a Gr
s ahogados en la noche. Estoy harta de ver a mi padre actuar como un rey todopoderoso
a de aliados... Pero ahora es diferente. Karen se va. Y yo me iré con ella, sin importar a dónde nos lleve el
. No quiero que ella toque nada, sus heridas aún están frescas. Me duele verla así, frágil, herida, pero al mismo
uardias que sí, usando las ilusiones que soy capaz de crear. Unos segundos de confusión, unos cuantos destellos en sus me
u plan, la distracción, el aliado. El sacarnos de aquí. Todo ten
Desde que Grayson mató a su tua cantante, perdió la poca lealtad que le tenía. Para ser sincera, aún no sé cómo l
e más peligrosa: salir
gar. No podemos darn
la de rabia y alivio. Grayson pagará por todo lo qu
de su sombra. Con que no nos hall
*
ro G
es la comida, sino Karen. Está a mi lado, moviéndose con precisión mientras termina de preparar la c
inando para el Alfa y su acompañante. Pero Kar
ijos de Grayson, y eso por sí solo ya es una maldita ofensa. No quiero tener nada
orrer mi cuerpo. Algo ha
licántropo -murmuro para mí
ica que ya
que el plan ya
de ponerse nerviosa, parece... emocionada. Como si la sola pres
erar respuesta, sale de la co
jera. No es la Karen que finge sonrisas p
o que sospechaba de
o un líder para e
desde la distancia. El Alfa la abraza como si fuera su propia hija. Sus manos son grandes y
o es s
pasan por alto. El aroma de su sangre es similar al del Alfa. N
vampira. Su madre lo era, sí, pero su padre fue humano, y sus genes domina
s un
misma desesperación por la sangre, a la misma lucha interminable entre
servando la escena con una sonrisa sat
no nos d
pue