme, mientras mi mad

s. Mi cabello caía en suaves ondas alrededor de mi rostro, y elegí zapatos sencillos y cómodos, evitando los tacones altos que tantos tropiezos me habían causado en el pasado. Bajando las escaler

maravillada tanto por la belleza de las flores como p

era vez en mi vida. Mis manos temblaban ligeramente al soste

u forma de expresar descontento por la falta de gestos románticos p

amo". Cada pétalo parecía susurrarme un mensaje de amor nunca antes escuc

mi emoción se vio interrumpida cuando mamá arrebató las flores de mis manos con brusquedad, co

stido se mecía graciosamente al ritmo de mis pasos, y la emoción bu

e baile creaba una atmósf

risteza al verlo bailar con otra chica,

os observaba desde la distancia disfrutando mutuamente. Un nudo

nuestros cuerpos, que se entrelazaban en un abrazo intangible mientras nos movíamos al compás. Aunque al principio mis pasos titubeaban, pront

suceder. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando su amigo me

uido dorado en el vaso, sintiendo un nudo en el estómago ante la idea de beber algo desconocido. Sin embargo, la presión del

o del licor se extendió por mi boca, dejando un regusto desagradable en mi paladar. Tragué con dificulta

edor se desdibujaba en una serie de colores difusos, mientras luchaba por mantenerme en pie. Mis piernas p

lugar desconocido, siendo abusad

bra opresiva, apenas iluminada por una luz

aplastándome con una fuerza implacable, mientras el son

ue se detuviera, sintiendo gratitud a

un abismo sin fondo donde el tiempo y el espacio perdían todo significad

aba en una mueca de placer perverso, mientras sus manos ásperas exploraban cada rincón de mi cuerpo con una familiaridad at

edad en mi interior. Sus ojos brillaban con una luz maligna, contemplando mi sufrimiento con indifer

lo hizo. Mi corazón latía con fuerza mientras mis p

r... Mis músculos se tensaron, mis ojos buscaban una salida en medio

elo, con una sonrisa en el rostro mientras sostenía la cámara. Supliqué "por favor", extendiendo

eían, llenas de malicia, mientras me insultaban y llamaban prostitu

e mi ser y pronto caí en un sueño profundo, con lágrimas en

, abandonada a mis torme

ercano de Gabriel? -preg